lunes, 12 de abril de 2010

Con Marta, en el Bar "La Peña" (en Priaranza)


Tengo el placer de presentar aquí, hoy, al Bar "La Peña" de Priaranza de la Valduerna o, como lo llamamos familiarmente en casa, "el bar de Marta". Y es que en esto de los bares de pueblo parece que el nombre oficial importa poco, lo que cuanta es quién está al frente del negocio, dando cara y si es necesario hasta conversación al público durante todo el día. ¡Que no es poco!

Marta tuvo el valor de dejar León ciudad - por amor, ¡ah, el amor!- hace cosa de un año, y en este tiempo ya vio claro que, como las posibilidades de encontrar trabajo eran pocas, lo mejor era alquilar y ponerse al frente de este bar. Le admiro la iniciativa, porque (por experiencia) sé que cualquier trabajo de hostelería es muy cansado. Y un bar, por su horario y su constante trasiego de gente diferente que reclama cada una una atención diferente y personalizada, es de lo más "esclavo" que hay. No es común, por otro lado, que gente tan joven se atreva con tanto. Hoy en día, al menos, no. Puedo dar fe de que las nuevas generaciones tardan mucho en emprender iniciativas en las que estén como responsables al frente de un negocio. Tal vez porque hoy en día no aprieta tanto la necesidad como hace 30 ó 40 años (cuando los jóvenes tenían que espabilar y arriesgaban lo poco que tenían para sacar un dinero de donde fuera), tal vez porque hoy las exigencias de papeleo y permisos son mayores que entonces, tal vez porque nos han inculcado tanto a los de ahora que "primero hay que estudiar" que al final literalmente estudiamos demasiado las cosas. Tanto, que nos damos cuenta de lo que implica responsabilizarse de un negocio y, o te echas para atrás, o lo dejas para "algún día, a lo mejor, si todo me va bien". O tal vez se junten todas estas razones. Sea como sea, lo que digo: no abundan los emprendedores a ciertas edades. Lo más que encuentras es gente que "se quiera colocar" donde manden otros, que no es lo mismo.

Pero hay excepciones, ya ves. Ahí está Marta, que aunque el bar no sea suyo de propiedad, no le quita coraje al asunto. Ella pone el callo y todo su entusiasmo y amabilidad durante más de 10 horas diarias (el horario es de 10 de la mañana hasta pasada la medianoche). Yo deseo que le vaya bien en su experiencia, y que el aprendizaje normal que va a vivir ahí, con sus consabidos conflictos (pues todo aprendizaje conlleva alguna dificultad) no esté exento de muchas alegrías y satisfacciones.
(En la foto de arriba, el bar por la mañana temprano, con un ciber-usuario madrugador...)

Dice Marta que lo más duro es el horario (aunque se resiste de momento a cerrar a horas más tempranas), pero que por lo demás está encantada. Tanto, que le gustaría seguir ahí durante los 3 años de duración del contrato de alquiler que ha firmado, e incluso...bueno, me confiesa ilusionada que si además le vendieran finalmente el bar con la vivienda que tiene encima...entonces tal vez podría hacer algo más, alojar gente y esas cosas. Cuando le pido que, desde su posición de "joven emigrada de ciudad al campo", diga algo a los jóvenes urbanitas, me contesta, muy segura de lo que dice: "A la gente joven sólo les interesa salir de marcha, que haya fiesta. Entonces, en los pueblos es más difícil, porque hay que coger el coche y salir, pero por todo lo demás no hay comparación entre vivir aquí y en la ciudad. ¡Como el pueblo no hay nada!"

Pues dicho queda. Por mi parte, digo que ojalá sus sueños se cumplan, y para bien de todos. Desde aquí le manifiesto todo mi apoyo, y le dedico esta entrada no sólo porque "toca" (para pone4rla en la sección "Dónde tomar algo") sino porque me satisface hacerle propaganda, hale.

Ah...¡y el bar tiene wi fi!¿Alguien da más?...
Desde Tabuyo, saludos primaverales y hasta la próxima ;-)
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!! Lo primero felicitar a Marta y a Toda su familia que está haciendo un gran esfuerzo por llevar a cabo la ilusión del bar.
Y en segundo animar a toda la gente que lea esto, que si tiene oportunidad de ir a conocer la zona, puede pasar un gran dia de excursion por el Teleno y que aproveche para comer en el bar.
Un saludo. Pablo.

Rocio dijo...

Anda!! No sabia yo que Marta había cogido un bar...No se en que mundo vivo! Con esto de estar tan lejos a veces se nos pasan estos detalles. Pues me alegro mucho, además Marta es una tía muy campechana y habladora asi que seguro que tiene a los clientes contentos. Mucha suerte con tu bar Marta!!

Anónimo dijo...

Martaaaa...ves preparandooo unasss raspas de cecinaaa y de chorizooo que en breve estoy ahi...jajjaja....me alegro que todo te vaya bien..muchosss besossss...Laura