lunes, 23 de febrero de 2009

Medicina Floral: Los Primeros Narcisos

(Los narcisos que encontré...)

Hoy en día está muy de moda una terapia de medicina alternativa, conocida como “Las Flores de Bach”. El asunto consiste en tomarse gotas de unos “elixires florales”, que fueron creados por el doctor Edward Bach. Los elixires no llevan sustancias químicas procedentes de la planta sino que están, digamos, impregnados con la energía de la flor. O sea, no se trata de infusiones de hierbas, sino de algo más sutil. Al parecer los elixires florales actúan ayudando a las personas a sanar sus emociones. Esta no es, pues, de medicina convencional (para las enfermedades físicas) sino lo que algunos llaman “medicina para el alma”.

Como hace un tiempo estudié Herboristería y Dietética y quise investigar un poco el asunto de las terapias alternativas, me enteré entonces de lo de las Flores de Bach y las probé en alguna ocasión. Noté algunos efectos pero, como sucede con algunas terapias de este tipo, a veces te queda la duda de si mejoraste porque el preparado hizo efecto, o porque tú te sugestionaste para que funcionara. Bien, da igual, porque soy de las que opinan que lo que importa es que las cosas funcionen, así que…

Después de mi experiencia con las Flores de Bach, descubrí que otras personas estaban investigando nuevas “gamas florales”. Bach popularizó una serie de plantas que él conocía y podía encontrar fácilmente en su Inglaterra natal, confeccionando con ellas una lista de dolencias y remedios para cada una. Ahora hay quien ha puesto en el mercado elixires de orquídeas, de plantas típicas de este país o aquel otro, o incluso se proponen elixires de minerales, animales…

Todo esto me hizo reflexionar. ¡Hay muchísimas personas que actualmente, en España, se tratan dolencias con las Flores de Bach! Pero…¿es que sólo esas flores pueden curar el alma? No, por supuesto, pero el doctor Bach realizó un trabajo de investigación con esas, justo con esas, y los demás terapeutas se han agarrado a las listas prefabricadas sin ir (casi nunca) más allá. Entonces…¿cualquier flor puede curar de un modo u otro? ¿Sería posible trabajar con esencias florales, por ejemplo propias del Monte Teleno? Pues sí, por supuesto. Faltaría hacer una lista con la botánica más propia y representativa de esta zona. Por otro, habría que investigar los efectos de cada flor en los pacientes, y finalmente habría que realizar preparados comercializables, lo que implica conseguir los permisos sanitarios consiguientes y meterse en procesos de envasado, lo cual no es poco trabajo si se quiere realizar bien.

Pero soy una persona inquieta y crítica hasta con las terapias que ya se dicen de sí mismas críticas y alternativas. Le tengo un gran respeto al Sr. Bach y su amor por la naturaleza, y a todo el trabajo que hizo, señalando que muchas dolencias no proceden de causas físicas directas (como infecciones) sino de dolores emocionales o espirituales (penas, rabias, preocupaciones, etc). Hizo una buena labor y está muy bien que hoy en dia sus Remedios Florales estén en las estanterías de las tiendas especializadas. Sin embargo…

Sin embargo propongo otra cosa: redescubrir la Medicina de las Flores Vivas. ¿Para qué cortar flores y hacer elixires con ellas, si uno puede ir directamente al campo, sentarse junto a las plantas floridas y recibir el beneficio de su energía y de su presencia? Bueno, tal vez uno no crea en la energía, y piense que esta clase de remedios son superstición. Entonces, que piense en el efecto que sobre el estado anímico puede tener un color, por ejemplo el amarillo de los narcisos o el rosa y morado de los brezos. Es indiscutible que cada color influye en el ánimo y produce efectos diferentes en las personas, y este tema está muy estudiado. Además, la explosión de color primaveral produce en general alegría en prácticamente todas las personas. ¿Quién no se siente mejor ante un campo florido? Bien, pues eso también es “medicina”. Puede que no sirva para tratar ciertas cosas, pero sí puede ayudar en general a la persona y sí puede tratar otros dolores, como el profundo pesar del alma que muchas personas arrastran, el estrés, etc.

¿Cuál es el problema? Pues que mucha gente vive en ciudades. Y en las ciudades no hay muchas flores silvestres que digamos. Además, preparar Elixires Florales y tenerlos guardaditos en frasquitos hace posible que incluso en invierno uno pueda recurrir a las propiedades de una flor fuera de temporada, o incluso de flores exóticas que jamás ha visto. Entonces me da por pensar que aunque los Remedios de Bach no son mala cosa, resultan algo así como una “medicina-consuelo” para la gente que vive privada de contacto directo con la naturaleza, o tan de espaldas a ella que aunque tenga jardín propio, ¡no se le ocurre que sus propias flores pueden ayudarle mejor que ningún frasquito de compra procedente de plantas recogidas a miles de km de distancia!

Esto es típico de nuestra era: no sólo la gente de ciudad no sabe disfrutar las flores que tiene a su alcance, ni encontrar preciosidades entre las “malas hierbas” de ciertas zonas urbanas, sino que incluso la gente de los pueblos no siempre ve ni valora lo que tiene enfrente. Y algunos se van a comprar Remedios Florales cuando a lo mejor rodean su casa los saúcos, llenos a reventar de flores blancas y perfumadas (bellísimas y súper medicinales en todos los sentidos, además), o se toma “elixir de avena” cuando puede pasear por un precioso campo de cereales movido por la brisa veraniega (que viene a ser lo mismo, o mejor que andar comprando “energía de avena”). Pero parece que las cosas, si vienen en frasquitos, curan más que si van en estado libre y gratuito…O a lo mejor es que alguien de fuera con cara de experto nos tiene que señalar los remedios que hay a nuestro alcance para que los veamos.

Las Flores de Bach son una terapia hija de nuestro tiempo, un tiempo en el que la desconexión de la naturaleza es tan generalizada y grande, que la energía de una flor embotellada resulta un producto atractivo y consolador. Es como si la gente no supiera ver ni sentir a las flores, salvo que estuvieran tecnológicamente “preparadas” (en este caso metidas en recipientes) y las prescriba el especialista de turno. Las personas han perdido su comunicación directa con el campo y les cuesta sentir por sí mismas lo que las cosas son. Han perdido el instinto que les dice adónde ir para sentirse mejor, qué cosas comer o, en este caso, junto a qué flores pasear.

Y creo que hay una enorme nostalgia de la naturaleza, oculta tras la fascinación por la tecnología y la vida trepidante de la ciudad, de ahí que cada vez se pague más por cualquier cosa que nos acerque a ella otra vez. Algunos gastan dinerales en carísimos viajes a reservas naturales, otros coleccionan objetos naturales de lujo (minerales, piedras, conchas de molusco, plantas exóticas, etc). Las terapias alternativas se hacen eco de esto y proponen medicinas florales, pero también terapias con animales (perros, caballos, delfines), con piedras (gemoterapia), etc. Cualquier día van a inventar la aire-terapia y venderán aire embotellado traído desde el Everest, el Sáhara, la selva Amazónica o…el Teleno, je, je. “Aspire el contenido de esta botella y recibirá los beneficios únicos del purísimo aire de tal”. Y habrá quien pague por abrir el frasco, lujosamente precintado, e inhalar eso invisible y volátil que le acerca un poco más a esa Gran Naturaleza de la que, sin saber cómo, un día se separó.

Bueno, que me voy por las ramas. Quería hablar de las flores porque soy una fan total de ellas (¿no se nota?, je, je), porque se acerca la primavera, y porque hay que decir que estamos en un lugar privilegiado. Aquí no nos haría falta comprar nada de eso, porque la primavera es exuberante y salen flores de todos tipos por todas partes. Amarillas, blancas, rosas, rojas, moradas, azules…el arco iris en el campo, a todo color y en abundancia. Y encima, hay flores como las de la retama, el saúco, las jaras, el brezo blanco o las madreselvas, que huelen de maravilla y perfuman enormes áreas del paisaje. El perfume natural también puede ser curativo (aromaterapia), así que…¿alguien da más?

Hoy va de flores, pues. Y es así porque encontré, con gran ilusión por mi parte, los primeros narcisos, chiquitos y escondidos junto a un caminín, en un punto resguardado del hielo que aún deja tiesos los regueros cada noche. Son narcisos del tipo más humilde que hay (narcissus bulbocodium), no podrían venderlos en una floristería como algo espectacular, pero para mí son preciosos. Hay que mirarlos de cerca y al trasluz para percibir su maravilloso color amarillo, que brilla como si fuera oro. Y además tienen un mérito: son las primeras flores que salen después del frío y de la nieve (por lo menos aquí, que yo sepa). O sea que aunque aún estemos en febrero, y hiele por las noches, y pueda volver a nevar, la primavera ya se ha anunciado y lo hicieron los primeros narcisos.

¿Qué clase de efecto medicinal tendría un “elixir de narcisos” para los pacientes? Intuyo que podría tener que ver con el alivio de la “oscuridad del alma” que aqueja a muchos, pues son flores mensajeras del cambio (en este caso, del invierno a la primavera), preludios del sol que vendrá y hará que todo recobre vida y color. El narciso nunca podrá desesperar a nadie, porque él mismo parecer ser esperanza pura convertida en flor. Es el primero que nota en su savia el calor y la luz que vienen, que se acercan, y confía tanto en que lo que nota es verdad que, ¡hale, se abre!

Y ahí están, en los prados y las zonas verdes, iniciando su floración los pequeños narcisos, y permanecerán durante todo el mes de marzo, que es su mes más propio. Los que he visto esta semana son un poco raros, y seguramente han salido animados por estos días de sol y calorcillo que hemos disfrutado. O sea, que en unas semanas habrá “medicina de narcisos” libre, gratuita y en abundancia para tooodos aquellos que lo deseen. Tan sólo tienen que venir a uno de nuestros prados, sentarse junto a las flores, disfrutar de su colorido y presencia y dejarse acariciar el corazón por ellas. Ni más ni menos, así de simple.

Pero ya hablaré de más flores, y hasta de las plantas medicinales más conocidas que crecen por aquí, las que se han utilizado durante siglos en infusiones y emplastos para curar, porque se acerca el tiempo y en esto, como en otras cosas, esta zona es rica, muy rica.

Hasta entonces, feliz augurio de primavera :-)

martes, 10 de febrero de 2009

Recuerdo de Tila


Hace un año que nos dejó Tila, pero llevaba desde enero acordándome de ella y sabiendo que iba a ser la primera persona de Tabuyo a la que iba a dedicar una entrada en exclusiva porque sí, no por nada concreto que hiciera, sino por el único motivo de haber sido ella misma.

Y es que, aunque no la conocimos mucho, porque llegamos sólo unos meses antes de que se fuera, Tila en esta casa dejó huella. Nos hacía reir, porque nos gastaba bromas casi cada día, aunque fueran tan tontas como llamar a la puerta y luego esconderse, como una niña. Cuando asomábamos la cabeza, asomaba también ella detrás de la esquina. Le brillaban los ojos y se le iluminaba la cara sonriendo, como diciendo: "¡Ah, estos chicos siguen vivos! Pero son como los bichos, que si no llamo a la puerta de su guarida, no asoman la cabeza ni dicen nada"
Y no podíamos enfadarnos, porque...¿cómo ibas a enfadarte con Tila, si se te contagiaba su risa?

La verdad es que sabemos muy poco de su vida, pero sí nos enteramos enseguida de que era una mujer que no sólo gastaba bromas sino que trabajaba como la que más, siendo "la fuerte" en su casa. Tampoco se quejaba nunca, o tenía que estar muy enferma para hacerlo, como sucedió al final de sus días. Me han contado que nunca iba al médico y que se lo curaba todo ella sola bebiendo caliente y poniendo a mal tiempo buena cara. No sé si será verdad, pero me lo puedo creer. En casa nos sorprendió mucho cuando nos enteramos de que estaba enferma, porque hasta el momento no la habíamos decir nunca "ay". Siempre la veíamos o bien andando resuelta por las calles, o en la huerta trabajando, o apoyada junto a su puerta o en la esquina, llamando a alguien, gastando alguna broma...y siempre, siempre riéndose.

Se la entendía mal, porque hablaba como en un idioma propio, medio inventado. Pero a nosotros no nos importaba. Cuando insistía mucho en algo y no lográbamos comprenderla, preguntábamos a Etelvina o a Sinda, que por vivir con ella toda la vida la entendían, y ya está. Otras veces captábamos lo que decía por su enorme expresividad gestual, o porque...bueno, porque poníamos muchas ganas en ello.

Hay muchas anécdotas que recuerdo estos días sobre sus comentarios, llenos de desparpajo y sin pelos en la lengua, acerca de algunas personas. No tenía empacho en decirle a cada uno lo que pensaba, y si le tenía que llamar "tiñosín" en un arranque de indignación pasajero, como una vez le oí decir a alguien, lo hacía. Y si a otro le llamaba "mi amigo", pues también. Se le iluminaba la cara cuando veía a alguien a quien apreciaba, y se ponía en guardia cuando alguna cosa no le convencía.

Tila estaba más allá de los formalismos y las convenciones sociales, pero había logrado ser aceptada y hacerse querer a su manera. Nosotros, en casa, la verdad es que enseguida la apreciamos mucho. ¿Por qué? Pues no lo sé, tal vez por esa sinceridad apabullante, por no andarse con rodeos y por su sentido del humor. Con Tila sabías a qué atenerte, hasta podías reñir y al rato ser tan amigos.

Cuando sufrió el ataque y fue ingresada en el hospital, enseguida la echamos mucho de menos. Pensábamos que teníamos vecina Tila para rato, ¡y ahora resulta que se nos iba tan pronto! Sentimos un vacío en el pueblo, porque estábamos acostumbrados a verla o sentirla siempre ahí, a la vuelta de la esquina. Añorábamos su broma de llamar a la puerta y esconderse, y las voces que daba en su jerga personal. Creo que a muchos vecinos del Barrio Nuevo les pasó lo mismo, porque Tila estaba muy viva y llenaba las calles con su presencia. Tuvieron que pasar meses hasta que nos acostumbramos a no verla más.

Hoy me da por imaginar que, fiel a sí misma, Tila anda gastando bromas a San Pedro, llamando a la puerta del Cielo, entrando y saliendo a su gusto para ver todo lo que hay que ver y mantenerse informada. San Pedro, como nosotros, sin duda meneará la cabeza, sabiendo que no va a cambiarla y cogiéndole un gran cariño. Seguramente ella se sentirá orgullosa de poder decir que San Pedro es su amigo, y disfrutará de la diversidad enorme de gente que, en el Más Allá, comparta esa clase de existencia con ella.

Y allí, eso sí, no tendrá problemas para hacerse entender. ¡Para eso el Cielo es el Cielo! ¿Y qué es el Cielo? Pues es un lugar, o mejor dicho un estado de ser donde la gente se entiende con el corazón, sin necesidad de palabras. Así, de corazón a corazón, allí se entienden unos con otros los chinos, japoneses, hindúes, africanos, franceses, rusos, españoles...y Tila, con su pequeño idioma personal, único en el mundo, porque allí no importa eso del hablar, sino el corazón.

Porque aunque dije al principio que no la conocimos por mucho tiempo, a nosotros no nos quedó ninguna duda de que Tila tenía un gran corazón, y de que lo mantenía abierto para acoger a sus amigos y comunicar, desde él, sus sentimientos. Tal vez sus palabras no se entendían, pero lo que su corazón decía, sí.

El día que el Cielo esté verdaderamente en la Tierra, todos nos entenderemos sin problemas y no veremos diferencias entre ricos o pobres, guapos o feos, bien hablados o mal hablados...Nos dará igual y la comnprensión mutua será total e instantánea. Hasta ese día a la humanidad le falta un trecho por andar, qué le haremos, pero quiero creer que Tila ya disfruta de eso.

Esté donde esté, le dedico esta entrada y toooodo este montón de palabras. Ella no tenía mucho discurso que ofrecer, pero me dio otras cosas a cambio: calor y acogida de "vecina", sencillez de trato, alegría, sinceridad. No tuve mucho tiempo de corresponderla, pero le agradezco lo suyo con lo que yo puedo dar, porque más no tengo: mi escribir, mi hablar.

Así que hoy, por todo lo alto y a través de internet, (para que no se diga), quiero que todo el mundo sepa que agradezco haber conocido a Tila y que deseo que esté feliz y en paz donde sea que esté. Lo mejor que puedo hacer por ella es esto, y sonreír...
¡Hasta la vista, Amiga!

...

Cómo vieron los Romanos a los Astures

Para ampliar la anterior entrada, y para seguir con las entradas acerca de la Historia de este lugar, voy a hablar de las citas históricas más conocidas con la descripción que, sobre los Astures, hizo Estrabón. Estrabón era un griego viajero que vivió en la época en que el Imperio Romano se extendía, y que describió en sus libros el mundo tal y como él lo veía...o tal y como él opinaba de lo que otros decían. Porque... ¡ah!, resulta que aunque Estrabón es el cronista más estudiado y citado por los que luego han estudiado la historia, (por ser el único que dejó largos escritos sobre geografía física y humana de los pueblos europeos), ¡no estuvo en todas las partes que describe!

Esto debería hacer sospechar a cualquiera que, si bien algunas cosas que dice sin duda son ciertas, otras tal vez no lo sean tanto. Es como si yo escribo un libro que describe Africa, sin haber estado nunca en ella, sólo porque me he estudiado al dedillo los libros de geografía y de costumbres locales que otros viajeros han escrito. Parte de lo que yo diga entonces estará bien, pero otra parte seguramente no. Pues bien, en los libros llamados "Geografía" que escribió Estrabón (datados en el siglo III después de cristo), describe la península Ibérica y a sus moradores primitivos, o nativos. Pero al parecer nunca estuvo aquí, y se dedicó a "copiarse" lo que había dicho otro célebre griego viajero y fan entusiasta del Imperio Romano, un tal Posidonio.

El tal Posidonio sí estuvo en España y además viajó por todo el mundo celta, intentando entender sus creencias y costumbres. Sin embargo, tenemos dos problemas con Posidonio: uno, no quedan restos de sus escritos, sólo citas de "lo que dicen que dijo" en boca de otros. Dos, como digo se sabe que era un fan del Imperio Romano, al cual veía como el "gran poder civilizador y pacificador" del mundo (muy al estilo de otros "imperios" de ahora, que van a bombardear a países ajenos diciendo que es para pacificarles o volverlos menos bárbaros, más democráticos)

Estos dos datos, la pçerdida de sus escritos originales y su visión teñida de pasión por la "Pax Romana", nos deberían hacer sospechar que tampoco en su descripción del mundo bárbaro (=no romano) está, o estaba, toda la verdad y nada más que la verdad, ni que ésta fuera objetiva. Lo más seguro es que hubiera cosas ciertas y luego, interpretaciones subjetivas.

Desde luego no soy la única que opina así, y si me he dado cuenta de esto no es por tener un cerebro brillante, (sinceramente, mis neuronas no dan para tanto :-P) sino porque he leído cosas de quienes saben mucho más de Historia que yo (desgraciadamente a mí la Historia siempre se me dio algo mal). Por ejemplo, tengo un libro titulado "Druidas. El Espíritu del Mundo Celta", que me parece un estudio bastante serio sobre todas las citas históricas sobre los celtas, los restos arqueológicos, etc. El libro no habla mucho sobre lo que hoy es España, sino sobretodo de otras zonas (Galia-Francia, Bretaña, etc) donde sí existía el druidismo (aquí no, o al menos no se tiene constancia de eso). Pero el autor del libro, Peter Beresford Ellis, sí comenta en muchos capítulos los trabajos de los geógrafos que iban a caballo del Imperio Romano describiendo el mundo y opinando sobre él, entre ellos Posidonio, Estrabón y muchos otros.

Dice, por ejemplo, esto: "Hay que llamar la atención de que la "Geografía" de Estrabón era un ataque puntual contra los celtas que fue escrito como jusificación para la conquista de Galia de Julio César, y los subsiguientes intentos de suprimir la intelectualidad celta y sus centros de enseñanza. Las actitudes estoicas pro-romanas de Posidonio (de quien parece que Estrabón aprendía y era admirador), habrían convertido su obra en una fuente comfortable para Estrabón".

O esto: "Hay otra cuestión con los escritores (que siguieron la escuela de ideas) de Posidonio. No suelen reconocer sus fuentes, mientras que otros escritores, como los de la escuela alejandrina, lo hacen con meticulosidad. Así, ambos grupos están citando realmente a otros escritores con unas pocas observaciones de primera mano de la sociedad celta, y con los "posidonianos" escribiendo, claramente, para apoyar la ética del Imperio Romano".

Bueno, no quiero aburrir con más citas de éstas, pero me ha parecido interesante introducir así el asunto de las tan famosísimas descripciones de Estrabón sobre los bárbaros que poblaban este lado de la península, para que conste. Personalmente no me las tomo como santa palabra incuestionable, sino como pistas aproximadas de lo que era la vida aquí.

Y lo que contaba Estrabón de los astures es esto:
" Todos los montañeses son austeros, beben normalmente agua, duermen en el suelo y dejan que el cabello les llegue muy abajo, como mujeres. Pero luchan ciñéndose la frente con una banda. Comen principalmente chivos, y sacrifican a Ares un chivo, cautivos de guerra y caballos. Hacen también hecatombes de cada especie al modo griego, como dice Píndaro: de todo sacrificar cien. Realizan también competiciones gimnásticas, de hoplitas e hípicas, con pugilato, carrera, escaramuza y combate en formación.
Los montañeses, durante dos tercios del año, se alimentan de bellotas de encina, dejándolas secar, triturándolas y luego moliéndolas y fabricando con ellas un pan que se conserva un tiempo, Conocen también la cerveza. El vino lo beben en raras ocasiones, pero el que tienen lo consumen pronto en festines con los parientes. Usan mantequilla en vez de aceite. Comen sentados en bancos construidos contra el muro y se sientan en orden a la edad y el rango. Los manjares se pasan en círculo, y a la hora de la bebida danzan en corro al son de flauta y trompeta, pero también dando saltos y agachándose, y en Bastetania danzan también las mujeres junto con los hombres cogiéndose de las manos.
Todos los hombres visten de negro, sayos la mayoría, con los que se acuestan también sobre jergones de paja. Utilizan vasos de madera, igual que los celtas. Las mujeres van con vestidos y trajes floreados. En vez de moneda, los que viven muy al interior se sirven del trueque de mercancías, o cortan una lasca de plata y la dan.
A los condenados a muerte los despeñan y a los parricidas los lapidan más allá de las montañas o de los ríos. Se casan igual que los griegos. A los enfermos, como antiguamente los egipcios, los exponen en los caminos para que los que la han pasado les den consejos sobre su enfermedad. Para las subidas del mar y los pantanos usaban, hasta la época de Bruto, embarcaciones de cuero, pero hoy día incluso las talladas a partir de un solo tronco son ya raras. Su sal es púrpura, pero blanca una vez molida.
Este, como he expuesto, es el género de vida de los montañeses, y me refiero a los que jalonan el flanco norte de Iberia: galaicos, astures y cántabros hasta llegar a los vascones y el Pirene (Pirineos); pues el modo de vida de todos ellos es semejante. Pero temo dar demasiados nombres, rehuyendo lo fastidioso de su transcripción, a no ser que a alguien le agrade oír hablar de los pleutauros, bardietas, alotriges y otros nombres peores y más ininteligibles que estos."
[...]


Antes de continuar, un inciso: obviamente, cuando dice que sacrificaban animales a Ares, no podía tratarse del dios griego, sino del "otro", del dios relacionado con la guerra en el que creían por aquí, y con el cual probablemente está emparentado el Teleno (sobre el cual expuse discusiones en la anterior entrada). Pero está claro que Estrabón resume las cosas a su manera. Pienso que a los astures les resultaría tan ofensivo oir esto como si de un católico de toda la vida alguien dijera que adora a la diosa egipcia Isis, sólo porque la Virgen María se representa a menudo sentada y con un niño, como la otra. Pero ¡no tienen nada que ver las historias míticas de una y otra! ¡Un poco de respeto, eh! ¿Acaso todas las mujeres son iguales, sólo por el hecho de ser madres? ¡Qué manera de resumir! Pues lo mismo con Ares/Teleno o como se llamara en realidad el dios guerrero astur.

Luego de esta breve descripción, Estrabón opina:
" Lo inculto y salvaje de aquellas tribus se explica no sólo por su vida guerrera, sino también por su sitio apartado. Siendo la navegación y los caminos hasta ellos largos, y no teniendo relaciones con otros han perdido lo sociable y humano. Pero hoy esto se nota menos a causa de la paz y de la presencia de los romanos, pero los que menos logran esa ventaja son más bárbaros y bestiales. Además el país de algunos, con su pobreza y sus montañas, debió aumentar tal falta de cultura. Pero ahora, como he dicho, se ha puesto fin a todas sus guerras. Porque a aquellos que aún seguían con el bandolerismo, es decir los cántabros y sus vecinos, ha domado César Augusto y en lugar de hacer daño a los aliados de Roma, ahora ellos prestan servicio militar a los romanos, los conincos y los plentuisos que habitan junto a la fuente del Ebro. Y Tiberio, su sucesor (de Augusto) puso en esta región un ejército de tres legiones, formado por Augusto, y logró hacer no sólo pacíficos, sino hasta civilizados una parte de ellos."

Esto viene a ser algo así como decir: ¡Ah, menos mal que hemos llegado nosotros, los del Imperio Romano, y los hemos salvado de su incultura, de su salvajismo! ¡Gracias a nosotros ya no luchan entre sí esas bárbaras tribus! Ahora son virtuosos todos porque hacen lo mejor: servirnos a nosotros, al Imperio, siendo soldados en nuestro ejército (para seguir conquistando y mantiendo el sagrado orden romano en el mundo). ¡Pero qué buenos que somos, por dios! ¿Cómo no nos construyen monumentos de acción de gracias allá por donde vamos? Deberían ponernos alfombras y besarnos los pies, estos bárbaros. ¡Pero algunos aún se resisten, los condenados! ¡Qué atrasados!

Ya continuando con lo incomprensibles e "incivilizados" que le resultan los pobladores del norte de la península, pongo aquí algo que dice sobre los Cántabros que, aunque tal vez no pueda aplicarse a los Astures (porque no sabemos con certeza si en este punto actuaban igual unos y otros), son primos hermanos, y además así vemos la clase de pensamiento que era habitual entre los romanos:

"Se cuenta, por ejemplo, que en las guerras de los cántabros, las madres mataron a sus hijos antes de permitir que cayesen en manos de sus enemigos. Un muchacho cuyos padres y hermanos habían sido hechos prisioneros y estaba atado, mató a todos por orden de su padre con un hierro del que se había apoderado. Una mujer mató a sus compañeras de prisión. Un prisionero, que estaba entre los guardianes embriagados, precipitóse en la hoguera. Todos estos rasgos se cuentan también de los pueblos celtas, tracios y escitas; como es cosa común entre ellos, la valentía, no sólo en los hombres, sino también en las mujeres.
Estas cultivan la tierra; apenas han dado a luz, ceden el lecho a sus maridos y los cuidan. Con frecuencia paren en plena labor, y lavan al recién nacido inclinándose sobre la corriente de un arroyo, envolviéndole luego…Tales rasgos denotan cierto salvajismo en sus costumbres; mas otros, sin ser propiamente civilizados, no son, sin embargo, salvajes. Así, entre los cántabros es el hombre quien dota a la mujer, y son las mujeres las que heredan y se preocupan de casar a sus hermanos; esto constituye una especie de ginecocracia, régimen que no es ciertamente civilizado…”

Bueno, he subrrayado en negrita las frases que denotan la obsesión por definir qué es civilizado y qué no. Parece que la excusa de "civilizar al mundo" era necesaria para tener buena conciencia conquistando, es decir, imponiendo las propias ideas y normas a quienes no han pedido esta intervención ni la desean en modo alguno. Así que Estrabón le da vueltas al tema y anda analizando qué costumbres le parecen peores que otras, porque claro, según su idea del mundo, las costumbres romanas son las únicas "buenas".

Y creo que es evidente, leyendo este párrafo, que aunque admiraba la valentía de hombres y mujeres, la independencia de éstas y el reconocimiento social que disfrutaban en las sociedades pre-romanas, le parecían de lo peor. No voy a adentrarme mucho en ese tema, porque si no nunca terminaría esta entrada, pero sí diré, para quien no lo sepa, que la mujer en la sociedad romana no gozaba precisamente de muchos privilegios. Personalmente siempre he sentido que, si la lucha para la liberación de la mujer y los primeros derechos políticos y sociales femeninos que se conquistaron en el S.XX surgieron en América (poblada con hijas de Europeas) y luego en Europa, es gracias a la "herencia" ancestral de las celtas, germanas y demás, mujeres fuertes y de armas tomar, cuya sangre y espíritu, gracias a Dios aún aletea en el interior de sus descendientes... ¡a pesar de todo lo que vino después, con la romanización, cristianización, etc!

De casta le viene al galgo, en la memoria celular de la Europa Celta, Germana y Nórdica, aún late aquel espíritu indomable...y el recuerdo de que, una vez, hace muuuucho tiempo, los esquemas sociales no eran como fueron después, y las mujeres fueron en sí mismas "reinas al lado de reyes", mujeres fuertes que organizaban grandes asuntos, y no semi-reinas-consortes sin más, por debajo de éstos, con la boca callada, la pata quebrada y en casa.

Por cierto, que el ecologismo que hoy conocemos también nació en Europa y en América y una de sus pioneras fue una mujer: Rachel Carson, descendiente de hijas-de-hijas-de europeas hijas de esos pueblos bárbaros. ¿Por qué será? Y es que también existe una memoria ancestral que nos habla de un tiempo antiguo en el cual el hombre convivía con la naturaleza sin tanto atropello. (Curiosamente, en la zona mediterránea de mayor herencia latina (imperial y grecorromana), a las mujeres en general les ha costado más "arrancar", y son tierrass que no se han caracterizado precisamente por dar a luz a grandes movimientos liberadores de nada, sino al contrario. De nuevo, ¿por qué será?)

Claro que, si le preguntaran a un indígena Norteamericano, un lakota sioux por ejemplo, qué opina de esto último que digo (acerca de los movimientos ecológicos), diría: "No señora, el ecologismo no lo inventaron uds, sino que siempre existió. Nosotros siempre fuimos "ecologistas" y defendimos con uñas y dientes no solo nuestros derechos, sino los derechos de la Tierra a ver conservada y cuidada su naturaleza, lo mismo que los derechos de nuestros hermanos animales a vivir en condiciones aceptables. Pero claro, a nosotros no nos escucharon cuando, hace 500 años, otras fuerzas "imperiales" procedentes de Europa, conquistaron nuestras tierras a la fuerza y nos machacaron. Ahora sí, ahora parece que empezáis a cuestionaros vuestro modelo "civilizador" del mundo. ¡Pero a buenas horas!"

Y tendría razón, el hombre. Claro que probablemente no sepa que los ingleses y franceses que dominaron sus tierras (como los españoles que lo hicieron más al sur), descendían, a su vez, de un encontronazo entre dos mundos en el que también fueron dominados y silenciados otros indígenas como ellos, nativos con una visión del mundo propia y diferente a la del imperio con más poder en aquel momento, y que también fueron tachados de "salvajes" y probablemente ridiculizados como lo fueron los indios de América. La historia se repite, pero sea como sea en Europa somos todos (o casi) hijos de la mezcla. Gueste o no guste, ésa es la verdad.

Y aquí, en las faldas del Teleno, es inevitable encontrarse con lo romano, sí, pero también con la herencia astur.
...

lunes, 9 de febrero de 2009

TALLER DE PINTURA RÁPIDA
Sábado 14 de Febrero
de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 19:00
en Priaranza

PARA TODAS LAS EDADES

Organiza: Diputación de León.
Imparte: Instituto Leonés de Cultura.
(
un taller divertido y ameno en el que se enseñarán diferentes técnicas de pintura. Los participantes podrán acudir todo el sábado o sólamente de mañana o de tarde)
Inscripciones: 987601601

domingo, 8 de febrero de 2009

El Sr.Teleno, dios...¿pero qué dios?

(Atardecer de verano con el Teleno al fondo...)

A pesar de que este blog nace bajo el amparo del Sr.Teleno, y de que me gusta hablar del tal monte como si fuera una entidad con carácter, todavía no le he dedicado una entrada al asunto de la fama de dios que tiene. Y ya toca.

Hay muy pocos restos arqueológicos que expliquen qué clase de "divinidad" era esta montaña para las primitivas tribus de astures que por aquí vivían. Creo (si no me he informado mal) que lo único que hay son inscripciones de la época romana encontradas en Quintana del Marco y en Astorga, en las cuales se menciona de pasada que existía culto al dios "Marti Tileno" y/o al Monte Teleno en sí. También hay una mención de un historiador, Estrabón.

He estado buscando por internet, que por desgracia es la única fuente que tengo a mano, datos concretos sobre esto y la verdad es que sólo he encontrado vaguedades y repeticiones en diferentes webs de lo mismo, que en este caso sale en la wikipedia:
"El mítico monte Teleno de los astures, dedicado a Marte Tilenus por los romanos, adquirió el reconocimiento de dios para los invasores que explotaron el oro que afloraba en sus laderas (...) La comprensión de Roma hacia los cultos locales condujo en muchas ocasiones a sincretismos: los dioses locales eran venerados bajo un nombre mixto romano – indígena. Entre las deidades de la guerra y protectoras de las armas destacan Marte y Hércules. Marte es el dios por excelencia de la guerra. Así Mars Tilenus era a la vez el dios romano Marte bajo su advocación agraria y el dios indígena Tilenus (Monte Teleno). Es un ejemplo de sincretismo entre dioses indígenas y romanos: el mitológico monte Teleno, dios guerrero de los astures, estaba consagrado a la divinidad guerrera Mars Tilenus.
Por Estrabón se conoce la existencia de un dios guerrero asimilado a Marte, a quien se sacrifican machos cabríos, caballos y también prisioneros. Está documentado con una inscripción aparecida en Quintana del Marco, con el nombre de "MARTI TILENO". En Astorga se han documentado estelas funerarias indígenas y culto a: Tríada Capitolina, Minerva, Monte Teleno (Mars Tilenus, divinidad guerrera), Zeus Serapis, Sabazios y al Emperador (a partir de los Flavios)."


Ver que en todas las webs se ha echado mano de lo de "cortar y pegar" es un poco frustrante, porque la verdad es que no se dice gran cosa...y personalmente no estoy de acuerdo con eso de la "comprensión romana de los cultos locales". ¿Comprensión? ¿Seguro que eso existió? Perdón, pero no me lo termino de creer. Seamos realistas: los romanos no tenían gran interés en comprender los cultos locales y adentrarse en su pensamiento místico y espiritual profundo. Para empezar, ni siquiera ellos mismos, como pueblo, se destacaron como "pensadores" o "religiosos" originales, intensos, de ésos que dejan huellas en la historia que luego otros pueblos siguen.

Hay tradiciones de pensadores y místicos en la historia de las culturas que han dado pie a las diferentes religiones que aún hoy perduran en diferentes continentes, pero Roma no se caracterizó precisamente por su originalidad. Copiaba a los griegos, a los egipcios y en general a los pueblos que dominaba. Se hizo un refrito con todo aquello que se le antojó. Respecto a la religión que hoy se llama "católica romana", ni siquiera nació en Roma. Es una paradoja y casi un chiste de humor negro que se llame "romana" una religión que nació en un pueblo oprimido por Roma (el judío), y que en sus primeros tiempos recibió además influencia de la filosofía griega, pero nunca un apoyo de roma. Al contrario, algunos emperadores se dedicaron a perseguir con saña al naciente cristianismo. Que luego esta religión terminara siendo adoptada como "la oficial" del imperio es otra cuestión...

Bueno, que me voy por las ramas. A lo que iba: que no creo que los romanos entendieran mucho de los cultos de los astures, y por eso me hubiera gustado que, en alguna parte, se hubiera encontrado algo más que nos contara cómo eran sus creencias verdaderas y al detalle. Pero parece que no hubo suerte y, o bien ningún cronista se molestó en detallarlas más (total, para qué, si los astures ya era pueblo dominado y no iba a importar mucho lo que sintieran), o, si hubo alguno que lo hizo, el escrito no se conservó hasta hoy.

Los romanos eran, eso sí, muy prácticos, y además tendían a resumir por encima las cosas, como casi cualquiera que, haciendo alarde de una mayor fuerza numérica/militar, se dedica a invadir y conquistar tierras ajenas. De otro modo, no hubieran tenido éxito en eso, porque para ser un buen conquistador no puedes pararte a pensar demasiado en lo que siente el pueblo al cual vas a quitar su libertad. Si lo hicieras, tal vez podrías sentir algo parecido a la empatía, y ya no digamos (¡horror!) a la amistad, con lo cual a lo peor se te quitaban las ganas de robarle sus bienes y mandar en sus asuntos. Es como las instrucciones que se han dado tantas veces a los soldados en los tiempos más siniestros, cuando se trata de entrar a matar: no hay que dialogar con la futura víctima...porque puede que te haga vacilar, o hasta cambiar de opinión. Nada de emociones ni de sentimentalismos, si vas a partirte la cara con el otro hasta "ganarle", si es preciso matándole, no hay que entrar a profundizar demasiado en su corazón, en su pensamiento, ni en nada. Hay que tratarlo como si fuera un bicho, una cosa, y ya.

Y es que estamos hablando de una conquista (la romana) que, aunque intentó y logró en algunas tierras un dominio vía diplomática, con escasa violencia, lo hizo para ahorrarse gastos, no por delicadeza espiritual o humana. El trato venía a ser: "Si os rendís y aceptais nuestro dominio os damos derechos de ciudadanos romanos y bla, bla, bla". O sea, una especie de oferta de compra. Si salía bien, los romanos se decían: "Mejor, esta vez nos salió fácil y baratito". Pero cuando esto no funcionaba, como sucedió con los encabronados astures y cántabros, pues a tomar por saco la oferta: a muerte con ellos, a ver si van a poder más que nosotros esos bárbaros. En el caso de los astures que habitaban estas tierras, el ansia romana de conquista estaba más que justificada por los yacimientos de oro que podían explotar (como de hecho acabaron haciendo), pero en otras tierras el interés era más estratégico. Sencillamente, les quedaban "de paso" para otras rutas, o suponían la última piedra en el zapato para estar bien a gusto en un territorio.

El sentido práctico romano también les decía que, aunque no supieran bien de qué iban las religiones locales de los pueblos conquistados, era mejor estar a buenas con esos "dioses", por si acaso. Nunca se sabía...y además, así tenían contenta a la población nativa, porque incluían a su viejo dios en el altar de lo políticamente correcto y aceptado. Y bueno, al parecer esto es lo que hicieron con el Teleno. Observaron su caso (yo digo que por encima) y encontraron similitudes entre lo que se contaba de él y su dios Marte, así que ¡hale!, a llamarlo Mars_Tileno (Marte Tileno). Pero fíate tú de que interpretaran bien la cosa. ¿Se parecía realmente mucho el dios Teleno a Marte, salvo en que ambos tenían un marcado carácter guerrero?

Pues a lo mejor no tanto. Por supuesto, esta es mi opinión personal, pero si la Montaña entera (Teleno) era considerada como un dios, o como la morada de un dios (diferencia que nadie aclara), Marte, con perdón, ¡no está a la altura del Teleno ni por el forro! ¿Qué dioses del elenco griego/romano tenían como morada una montaña enorme? Pues Júpiter/Zeus por lo menos, es decir: Grandes Dioses Paternales y Protectores, auténticos jefazos de clan, de tribu, de un pueblo entero, merecedores de un "palacio" tal como un super montañón de cumbres nevadas. Y no un diosecillo joven, ligón y belicoso como Marte.

Veamos, si el Teleno hubiera sido el monte-hogar de varios dioses, como era el monte Olimpo (casita de Zeus y otros dioses griegos) o el monte Capitolino (casa de Júpiter, Juno y Minerva para los romanos), digo yo que los romanos, en vez de reconocer a un dios ahí, hubieran reconocido a varios. Pero en ningún lugar se dice que el Monte Teleno fuera algo así como la sede de varios dioses, sino que se sugiere que, o bien el monte en sí era sagrado como un dios, o era donde vivía un dios, o ambas cosas. Con esto queda claro que, fuera como fuera el "dios" que los romanos descubrieron que los astures adoraban, era MUY importante para ellos, un dios principal, un dios relacionado con la mayor montaña de esta zona leonesa, que no es poco. Y eso SI encaja con un dios de carácter "padre de tribus", un dios con un "gran hogar" y con poder sobre muchas cuestiones, así que la conexión o parecido con Marte se queda en poca cosa.

Los romanos podrían argumentar que el Teleno era un dios guerrero, y que entonces "tenía" que ser como "su" Marte. Bien, esa sería una manera muy limitada de ver las cosas, la verdad, porque entre las tribus de media europa, quienes decidían ir a la guerra eran los jefes de clan, y no los jovencitos de última hora. La mitología grecorromana, sinceramente, no encaja mucho con lo que han vivido los nativos o indígenas de medio planeta. En los mitos grecorromanos, Zeus y/o Júpiter, que es el Gran Padre, parece estar más distraído persiguiendo mujeres que atendiendo las necesidades verdaderas de los humanos. Son los hijos e hijas del Gran Dios, entre ellos Ares/Marte, Afrodita/Venus, Minerva/Atenea, etc, quienes parecen intervenir más en los conflictos de la humanidad, aunque, la verdad, lo hacen con un resultado bastante dudoso (véase el lío de la Guerra de Troya sin ir más lejos).

Marte, el dios romano de la guerra, no era exactamente como Ares, el dios griego, pero se parecen mucho porque, como digo, Roma extrajo de los griegos muchos rasgos de su religión y pensamiento. Y tanto Marte como Ares son "hijos-de" y jóvenes, y eso los convertiría, en la tradición de cualquier tribu indígena, en NO-aptos para decidir cuándo y cómo ir a la guerra. ¡Sería algo impensable y casi seguro un desastre! En tierras astures, de clara resonancia celta, las cosas eran probablemente así. El pensamiento celta es diferente al grecorromano, y la organización tribal y nativa también lo era. Por eso los mitos acerca de los dioses, que suelen reflejar estas cosas, ¡no pueden ser nunca iguales!

Así que en mi opinión, si esta pedazo montaña que hoy conocemos como Teleno era considerada un dios, o casa de un dios, tenía que tratarse de un dios maduro, más comparable con un padre con barbas y experiencia que con un jovencillo. ¿Que era guerrero? Sí, ¿y qué? ¿Qué contradicción hay entre una cosa y otra? Puede que el joven tenga más ganas de pelea, por aquello de las hormonas revueltas, je, je, pero ¡ponle a un padre delante de una amenaza para su familia o hijos! A lo mejor saca el instinto defensivo/guerrero de una manera mucho más dura que el hijo, y probablemente más sabia.

Por alguna razón, y puestos a comparar dioses/montañas con personas (cosa ya fantasiosa, pero típica del ser humano) yo siento al Teleno más cercano a un Abuelo tremendo que a un padre. Me lo imagino como esos abuelacos de pelo blanco que callan mucho, pero cuando hablan ¡zas!, todo el mundo se queda ko. Hay que tener en cuenta que en tiempos antiguos uno era abuelo fácilmente a los 40, o incluso antes, no como hoy. Así que no estoy hablando de un abuelo achacoso y cansado, sino de un guerrero de esos que se lo piensa mucho, pero cuya fuerza y carisma es tal que todos le respetan porque encima es el que más sabe, pero de verdad. En todo caso, esa es "mi" imaginación...y nada más.

Puede resultar útil para los que quieran saber más, observar a los dioses guerreros de otros pueblos celtas, como los galos, que son casi vecinos nuestros, porque es fácil que haya más parecido con éstos que con los romanos. Entre los galos, Teutates (el Tutatis de Astérix :-)) era el reconocido dios guerrero, y por supuesto resulta que era un "padre de tribu". Otro dios relacionado con la guerra entre los galos era Essus, y éste aún era más anciano, también unido a la agricultura y a la protección.

Pero ya que estamos, aprovecho para mencionar que en un foro de internet se ha discutido acerca del dios/ Monte Teleno y su posible conexión con otro dios celta/galo, Taranis, el dios del Trueno. Según dicen algunos, y rizando el rizo, se podría incluso conectar al Teleno con el Thor de los germanos, un dios que también estaba relacionado con la guerra, por cierto, aunque esta no era su única función.

La discusión de ese foro es complicadilla y muy larga y no me veo capaz de resumirla. Quien tenga curiosidad puede leer esos mensajes haciendo clic aquí. Respecto a la posible similitud con Thor, en algunos aspectos no lo veo imposible, pero me parece que también eso es querer forzar las cosas. Aunque todas las tribus nativas europeas hayan estado relacionadas en algún momento de la historia, luego ha pasado suficiente tiempo como para que cada pueblo haya marcado su religión de un sello característico, diferente y personal. Thor me cae bien, pero no deja de ser un dios germano (ni siquiera celta) y seguramente el dios del Teleno era ligeramente diferente, más "de aquí".

La mitología es en general un campo complicado, y si uno se pone a revisar en qué creían las tribus principales de este continente que luego fueron conquistadas por Roma, probablemente se forme un poco de empanada mental. Yo no me libro de eso :-P, porque tampoco soy una experta. Pero sí puedo observar que los resúmenes y equivalencias que los romanos hicieron son por lo general simplones y forzados. Su pensamiento místico no estaba a la altura de culturas capaces de creer en cosas tan sofisticadas como, por ejemplo, diosas madres de aspecto triple (caso de algunos pueblos celtas) y otras historias míticas que sí encajaban con la manera de ser y vivir de aquellos pueblos, pero no con la estructura mental romana, tan "cuadrada".

Con lo cual, si uno quiere ser riguroso y honesto ha de asumir que la pregunta del título de esta entrada queda sin responder. Sí, podemnos saber que el Teleno tuvo rango de dios para los antiguos...pero no, no podemos saber a ciencia cierta, por lo menos con lo que sabemos hoy, qué clase de dios era, ni más detalles de su carácter salvo su conexión con lo guerrero. En otro foro de internet, el foro de Filiel, una participante comentaba con ironía que ¡cómo tener dudas acerca de la conexión entre el Teleno y la guerra, si el monte había acabado siendo un campo de tiro militar!

Pero termino ya. Queda ahí para cada cual el reto de sentir qué le inspira el Teleno, qué impresión e impacto causa esa presencia en su entorno, en su vida. La experiencia tal vez nos diga más la verdad acerca de los antiguos mitos que cualquier otra elucubración que nos hagamos, porque a fin de cuentas pasan los milenios y decaen los imperios, las religiones cambian o se reforman, pero QUEDAN las montañas, imperturbables, ahí.

Nosotros, hijos de los hijos de los hijos de ...vivimos en un mundo diferente a aquel de los astures y romanos. Todo ha cambiado mucho. Pero la montaña no, y por eso su latido, su impacto, ha de continuar siendo similar hoy que ayer. Cómo lo experimentemos y cómo interpretemos luego esa vivencia, esa es la cuestión.

Y así se escriben los mitos y se hacen las religiones, desde la interpretación por parte del ser humano de lo que es más grande y más viejo que él mismo. Por eso los cuentos, en cada era, se cuentan de manera diferente...aunque en esencia algunas cosas sigan siempre igual. Encontrar esa esencia, esa es la cuestión.

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sábado, 7 de febrero de 2009

¡...Y parecía blandita!

(Foto del domingo pasado, cerca de los molinos. ¡Con lo bonitos que estaban los árboles, no imaginaba yo el precio que tendría para algunos esa nevada! Cuánta ignorancia...)

La nieve. O sea, cuando te caen los copos en la cara da esa sensación de suavidad, de ligereza, incluso de que está jugando contigo, ¡qué bonito, qué divertido! Sólo cuando nieva mucho y te encuentras con sus efectos destructivos descubres que el tal juego puede ser terrible para la naturaleza aunque, por supuesto, tiene su cara buena (reservas de agua, etc)

Pues eso, que no me imaginaba yo que la nieve pudiera pesar tanto y tener tanta fuerza hasta que lo he visto con mis propios ojos. Había oído hablar de eso, pero una cosa es oír hablar de algo y otra muy diferente comprobarlo con la experiencia. Cuando dejó de nevar y salió el sol, salí a pasear y me encontré con un panorama en el bosque que no imaginaba. Había montones de ramas rotas, y sí, yo ya había oído el crujido el día de la gran nevada, pero ¡creía que eran más pequeñas! No pensaba que fueran a romperse ramas tan grandes, ni tampoco imaginaba que pinos enteros y de apariencia bien robusta, no sólo los pequeñitos, pudieran doblarse como chicle ante el peso de la nieve.
(Aquí, un pino tronchado. Como éste, se pueden ver muchos más, o ramas de este grosor desgajadas y caídas por ahí)

Así, he experimentado la cara dura y destructiva de lo que, por otro lado, es tan hermoso y benéfico como una gran nevada. Dicen que así es la naturaleza, bondadosa por un lado, y "cruel" por otro. Pero llamarla cruel es ponerle adjetivos de persona humana, y no es justo. La naturaleza es lo que es. Si nieva mucho, resisten los árboles más robustos, y punto. Habría crueldad si la nieve fuera a romper un árbol deliberadamente, porque sí, para fastidiarlo, y no es el caso.
(Y éste, que era un pino bastante grueso bajo el que me había sentado muchas veces a tomar el sol, sanseacabó. Doblado como si fuera de goma, con el tronco agrietado, no creo que pueda levantar cabeza, el pobre)

De todos modos, no he podido evitar que me diera un poco de pena ver a algunos árboles rotos. ¡Tanto tiempo creciendo para quedar así en un día...! Supongo que aún me cuesta aceptar que todo, árboles incluídos, muere un día u otro, y no siempre lo hace como esperamos ni cuando esperamos.

Y así es la vida...
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jueves, 5 de febrero de 2009

Vestirse en un Pueblo...y Ropa Típica Tabuyana

(En la imagen, nuestra vecina Aurora, con ropa de trabajo de a diario, inclusive las típicas galochas, tendiendo...más ropa de trabajo. Cuando le pregunté si le podía sacar una foto, dijo que sí, pero que si no importaba que fuera con el mandil sucio...Yo le dije que era normal, ya que estaba trabajando, y no mirando a las apabardas, y que me interesaba más recordar a la gente así que cuando van endomingados, que ahí casi ni los conoces. Y es que en Tabuyo lo normal es eso: trabajar)

Estas semanas ando metida en cuestiones de ropa. Me explico: no es que una servidora ande preocupada por las últimas tendencias de moda, sino que lo de vivir en un pueblo-pueblo tiene su miga a la hora de vestirse bien, es decir, adecuadamente a lo que supone vivir aquí, con las exigencias climáticas, de entorno, actividades específicas, etc.

Ya había observado yo hace años, cuando estudiaba Diseño de Moda, que NADIE, absolutamente nadie, pensaba en la gente de los pueblos para diseñar sus colecciones. La ropa que se fabrica y se vende, se diseña pensando en la gente de ciudad, y punto. Lo que pasa es que luego, esa gente de ciudad quiere ir al pueblo el fin de semana, o de safari, o a hacer montañismo, o lo que sea, y entonces ¡hale!, a diseñar colecciones "deportivas" o de imitación "rural" para vestir a ese sector. Pero de toda esa ropa, sólo una mínima parte es comprada finalmente por la gente de pueblo de toda la vida, salvo (hoy en día) en el caso de los más jóvenes. Y tampoco es que sean ellos precisamente los más consumidores de esta super-ropa creada para los urbanitas que quieren ir al campo a ratos.

¿Y cómo sé que esto es así? Para empezar, la mayor parte de la población rural rebasa cierta edad, y eso conlleva algunas cosas: tallas más grandes que las de los jóvenes (que muchas marcas directamente no fabrican), un espíritu más práctico y ahorrador (y mucha ropa que se hace, o les resulta incómoda, o con tendencia a ensuciarse demasiado rápido, o es directamente demasiado cara), y un tipo de actividades que no son tan glamourosas como ascender el pico no se cuántos, ir en bici de montaña por no se dónde o a pasear por las sendas de no se qué. ¿Quién diseña ropa para ir al corral a echar de comer a los cerdos y, seguidamente, ir a la huerta? ¿O quién crea una parte de sus colecciones "casual wear" pensando en las amas de casa de pueblo? Pues nadie. O sea, nadie. Cero patatero.

Entonces, para estos menesteres la gente rural tira de los mercadillos, la gran salvación, donde se venden montoneras de ropa fabricada en serie, más o menos igual, basada en tres o cuatro diseños que funcionan, se venden y son económicos: batas cruzadas floreadas o de cuadritos para ponerse encima de la ropa, que abrigan y resguardan de la suciedad a las prendas mejores; chandals de todo tipo pero sencillos (sudaderas, pantalones con gomas y ya), y los infalibles monos de trabajo azul marino, para los hombres. Bueno, últimamente se han añadido a estos diseños las imitaciones de los pantalones militares que, la verdad, para mi gusto son de lo más práctico y resistente que hay. (¿Para cuándo ropa militar de embarazada? je, je. ¡Yo la hubiera comprado con gusto!)

En fin, que ya se ve que hay muy pocas ideas en el mercado para vestirnos a los que estamos en pueblos DE VERDAD, o sea a pie de campo y rodeados de esas cosas llamadas polvo, tierra, barro, maleza...Porque claro, hay pueblos que ya no son tan pueblos y parecen más núcleos de segundas residencias de la gran ciudad, y para ellos no vale todo esto que digo.
(En esta foto, Julia y Buenaventura, recogiendo berzas -que ya están algo heladas, las pobres- para dar de comer a los animales. Ni con la nieve se detiene el trabajo, porque la vida sigue, esté como esté el campo. Ella lleva las típicas superposiciones de ropa que uno se termina poniendo para ir a la huerta, y las botas de goma. El, con mono de trabajo por debajo del jersey)

Bueno, supongo que las cosas son así porque interesan así, y mientras haya con qué vestirse, pues no importa. Pero no se me escapa que esto es un símbolo más de lo MUY POCO que importa a la gente con poder económico e ideológico en general la población rural. Porque si nos ponemos a juntar a los habitantes de todos los pueblos de España, numéricamente hacen un buen montón. Sí, no son tantos como los habitantes de las ciudades pero tampoco sería una cantidad despreciable. Sin embargo, no se suele contar con ellos para casi nada, o se dejan para el último lugar de las preocupaciones. La gente de pueblo, ya se sabe, es sufrida. Que aguanten.

Así que el hecho de que a nadie se le haya ocurrido crear una marca comercial de prestigio y buen ver con ropa específicamente ideada para hombres y mujeres de pueblo-pueblo, ropa práctica, cómoda, agradable, con buenas y nuevas ideas y trucos útiles, y a un precio realmente adecuado para el bolsillo de esa gente, es un signo más de lo poco que importamos, los rurales, en la mente colectiva. Somos tan invisibles que ni merecemos una marca propia. En esta era de publicidades, siglas y demás, no tener eso equivale un poco a existir en la sombra, como en una especie de mundo paralelo diferente al mayoritario.

Y si a ser mujer de pueblo le añadimos estar embarazada, como es mi caso, la cosa se complica. Porque para las embarazadas se hace muy poca cosa...y lo que hay, definitivamente es todo para la ciudad, y mejor si es primavera o verano. Aún recuerdo mi visita a una de las tiendas Prenatal, que es la empresa que hasta el momento más variedad de ropa premamá vende, y con mejor calidad. ¡Pero qué frustración! Todo lo que había allí, exceptuando un peto vaquero con pinta de resistente, no me servía casi que para nada si pensaba en el invierno tabuyano que se me avecinaba. Cosas monísimas, eso sí, pero con unas telitas finas, suavecitas, delicadas...¡una risa! ¿Adónde iba yo con eso?

La dependienta, desesperada por venderme algo, iba enseñándome lo más abrigado que tenía, y eran pantalones de pana, pero de ésa que es como de seda, delgadita, con brillos, delicada.
- ¡Uy, pero a la que me siente en el bosque, se me manchará de resina, y a ver cómo la quito de aquí!- le decía yo a la chica.
- Pueeeess....

Al cabo de un rato de mucho buscar, la pobre dependienta tuvo que admitir que lo único que me servía era el peto vaquero. ¿Faldas vaqueras ajustadas y elásticas? Muy monas, pero inútiles para caminar por el monte, y ridículas para llevar con botas de montaña y correr detrás de la furgoneta de Emilio, el panadero, en un día lluvioso. ¿Pantalones tipo chandal, de punto? Muy suavecitos, pero de tan finos que son sólo los puedo llevar con unos leotardos de lana debajo (y anda que no me ha costado encontrar leotardos de esos, talla grande, que cada vez los fabrican menos) ¿Pantalones de sarga de algodón tipo safari? Demasiado finos y de un color demasiado claro (crema), que aquí se te ensucia en el mismo día. A la que cargue un brazado de leña con ellos, o me roce con la estufa sucia de hollín ya se han pringado.

Bueno. Digo todo esto porque forma parte de las reflexiones que me surgen después de haber vivido en la ciudad, estando ahora en el pueblo. Supongo que la gente que siempre ha vivido aquí, ni se plantea estas cuestiones porque está acostumbrada a que todo haya sido así desde siempre, y tira con lo que hay, haciendo apaños con lo que sea. En cuanto a la gente de ciudad, no te das cuenta de lo inútil que es para vivir en un pueblo-pueblo prácticamente toda la ropa que uno compra, hasta que te trasladas aquí. Tengo una montonera de ropa monísima que no me vale para nada, y ahí está, en un armario, muerta de risa.

Lo que me gustaría es que hubiera más ropa asequible y favorecedora para la gente de pueblo, y esecialmente para las mujeres trabajadoras de mediana edad (a cuyas tallas me acerco más que a las de adolescentes, la verdad). El embarazo lo he ido pasando con el famoso peto vaquero, con restos de ropa de cuando, en los años 80, se llevaba todo enorme, con ropa de los chinos talla XL (barata, pero de una calidad tan requetecutre que ya se está estropeando) y con un par de inventos míos.

Y es que al final, cansada de tanta tontería, me puse a desempolvar lo que recordaba de costura y con mucho esfuerzo y tiempo me hice una falda-peto-vaquera y un peto de pana gruesa (¡y muy lavable!) azul marino, super abrigadito. Ahora voy a intentar un vestido de lana para el último mes, pero veremos. La falda-peto es de una tela tan resistente y dura que parezco envuelta en papel de embalar. Realmente no me favorece mucho, je, je. La llamo, en coña, "falda armatoste", pero me sirve para lo que me sirve y punto. Y el pantalón-peto de pana es un poco payasito y no vale, desde luego, para presumir, pero me importa un comino. Bien calentita anda mi barrigota de embarazada, y es lo que me importa. ¡No como esa ropa de hoy, que la hacen toda para llevar el ombligo al aire, inclusive la de embarazada!
- Es que las embarazadas tienen más calor, y no vendemos ropa de mucho abrigo para ellas- me decía una dependienta de ropa premamá de Astorga.

Yo no daba crédito a lo que oía. ¿Que las embarazadas tienen más calor? ¿Qué clase de argumento es ese? A lo mejor, pero ¿sabes dónde vivo yo? ¿Sabes que allí hiela cada noche, y que a partir de las 5 de la tarde el aire suele cortar de puro frío? Si salgo a la calle con esto, ¡o me da un síncope o se me congela el niño! Ah, claro, es que todo se diseña para una embarazada flor-de-invernadero que no sale de edificios con calefacción, que no va al monte a por ramas o piñas, y que no pasea por caminos de piedras barro al atardecer. En fin...
(Aquí, foto de una servidora hace pocos días. Se puede apreciar que lo de que las embarazadas tienen "calores" y no necesitan ropa de abrigo es un chiste, ¿no? ¡Lo que pasa es que no hay huevos para vestirlas bien! Cuesta demasiado dinero/material hacer ropa buena, abrigada y bonita para esas mujeres. Total, son una minoría y no salen en las revistas ni en la TV...Menos mal que una es apañada y se hizo los pantalones, que si no...)

Pero yo quería empezar y terminar hablando de la ropa típica de los pueblos. Y no me refiero a la ropa antigua, tradicional, que se saca en las grandes festividades, sino a la ropa que es típica porque es la que la mayor parte de la gente lleva puesta cada día. Y después de estar aquí un año y medio, lo tengo muy claro. ¿Cuál es la ropa típica de un pueblo, pero concretamente la ropa típica de Tabuyo? Pues ...tachaaaannn....LA ROPA DE TRABAJO.

(Aquí, ejemplos de la ropa típica tabuyana. Arriba, Paulino con otros currantes, haciendo un descansito en el bar, con su mono y sus botas, un dia como tantos otros. En la foto de abajo Enrique, David y Paulino, compañeros de trabajo).

Vivir aquí incluye actividad física importante. Trabajar, pero trabajar con las manos, con el cuerpo, poniendo el callo, los músculos, y no sólo la cabeza. Actividades como las relacionadas con el monte, la leña, las huertas, los cultivos, la construcción, o incluso el trabajo en la residencia de ancianos o restauración, implican un movimiento corporal intenso, y exigen una vestimenta práctica, cómoda, útil, llevadera. Así, en los días de diario, es típico ver a los hombres ataviados con el mono azul marino (o similar), calzados, si llueve o hay barro, con botas de goma, o si no con botonas de monte. Y a las mujeres, como el mono no les resulta tan práctico, se las ve con batas cruzadas y mandiles o delantales superpuestos en variadas combinaciones a chandals, sudaderas...Hasta he visto mujeres mayores que visten la falda de toda la vida, pero con pantalones de punto debajo, porque abrigan más que las medias clásicas. ¡Pues claro...!

Cuando ni la industria ni los "cerebros" importantes piensan cosas para vestir a las humildes mujeres de pueblo, currantes de toda la vida, ellas idean para sí mismas lo que sea, logrando combinaciones que no tienen nada que envidiar, por lo original, a las extravagancias que presentan algunos diseñadores. Eso sí, yo prefiero a las mujerinas de pueblo y sus ideas, porque son honestas. Visten adecuadamente a lo que son y a lo que necesitan, no como otras, que no se visten sino que se disfrazan de la última tendencia, para darse importancia.

Al final, me quedo con lo auténtico. Y es que sé que vivir con los disfraces, con la "pose" y todo eso que en las ciudades se exige tanto, cansa...¿y todo para qué? ¡Qué alivio, estar entre gente que-es-lo-que-es!

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domingo, 1 de febrero de 2009

Una Buena Nevada

Estaban los tabuyanos quejándose porque este año aquí la nieva hacía el bobo y no terminaba de caer como Dios manda. Había habido más hielo que nieve...hasta hoy :-) Esta mañana amaneció todo blanco, y la nieve seguía cayendo bien. Se veían caras de satisfacción en el bar, a la hora del café matinal, y es que la nieve es buena cosa para el campo. Además, se queda uno con la sensación de que cuando nieva como tiene que nevar las cosas son como deben ser. El mundo no se termina aún, el invierno sigue siendo invierno, y Tabuyo sigue siendo Tabuyo, aunque hoy las grandes nevadas sucedan sólo cada cierto tiempo, y no cada año, como antes.

Rubén y yo no quisimos renunciar a nuestro paseíto matinal, y caminamos hasta la encrucijada de los molinos. Más allá los caminos permanecían intactos, sin rodadas de todoterrenos, y la cantidad de nieve acumulada hacía muy lento y trabajoso andar. Como tampoco queríamos cansarnos, nos paramos allí, bajo un pino retorcido que a mí me encanta. Es un pino de ésos que aquí abundan tanto y cuyo tronco crece como en espiral, en lugar de recto. Puede que para la madera no sean rentables, pero son muy bonitos. (Los chinos y los japoneses, que siempre pintaban escenas de la naturaleza con formas caprichosas, fliparían con los pinos tabuyanos y pintarían acuarelas increíbles).
Y lo que más nos chocó, estando allí refugiados bajo las amables ramas del pino, fue oir los ruidos de los mini aludes que se producían cuando se caía de golpe toda la nieve acumulada en algún árbol. Se veían nubes de polvo de nieve cayendo por aquí y por allá, en plan cascadas blancas. Todo un espectáculo. También se oía, de vez en cuando, el crujido de alguna rama al romperse por el peso de tanta nieve.
Volvimos al pueblo andando despacio, saboreando el paisaje. Blanco por arriba, blanco por abajo, en un día de ésos que no sabes dónde acaba el cielo y dónde empieza la tierra. Luego, al llegar a casa, ¡cómo se agradece el fuego de la cocina de leña!...

Y además, es domingo. O sea, que ha nevado así de bien en un día perfecto para no hacer nada, o casi, salvo estar con la gente, mirar cómo nieva y disfrutar del calor del hogar...
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