viernes, 19 de agosto de 2016

Volver a estar en las Fiestas de la Piedad.


Pues hacía muchos años que no podía estar aquí por las fiestas de agosyto. Echando memoria, desde el año 2010, nada menos. Así que salí con ganas para unirme a la gente en algunos momentos. No quise perderme dos cosas: La procesión de la Virgen, y el baile de la tarde con el tamboritero (con la chorizada de fondo)

El día fue radiante y me encantó volver a ver "el Monte" (de Tabuyo) en el manto de la Virgen. Estar en la ermita me trajo muchos recuerdos, hasta del viejo Don Tomás, que siempre tenía historias que contar, con su particular sentido del humor. Siempre que miro la imagen de San Miguel y veo al demonio con la cara destrozada me acuerdo de lo que me contaba, que hace mucho tiempo, de tanto decirles a los niños que el demonio era malo, la emprendían a golpes con la imagen y así acabó tan deteriorada.

En la ermita coincidí con Óscar, quien lleva el otro blog de Tabuyo del Monte. No nos conocíamos personalmente pero nos encontramos sacando fotos a la imagen y él dedujo enseguida quién era yo, y viceversa. Así que tuvimos el gusto de estrecharnos la mano de bloguero a bloguera, y contrastar impresiones sobre la ermita, la iglesia, las pinturas del altar y curiosidades de este tipo que a ambos nos llaman la atención.

La Virgen estaba tan preciosa como siempre y la gente que quiso acompañarla, tan arreglados y sonrientes también como siempre. Y para allá nos fuimos de procesión hasta la iglesia del Cristo, donde se celebró la misa.

 

 


Por la tarde pude comprobar que sigue habiendo gente que baila en la fiesta. Yo no me sé los pasos, ni siquiera sé tocar las castañuelas, pero es bonito ver que hay quien sabe, le gusta y se entrega a ello. Mis felicitaciones para todos los animosos bailarines.

Mientras tanto, un grupo de esforzados cocineros preparaba unos chorizos cocidos que olían a gloria, otros cortaban pan, y un grupo de mujeres vendían unas bonitas camisetas de Tabuyo en las que sale, creo que por primera vez, no solo la silueta de la Iglesia, sino la del ídolo de Tabuyo. ¡Ah, una camiseta con el viejo símbolo guerrero...! Bien. Por supuesto, me compré una. por cierto que además las camisetas para mujer tenían un detalle muy original: un cuello distinto, con un escote en pico en lugar del clásico cuello redondo. Felicidades a quien sea que la diseñó, por la novedad.



Hubo también juegos para los niños, y se les vio disfrutar en la calle con los hinchables, las camas elásticas y la guerra de espuma. Y luego, por la noche, música y verbena para los mayores. Yo no soy muy de verbenas pero salí con mi hijo y un amiguito suyo a pasear por el camino que hay junto a casa. Ibamos a ver las estrellas fugaces pero al final lo que nos encantó fue ver los rayos de luz que proyectaban los de la orquesta que tocaba en la plaza. Era todo un espectáculo ver el inmenso cielo negro, atravesado por esos rayos de luces que llegaban hasta el horizonte, atravesando la noche de parte a parte. Los niños disfrutaron de los rayos y volvimos a casa tan felices por haber visto algo distinto.

Abajo os cuelgo dos enlaces para ver dos mini-vídeos de distintos momentos del baile. Son muy cortitos y la calidad del sonido es escasa, porque lo grabé con mi cámara de fotos, pero lo dejo ahí como testimonio. Para ver cada mini-vídeo, sólo hay que hacer click en la flechita de la imagen:





Aprovecho para decir que he abierto un canal en youtube con el nombre de este blog (Hijos del Teleno , enlace aquí) para poder subir ahí estas miniaturas y otras que tengo por ahí guardadas. Que nadie espere una maravilla artística, porque esto es muy casero y con una cámara de fotos nada más, pero me gusta grabar algunos pequeños momentos e imágenes de estos lugares. De momento sólo hay los vídeos del baile, pero pronto subiré alguna cosita más.

Pues eso es todo por hoy, hasta la vista.




Y aquí estoy otra vez.

Queridos lectores,

En setiembre se cumplirá un año de mi regreso a Tabuyo. Lo que parecía casi imposible se volvió realidad gracias a una pareja del pueblo que decidieron alquilar una pequeña vivienda. Y aquí seguimos, mi hijo y yo, en esta casita-refugio, tal y como yo la llamo. Me parece como las casitas de cuento: de piedra y madera y al lado de un camino que conduce al bosque. Desde las ventanas se oye el rumor de la chopera cercana, el canto de los pájaros, las ovejas, y cuando toca, la lluvia y el viento. ¿Se puede pedir más? En el patio de esta casa hay tanta vida que tenemos hasta erizos. En un mundo donde cada vez es más difícil encontrar entornos vivos, todo esto va siendo un lujo, aunque no lo parezca. Yo estoy contenta.

He pensado muchas veces reiniciar este viejo blog, que he tenido aparcado durante tanto tiempo, pero hasta el día de hoy no me he puesto a ello. Y es que aparte de haber pasado un año duro, de muchos cambios y poco tiempo libre, he tenido dudas: ¿Para qué escribir más...? ¿No está todo lo mío dicho ya? ¿No hablo o escribo -cuando me pongo a ello- tal vez hasta demasiado...? Además, ya existe un blog que va manteniendo informada a la gente sobre las novedades de Tabuyo. ¿Realmente no seria repetirse mucho, si retomo el mío?

Pero... Bueno. Me ha sucedido algunas veces que algunos vecinos han venido a agradecerme aún ahora (¡y después de tantos años...!) que tiempo atrás hubiera hablado de ellos, y les hubiera hasta sacado fotos. Y el otro día en las Fiestas de la Piedad, algunos me pedían que los fotografiara. Y recordé que, desde siempre, a mí lo que más me gustó fue hablar de dos cosas: de la naturaleza (bosque, flores, paisaje, Señor Teleno) y de la gente. Las personas...los vecinos de toda la vida que con tanta amabilidad me han tratado...

Y ayer ya fue la gota que colmó el vaso. Murió Anselmo, fui al entierro, y me quedé recordándole y pensando en toda la gente que conocí cuando vine aquí en el año 2007, y ya no está. Fui a buscar mis viejas fotos y revisé las entradas de este blog, y descubrí que allí estaban algunos... aunque no todos. Y cómo agradecí haberme detenido en su día a mirarles, a saludarles, a reirme con sus bromas o a sacarles una foto improvisada, en la calle, en el día a día, para recordar esos momentos tal cual eran.

Descubrí que no tenía ninguna foto de Anselmo con su sombrero de paja y su eterna sonrisa, volviendo de la huerta, o con el carrín, o sentado en el banco de su casa junto a Rosalina, y me dio mucha pena. Pensé que cada tabuyano y tabuyana con los que me cruzo, jóvenes, de mediana edad y ancianos, merecerían ser mirados, escuchados y fotografiados. Claro que eso es mucho, misión imposible, pero... Me entró la vena sentimental, y me dije: Marta, vas a volver a escribir en el blog, y vas a escuchar "más" aún a la gente. A los "Hijos del Teleno", que para eso el blog se llama como se llama. Porque la vida que tenemos es muy fugaz, se nos pasa volando. Y al final, casi lo más importante que te queda es lo que has vivido con las personas, mientras has estado con ellas.

En fin. Que definitivamente me puse sentimental. Y que sin más ambiciones que ir reflejando un poco cositas del día a día, reabro este blog. Y luego pues Dios dirá...Haré lo que pueda y según vaya saliendo la vida. Pero aquí estoy otra vez.