martes, 30 de diciembre de 2008

Los Astures (de aquí) y los Arboles

Bueno, pero algunos podrían preguntarse, después del Cuento Navideño de ayer, si no se me habrá ido la pinza y me habré ido totalmente por las ramas, hablando de esos temas en un blog que se llama Hijos del Teleno y que pretende girar mucho en torno a Tabuyo (y otros pueblos).

Pues no, no me he salido del tema, pero sí he ido a parar a los tiempos inmemoriales de los primeros pobladores de aquí, de estos lugares, algunos de cuyos descendientes fueron las tribus astures, que recibían diferentes nombres. Por ejemplo, en el valle del río Duerna vivían los Orniacos. Todo esto era, pues, un lugar de "tribus", aunque la historia las resume como Astures. Para quien no lo sepa, el rio Astura era el Esla, que baja hasta Zamora y, por lo tanto, el territorio Astur se extendía desde la actual Asturias asta allí. Lo que sí es más conocido por todos es que el Monte Teleno era considerado sagrado por los indígenas locales con los cuales se toparon los romanos.

Pero mi cuento va un poco más atrás en el tiempo, y precisamente dada la "inmemoriabilidad" de esas épocas, lo que digo puede ser verdad, o no, o ser tan sólo una verdad aproximada o a medias. Sí, vaya usted a saber. Cuando no hay apenas datos arqueológicos que muestren gran cosa, es difícil acertar. Pero me baso en bastantes cosas que sí se saben acerca de las tribus paganas que ocupaban media Europa y de cómo eran la tierra y el paisaje entonces. Son puntos comunes, con lo que casi seguro que, aunque aquí no fuera exactamente así, se le parecía mucho.
Y son:

1 - Verdaderamente, el bosque ocupaba la casi totalidad de Europa, y también de España. Incluso en la zona de lo que hoy se llama la maragatería, es casi seguro que todo estaba cubierto de encinares y robledales. El pinar de Tabuyo es, en su mayoría, reciente, pero al parecer también existen restos arqueológicos que avalarían la existencia de pinos en esta zona. O sea que, aunque no hubiera un pinar como el de ahora, lo que es seguro es que bosque había, y no sólo aquí, sino en toda la maragatería y el valle del Duerna, por supuesto.

2 - Dado que las tribus prerromanas que ocupaban medio continente y media península eran eso, tribus, y que vivían en núcleos de población pequeños, y que no empleaban tiempo y energía en crear grandes infraesctructuras y obras públicas (como hacen los imperios), la explotación del bosque sin duda era más racional que la que se hizo luego. O sea, que aunque fuera de casualidad y sin intencionalidad, probablemente los primitivos habitantes de este lugar cuidaban más los bosques y se preocupaban de no esquilmarlos demasiado, no se fueran a quedar sin ellos. Vamos, es que si no, se les fastidiaba el modo de vida. Por lo general, en historia y arqueología se cumple algo: a más afán monumental de una "civilización", a más tecnología y medios empleados en obras, más destrozo de la naturaleza, más expolio y más necesidad de conseguir fuera del propio territorio materiales para seguir construyendo "la grandeza" de la propia civilización. Esto se lograba una de dos, o comerciando...o robando lo de otros en terreno "conquistado".

3 - El bosque espeso que dominaba las tierras continentales europeas no fue solo fuente de riqueza y lugar perfecto de donde sacar material para la expansión de los ejércitos, las ciudades romanas, etcétera, sino que también fue una de las trabas físicas con las que se topó el Imperio Romano. Tenemos un ejemplo de esto en lo que sucedió en Teotoburgo (Germania). Los curiosos pueden leer, haciendo clic AQUI , un articulito que habla de los legionarios romanos y su pavor al bosque.
Bien, tal vez aquí en Tabuyo el bosque no fuera una selva tan espesa como aquella, pero es posible que estos paisajes empezaran a ser esquilmados de árboles entonces, aunque sólo fuera para la explotación de las importantes minas de oro que aquí había. (Un tema, ese del oro y la minería romana, del cual tendré que hablar algún día) También me pregunto si los ejércitos no acabarían con los bosquecillos que les molestaban en su meta de dominar los castros, lugares donde vivían los indígenas. Pero esto ya es presuposición mía. Me los imagino muy bien, a los legionarios romanos, talando árboles a diestro y siniestro para "ver mejor" el camino hacia esos endiablados bárbaros, o para no ser atacados por sopresa por ellos. El director de la película "Gladiator" debió tener la misma imaginación que yo, y por eso en sus escenas iniciales el bosque original (y su destrozo) acompañan a las siniestras escenas de la guerra entre los romanos y los bárbaros.

4 - En un nivel espiritual, mental y emocional, es seguro que los árboles y los bosques eran algo muy importante para los antiguos pobladores europeos, inclusive (claro está) los de aquí, el sitio que hoy se llama Tabuyo :-). Esta deducción se basa en las crónicas históricas (historiadores romanos en adelante) pero también en las innumerables tradiciones que aún hoy perviven en los pueblos europeos, y que giran en torno a los árboles.
Pongo aquí un extracto de lo que J.Frazer, un estudioso de principios de siglo, recopiló acerca de lo que llamó "culto a los árboles" en toda Europa. Este señor se dedicó a investigar durante años las tradiciones populares, el folklore, los mitos perdidos en los pueblos, aldeas, etc, y lo narró todo en un tocho-libro titulado "La Rama Dorada", que resulta que tengo en casa y que es de donde saco esto. Explica cosas así:
" En la historia de la raza de Europa, la adoración de los árboles ha jugado un papel importante. Nada puede ser más natural: en la aurora de la historia, Europa estaba cubierta de inmensas selvas vírgenes, en las que los escasos claros deberían parecer islas en un océano de verdor.
Hasta comienzos del siglo I antes de nuestra era, la selva herciniana se extendía hacia el Este del Rhin a una distancia vasta y desconocida. Los germanos que fueron interrogados por el Cesar dijeron que habian viajado 2 meses (!) a través de ella sin alcanzar su final. Cuatro siglos después fue visitada por el emperador Juliano, y la soledad, oscuridad y silencio de la selva parece que hicieron profunda impresión en su naturaleza sensible. Declaró que no conocía nada semejante en el imperio romano.
En la misma Inglaterra, los bosques de Kent, Sussex, y Surrey son restos de la gran selva de Andérida, que en su tiempo cubrió la totalidad del Sureste de la Isla... En el reinado de Enrique II los londinenses cazaban todavía el jabalí y el toro salvaje en los bosques de Hampstead...
Las excavaciones de los restos de palafitos de pueblos antiguos en el valle del Po (Italia) han demostrado que mucho tiempo antes del crecimiento y de la fundación de Roma, el norte de Italia estaba todo cubierto de bosques espesos de olmos, castaños y prinipalmente robles. La Historia aquí confirma a la arqueología, pues los escritores clásicos hacen muchas referencias a las selvas italianas que ahora han desaparecido. Hasta el siglo IV antes de Cristo, Roma estaba separada de la Etruria por la temible selva Ciminiana, que Tito Livio compara con los bosques de Germania. Ningún comerciante, si podemos confiar en el historiador romano, penetró nunca en sus soledades impracticables, y se consideró aventura temeraria la del general romano que después de enviar a dos exploradores a registrar sus intrincadas espesuras, condujo al ejército por la selva...
En Grecia, los bellísimos bosques de pinos, robles y otros árboles todavía subsisten en las laderas de las altas montañas de la Arcadia...mas todos estos bosques son simples fragmentos de las selvas que revestían grandes comarcas de la Antigüedad y que en una época aún más remota abrazaban la península griega de mar a mar.
En una investigación que Grimm hizo de las denominaciones teutónicas de "templo", deduce que entre los germanos, los más viejos santuarios fueran los bosques naturales. Sea como quiera, el culto a los árboles está bien comprobado en todas las grandes familias europeas...
Entre los celtas nos es familiar a todos el culto de los druidas al roble, y su palabra antigua para "santuario" la creemos idéntica en origen y significado a "nemus", un bosque o boscaje abierto...
La severidad del culto...puede deducirse de las penas feroces que señalaban las antiguas leyes germánicas para el que se atrevía a descortezar un árbol vivo: cortaban el ombligo del culpable y lo clavaban en la parte herida del árbol obligándole a dar luego vueltas alrededor, de modo que quedasen sus intestinos enrollados al árbol...Era vida por vida, la vida de un hombre por la vida de un árbol.
En Upsala, la vieja capital religiosa de Suecia, había un bosque sagrado en el que todos los árboles estaban considerados como divinos...
Los lituanos no fueron convertidos al cristianismo hasta después del siglo XIV, y entre ellos, por entonces aun era muy importante el culto a los árboles: unos reverenciaban grandes robles, otros grandes árboles umbrosos de los que recibían respuestas oraculares, y otros cuidaban bosquecillos sagrados cercanos a sus casas, en los cuales quebrar una ramita hubiera sido algo pecaminoso...
Cuando el misionero Jerónimo de Praga estaba persuadiendo a los lituanos para que derribasen sus bosques sagrados, una multitud de mujeres rogó al príncipe de Lituania que le detuviera, diciendo que con los bosques destruía también la casa del dios que les favorecía con lluvia y buen tiempo..."

Obviamente estas mujeres eran más perspicaces que el misionero: aunque no supieran bien por qué, ¡si conocían el hecho de que, sin bosque, las lluvias se vuelven más escasas! Pero bueno, hay muchos más estudios acerca de la importancia de los árboles para los antiguos pobladores de las tierras europeas. Aquí no puedo alargarme infinitamente, pero aún pondré una más, porque es ilustrativa del encono del Imperio contra los árboles:
" Lucano describe en su “Farsalia” (III, 399-455), un bosque sagrado de tejos próximo a Marsella que Cesar mandó abatir. Entre los horrores que habitaban el lugar describe: "La leyenda decía que a menudo mugían con terremotos las cóncavas cavernas; se hablaba de tejos tumbados que se levantaban de nuevo, de marañas que brillaban en llamas sin consumirse y de dragones que se deslizaban enroscados a los troncos”. El propio Cesar empuñó el hacha para vencer el pavor que esta selva despertaba en su ejército. Pero los tejos que se levantan de nuevo pueden contemplarse aún en la tejeda; la vitalidad de este árbol es tan impresionante que aún caído, en posición horizontal, conserva las raíces que le permiten no solo sobrevivir, sino rehacerse enteramente, convirtiendo sus ramas laterales en ejes verticales y levantándose así literalmente del suelo." (Cita extraída de un artículo sobre el tejo, de Ignacio Abella Busgosu)

5 - Por último, teniendo en cuenta lo anterior y basándonos además en cosas más próximas, de nuestras localidades, por aquí aún se conservan tradiciones que giran en torno a los árboles. En algunos pueblos que son "Hijos del Teleno" aún hubo hasta hace poco la costumbre de sentarse o reunirse bajo grandes árboles para dirimir los asuntos de la comunidad. Se podría argumentar que esto se hace por un motivo práctico, y no sentimental, pues a fin de cuentas el árbol resguarda. Pero si sólo se tratara de sentido práctico, bien podrían reunirse a discutir eso en la iglesia o en algún almacén, pajar o techado cualquiera. Y no, se iban bajo el árbol. Para mí, eso responde a un sentimiento inconsciente de amistad con los árboles, una especie de reconocimiento de que la compañía del árbol es "buena cosa" para el ser humano, y que de él emana no sólo resguardo de la lluvia, sino algo más...fuerza, protección, y ¿quién sabe si hasta cierta sabiduría? También hay pueblos donde, hasta hace poco, se plantaba un árbol por cada niño que nacía (como por ejemplo en Villalibre de Somoza). Esta costumbre está extendidísima por toda Europa y nos habla de un tronco común en las creencias de todas las tribus paganas que poblaban el continente.




(Plantel de árboles de los niños en Villalibre de Somoza. Fotografía de Juanjo Martínez. Haz clic AQUI para ver su comentario al respecto.)

En fin, que si tenemos en cuenta todos estos puntos, fácilmente podremos deducir que en NUESTRA historia local, antes de lo que se conoce por la romanización, el bosque y los árboles tenían una enorme importancia no sólo a nivel práctico sino también en un plano sentimental y espiritual.

Esto me lleva a la conclusión de que somos muy afortunados por poder vivir aquí, donde aún hay un enorme bosque que puede recordarnos lo que era la vida natural en su esplendor. Para los tabuyanos, el bosque sigue siendo hoy muy importante, sobretodo porque se le considera, y con justicia, una fuente de riqueza material. Uno podría ponerse romántico y desear que el amor al bosque volviera a florecer en el corazón de los habitantes de aquí y les motivara a seguirlo protegiendo y cuidando, AUNQUE no pudieran sacar de él beneficios económicos. Pero, por si acaso, mejor me atengo a lo práctico, y lo práctico es que hay muchas maneras de entender la riqueza que un bosque puede proporcionar. Por ejemplo, en el futuro tal vez muchas personas vuelvan a acudir a los bosques, ansiosas por revivir ese "nosequé" interior, la sensación de volver a formar parte de la naturaleza, o simplemente para respirar el aire tal y como debe ser, (= limpio), y curarse un poco...Pues lo que sí está claro hoy para todos es que el bosque= salud.

Somos como las celulitas que viven alrededor y dentro de un pulmón, y nos toca a nosotros cuidarlo, protegerlo, o al menos pensar las maneras en que esto pueda seguirse haciendo en el futuro. Así que brindo por los bosques y por los árboles, ¡que tengan larga vida y que seamos dignos compañeros de ellos!
...



lunes, 29 de diciembre de 2008

Antigua Navidad...en el Bosque

(Pintura que representa el choque entre religiones paganas y la religión cristiana. Los sacerdotes ordenan cortar un árbol sagrado de una tribu, en este caso un roble situado en un pueblo alemán. Aunque no estamos en Alemania, los métodos de cristianización fueron similares en toda la Europa pre cristiana, con lo cual la imagen puede ilustrar las posibles escenas que sucedieron aquí. (1))

Aviso: ¡Esta entrada es LARGA!
Vale, dicho esto...
Una vez dije que algún día contaría algo acerca de las tribus humanas que vivían aquí antes de la romanización y posterior cristianización, y resulta que ese día ha llegado. Pero, dado que estamos en fechas de cuentos (Navidad, ¡oh, dulce Navidad!, la la lá) voy a contar una historia que quién sabe si es verdad, o pudo serlo. Me remontaré a épocas muy remotas, pues tal vez sean incluso anteriores a los famosos Astures, gentes que poblaron esta zona donde vivimos según la documentación histórica conocida.

¿Y porqué irme tan atrás en el tiempo? Bueno, habrá otras ocasiones para referirse a las tribus astures y hablar acerca de lo que se sabe, o se dice que se sabe, acerca de ellos. Y se verá que es más bien poco, porque, vamos a ver ¿quién escribió la historia? ¿Quién documentó las supuestas costumbres, creencias, etc. de las tribus prerromanas? Pues, obviamente, los conquistadores y vencedores, los mismos romanos. Y, tal y como sucede tan menudo, ¡es tan difícil ser objetivo cuando narras las maneras de vivir de gentes a las que ni conoces bien, ni juzgas con muy buenos ojos, porque a lo mejor hasta quieres justificar tu dominio sobre ellos...! Hay historiadores que logran un mínimo de precisión y objetividad en sus crónicas, pero otros son meros propagandistas del poder de turno (que les paga o mantiene a cambio de que escriban lo que escriben). Esto sucede hoy y ha sucedido en todos los tiempos. Además, incluso queriendo ser objetivo, la ignorancia acerca de aquello sobre lo que se escribe, juega muy malas pasadas al más honesto de los cronistas.

Un proverbio indio decía algo así: "Si quieres comprender a tu enemigo, has de andar mucha distancia con sus mocasines puestos". Es decir: si quieres saber de verdad cómo siente y cómo piensa el otro, tienes que haber vivido con él, sumergido en su contexto, ocupado en sus actividades, compartiendo su tiempo, sus relaciones, etc. Sólo así es posible aproximarse de verdad a la realidad de un pueblo diferente. Esto, muchos antropólogos de hoy lo saben y lo practican (o intentan), pero esta estrategia de conocimiento no ha sido ni es moneda común para todos. Mi pregunta es: ¿qué sabían realmente los cronistas oficiales romanos de los astures? Es más: ¿qué quisieron saber? Realmente, no estoy segura de ello. Ante la duda, supongo que en sus noticias hubo de todo, verdad y malinterpretación a partes iguales.

Con lo cual...Bueno, ya que es difícil saber a ciencia cierta algunas cosas antiguas, y tal vez sólo la imaginación nos acerque a la verdad, me he permitido soñar un poco a la sombra del bosque, a partir de las pocas cosas que creemos que sabemos de los astures. ¡Quién sabe, del mismo modo que Julio Verne imaginó realidades que luego resultó que se aproximaban mucho a lo que habría en el futuro, tal vez sea posible imaginar cosas que se aproximen a realidades pasadas! Bien, pues este es el resultado de una ensoñación navideña en el bosque tabuyano ;-), o un cuento que surgió de los árboles. Dejaré, pues, que sea "Su" voz la que hable.

...


" Hace muuucho, mucho tiempo, los seres humanos que poblaban estas tierras y muchas otras extendidas por el continente europeo, estaban plenamente unidos al bosque. Esto era cierto en dos sentidos. Por un lado, sus poblados estaban literalmente sumergidos en enormes e infinitas masas boscosas que, como un mar verde, cubrían todas estas tierras. Por otro lado, el corazón y los pensamientos de las gentes estaban unidos al bosque. Lo comprendían, lo conocían, contaban con él y actuaban de manera acorde a los ritmos de aquel inmenso conjunto de vida natural. Tal como un marinero conoce y ama al mar, aquellos hombres antiguos conocían y amaban al bosque. Vivían gracias a él, pues de él extraían todo su sustento y lo necesario para construir refugios, calentarse, etc, pero al mismo tiempo cuidaban de comportarse de manera sabia y respetuosa, de manera que el bosque continuara siendo ese mar rico y poderoso que conocían"

"Y del mismo modo que los marineros viejos tejen leyendas acerca del mar, sus pobladores, sus virtudes, maravillas y peligros, los antiguos seres humanos de estas tierras tenían sus creencias, leyendas y mitos al respecto. Es más, si entre ellos existió alguna cosa similar a la religión actual, ésta giró en torno al bosque y sus individuos más preponderantes, física y materialmente hablando: los SEÑORES ARBOLES. Les quedaba muy claro, a los antiguos, que sin los árboles nada podía ser, ni sostenerse, en aquel verde escenario vital. Además, los animales, aunque obviamente eran muy importantes, podían desplazarse según su capricho, ahora estaban y ahora no estaban, pero los árboles siempre permanecían ahí "

" Era natural y sabio, pues, contar no sólo con su presencia...sino incluso actuar de manera que los árboles fueran favorecidos por los seres humanos o, por lo menos, no dañados sin verdadera necesidad y sin aplicar remedios que restauraran las heridas hechas en el bosque. Existían leyes que protegían la vida arbórea y reconocían sus derechos como "individuos" no sólo imprescindibles para la vida, sino también respetables y dignos. Es más: entre los más religiosos y místicos de entre todos aquellos antiguos humanos, se buscaba no sólo cuidar y respetar a los árboles, sino tener en cuenta su "opinión", sus gustos y preferencias, y no actuar en desacuerdo con esto. Antes de cortar ramas de cualquier señor arbóreo, pues, se le pedía permiso y, si el hombre percibía en su corazón que no habia tal, se buscaba a otro árbol que sí condescendiera con la tala de sus ramas. Indudablemente ¡eran otros tiempos!"

"Alguien pensará que, si se miraban así las cosas, muy poco aprovecharían aquellos antiguos la riqueza de sus bosques. Bien, pues no es verdad, ¡palabra de árbol que no lo es!. Lo que sucedía en aquel tiempo inmemorial era tan diferente a lo que se vive hoy, que resultará increíble cuando lo digamos: los señores árboles y los seres humanos vivían una profunda relación de amistad. Oh, sí, tal y como sucede entre amigos, a veces se enzarzaban en disputas, o se pasaban días sin dirigirse la palabra...pero al final siempre hacían las paces, porque en realidad se querían y no sabían vivir el uno sin el otro"

" Entonces, por fantástico que parezca hoy, los seres humanos y los árboles hacían PLANES juntos...e intercambiaban favores, se prestaban riquezas mutuamente y se ayudaban cuando lo necesitaban. Así, los árboles cedían parte de su leña, y los humanos parte de su tiempo y energía para ayudarles, por ejemplo si sucedía un incendio, o si algún trozo del bosque sufría enfermedad o se encontraba tan lleno de madera muerta que empezaba a resultar insano para todos. Los hombres procuraban extraer los materiales del bosque con sensatez y equilibrio, y los árboles estaban contentos con aquella manera de convivir"

" De esto a la idea de hacerse REGALOS mutuamente, no hay más que un paso. Al ser humano le gustó enseguida la idea de dar algo al bosque porque sí, del mismo modo que el bosque le daba a él tantas cosas...Y es aquí donde llegamos al tiempo de Navidad...porque...¿os habéis preguntado alguna vez de dónde procede la costumbre de poner árboles navideños? ¿Y por qué, en tantos lugares, se adornaban éstos con frutas, galletas, y cosas comestibles? Bien, pues hoy os vamos a dar nuestra versión, que para eso este es un espacia de cuentos, para poder decir la verdad de una manera diferente"

" Con diciembre, se instalaba ya definitivamente cada año el tiempo frío en estas tierras. Si en noviembre las nevadas tanteaban el terreno, en diciembre ya no había vuelta atrás. El frío y los días cortos hacían de este mes la puerta oficial del invierno, el inicio de los meses más duros. Después de la abundancia otoñal, el bosque quedaba como una despensa vacía en tiempo de obras y limpieza. Se desnudaban muchos árboles, la humedad podría las ramas muertas, que caían al suelo, y la nieve y el hielo cubrían a grandes clapas ramas, arbustos y sotobosque que, en otros tiempos, estaban llenos de flores o frutos"

(En la foto de arriba, nieve en el bosque de Tabuyo)

" Mientras tanto, los seres humanos recién acababan de llenar sus despensas después de las cosechas, y, ralentizando su vida y sus actividades, se disponían a vivir de lo guardado y de la ganadería y la caza. Entonces, tal y como sucede entre buenos amigos, se les ocurrió a aquellos antiguos que estaría bien compartir parte de sus bienes con el bosque, y del mismo modo que se hacían fiestas entre familias de humanos para celebrar cosechas, cazas y matanzas, muchos decidieron ir al bosque y ofrecerle regalos para aliviar la escasez de los meses más duros. Claro que ¡esta idea sólo es concebible desde la vivencia de una profunda amistad con el bosque!"

" Así, los individuos que tenían mayor facilidad para "comunicarse" con los árboles, propusieron colgar en las ramas de alguno de ellos estos regalos, ofrendas de los seres humanos de la tribu, para que todo aquel habitante del bosque que lo necesitara o deseara, pudiera darse un pequeño banquete. Sí, sabemos lo que vais a decir: ¡los animales ya hacen su despensa y no necesitan a los seres humanos...! Bueno, sí, generalmente es así pero, en primer lugar, a veces pasan cosas inesperadas hasta para los sabios animales. En segundo lugar, no hablamos de dar lo que otro necesita, sino de regalar lo que otro puede disfrutar. Es bello dar MAS de lo que otro ser necesita. En eso consisten los verdaderos regalos de los Reyes Magos, ¿no? Si te regalan sólo algo "útil" está muy bien, pero no es lo mismo que si te regalan ADEMAS algo que te hace tremenda ilusión"

" Aquellos antiguos pobladores, los hermanos y amigos del bosque, sabían muy bien que esto se cumplía para todos los seres vivos, no sólo para los humanos, con lo cual se dijeron: ¡Regalemos cosas muy ricas al bosque! Y se dedicaron incluso a hacer postres (galletas, panecillos) para colgarlos de los árboles, y dieron parte de los mejores frutos de sus despensas para depositarlos en las ramas invernales"

" Y, para ponerlo más fácil, a la larga decidieron elegir un árbol entre todos para que, por siempre, fuera "El Arbol de las Ofrendas". De este modo, todos los seres del bosque sabrían dónde ir a buscar los regalos, o dónde ir a buscar ayuda "humana" en caso de necesitarla. El regocijo interior que produjo la instauración de estos actos en el corazón humano, que no eran más que generosidad pura movida desde la amistad, fue de tal envergadura, que terminaron cantando y danzando alrededor del Arbol de las Ofrendas. Porque sí. Porque se lo pedía el cuerpo, alegre por el fuego del corazón, pues el corazón siempre se alegra cuando da. Y de ahí, con el tiempo, terminaron haciendo una fiesta en la que no faltaba la hoguera de fuego, y hasta la comida y la bebida para los participantes. Esas "Fiestas del Dar" se disfrutaban tanto que se recordaban el resto del año con alegría, y cuando se acercaba el tiempo de diciembre, todos las esperaban y preparaban con ganas"

" Pero pasó el tiempo y, como sucede con todas las costumbres y tradiciones, se fue perdiendo el sentido de aquello. Los seres humanos, agobiados por los cambios sociales y las dificultades nuevas que surgían cada cierto tiempo, fueron olvidando la esencia de la amistad con el bosque, y el origen de la fiesta. Cuando, al cabo de un tiempo, llegaron los romanos y terminaron aplastando las formas de vida antiguas, el olvido terminó siendo completo. Para los muy organizados y "civilizados" ejércitos que irrumpieron en estas tierras, el bosque no era más que un incordio, pues suponía una fuente de posibles emboscadas y una dificultad en la visión panorámica de los estrategas de guerra...y una fuente de riqueza más que explotar. (Pues, por si algún ingenuo aún cree lo contrario, diremos que El Imperio no ama a los árboles...aunque diga que sí, en realidad sólo quiere el "oro" que puede extraer de ellos)"

" Una vez muertos los últimos sabios y conocedores de los residuos de la Amistad entre Arboles y Humanos, y de la Comunión entre el Bosque y los Humanos, las ideas del imperio romano, iguales a las de otros tantos imperios, se volvieron dominantes en la población. Es más, tanto si a las tribus "paganas " (que, por cierto, esa palabra significa "rurales") les gustaba como si no, tuvieron que ver arrasados sus bosques, o casi. Y, con el paso de las generaciones, todos entraron de un modo u otro en una ley del comercio con las riquezas del bosque que, siglos atrás, jamás hubieran aprobado. ¿Cómo hubieran podido concebir los antiguos la idea de "vender" la carne-madera de un árbol amigo? ¡Les hubiera parecido una afrenta y un insulto que alguien les propusiera semejante cosa!"

" ¿Y qué hubieran dicho los antiguos Amigos de los Arboles y los que-eran-unos-con-el-Bosque, si hubieran visto la tala masiva de los Grandes y Maravillos Arboles de las Ofrendas, considerados sagrados para ellos? ¿O si hubieran visto que, en otros casos, intentaban reconvertir su Arbol de las Ofrendas en el signo de una religión que ni entendían ni amaban? Hubieran llorado hasta morir, o hubieran emprendido la guerra contra aquellos desalmados que...Bueno, de hecho lo hicieron, aunque fuera una guerra con todas las de perder. Pero ¿cómo quedarse impasible, de brazos cruzados, cuando ves que otros arrasan y se adueñan de lo que ha sido tu hogar querido (el bosque), y los lugares en los cuales has sentido más cerca al fuego de la divinidad en el corazón (los Arboles Sagrados con sus "Fiestas del Dar", por ejemplo)?. Bien, si existen los fantasmas, sin duda no han de estar muy contentos con todo lo que aconteció...y continuó sucediendo siglos después de su muerte. Otros fantasmas tal vez se echen las manos a la cabeza y, como los galos del cómic de Astérix, digan, aún hoy, viéndonos a nosotros: ¡Están locos estos romanos!"

" Porque claro, ¿qué ha pasado hoy con los Arboles de las Ofrendas? ¿Qué queda de todo aquello? Bien, llegó la nueva religión impuesta por el imperio romano, y con ella los sacerdotes oficiales, esforzándose en borrar los últimos vestigios de costumbres paganas (e insistimos en que pagano significa "rural") o retocarlas a su antojo, para disimular su origen. ¡Desde luego que aquellos sacerdotes no entendieron nada! Si hubieran conocido la esencia de los arboles de las Ofrendas, tal vez hubieran visto que no había nada de pecaminoso en ellos. Pero...¡ah, querían la exclusividad en las costumbres! No querían competencia. Eran como aquellos apóstoles cabezotas que reñían a otros sanadores en tiempos de Jesús, porque "no eran de los suyos". ¿Y qué hizo Jesús?. Pues bien, riñó a sus seguidores y les dijo: No les reprendáis ni se lo impidáis, porque no hacen nada malo, sino al contrario. Eso que hacen, además, no va contra mí."
" Pero bueno, los tiempos de la cristianización fueron diferentes por estas tierras, y progresiva pero implacablemente se recortó la libertad de culto y de costumbres a todo aquel que no actuara desde las normas de la iglesia. Luego, se retomaron las costumbres y tradiciones que no había modo de terminar de eliminar de la mentalidad de los paganos y se las reconvirtió en otras cosas. Han pasado siglos y hoy vemos que ha ido sucediendo algo tristemente irónico. Es como si todo se hubiera vuelto del revés y el ser humano, enloquecido, jugara a los disparates. ¿y por qué decimos estos? Bueno, pues porque hoy, en lugar de ir al bosque para hacerle regalos, el ser humano va al bosque para cortar arboles y llevárselos a SU casa. Por supuesto, ni pide permiso ni da las gracias, ni chorradas de ésas. El bosque es de todos y yo me llevo de él lo que me parece, ¿pasa algo? Y si me lo ponen difícil, cultivaré árboles para cortarlos cuando se me antoje y punto, que para eso el ser humano es el rey de la creación. ¿O no?"

" Luego, en lugar de colocar en el árbol regalitos para los seres del bosque, el hombre pone en él adornos inútiles y estúpidos que nadie puede comer, y encima fabricados con materiales irreciclables (en su mayoría), es decir: ¡no es nada pensado PARA la naturaleza, sino al contrario! Hoy, el ser humano lo quiere todo para sí, como un niño malcriado. Pone adornitos chulos y brillantes para que su casa esté guay, y hale, ya está. Y si en algún hogar se siguen cocinando galletitas para colgar del árbol, o colgando chucherías en él, es para que los ya sobrealimentados niños de la familia se los coman, ¡no vaya a ser que pasen hambre, los pobrecitos!"

" Para remate de la tergiversación de las cosas, y como a fin de cuentas el ser humano, por lo menos el de todo este continente europeo, sigue siendo un HIJO DEL BOSQUE (lo quiera saber o no), y en su interior más recóndito añora, aunque sin darse cuenta de ello, la belleza NATURAl del bosque en aquellos días antiguos, pues ¡hale!, vamos a colgar en el arbolito adornos que IMITEN esas cosas bonitas que ya nunca vemos y hasta pisoteamos con nuestro civilizado modo de vida: los cristales de nieve pura brillando en las ramas, las luces del arco iris creadas en las gotas de rocío y de escarcha, etc. Para eso, colguemos lucecitas eléctricas y demás cosillas que hagan brillos "como aquellos"...o que por lo menos lo parezcan. Así nos sentiremos mejor. ¡Quéeeee bonitooo!"

" Pero claro, estos chismes y adornitos, lindos pero artificiales todos ellos hasta un extremo enorme, tampoco ayudan precisamente a la naturaleza...sino que la exprimen más primero (energía eléctrica, materias primas) y la ensucian más después (basuras indigeribles) Para colmo, el ser humano "civilizado", con los sentidos satisfechos por esas chucherías que son un sucedáneo de la verdadera naturaleza, se abstiene de ir a ella y conocerla. Cada vez menos personas tienen un contacto continuado con los espacios naturales y libres. Y también quedan cada vez menos de éstos espacios"

" Así, mientras el ser humano recarga sus casas de regalos para sí mismo y su grandísimo ego, el bosque se va reduciendo, aislado y diezmado cada vez más por las zonas "civilizadas", que no paran de extraer de él materia y riquezas varias. La comunicación entre humanos y árboles se perdió hace tanto, que ya no hay quien la recuerde o sepa ponerla en práctica, y si alguien propusiera hacer leyes que remarcaran derechos naturales de los árboles, lo tomarían por un chiflado o algo peor. Hombres y árboles caminan por sendas separadas de tal modo que, en las pocas ocasiones que se contempla seriamente la conservación del bosque como una meta, se hace por criterios puramente económicos. ¿Quién recuerda la amistad...y aquel calor del corazón...?¿Quién puede llamarse a sí mismo Hijo del Bosque, Familia de los Señores Arboles? ¿Quién siente en su interior la música de las almas arbóreas, y nota el anhelo de volver a aquel hogar de siempre...y celebrar en él las fiestas del dar?"

" Pero ¿cómo podría nadie vivir esto, si ni siquiera recuerdan que son hijos de la naturaleza, algo tan obvio? Es más, muchos ni siquiera consideran a las cosas naturales muy adecuadas o correctas. Quieren rectificarlo todo, cablearlo todo, organizarlo todo con sus cuadrículas, cementos, asfaltos, microchips...Bueno, pero evidentemente no contamos el cuento para ellos, sino para los que sí sienten el deseo de "volver a casa" en el corazón, es decir: el deseo de volver a vivir la AMISTAD con el bosque"

" Pero no vamos a irnos sin terminar de dar una última explicación. Algunos se preguntarán qué relación hay entre la amistad con los árboles y poner regalitos comestibles en sus ramas. A fin de cuentas, ¡un árbol no se puede comer eso! ¿No es un poco ingenuo pensar que sobrecargar un árbol de cosas para otros seres vaya a gustarle? ¿De qué le sirve eso, al árbol?"

" Bueno, si os preguntáis eso es que no entendéis aún cómo "piensa" un árbol. Cuando se le ocurrió al primer ser humano hacer regalos a los árboles, no había en su mente gran diferencia entre éstos y el bosque, del mismo modo que casi no la hay entre el agua y los peces del mar. Y cuando aquel ser humano preguntó en su corazón a los Señores Arboles qué cosa les hacía ilusión, éstos le respondieron:
- Nosotros somos felices si los seres del bosque están bien y son felices. Nos gusta dar, así que si quieres, puedes "disfrazarnos" de árboles-mesa-de-banquete para todos nuestros amigos: pájaros, insectos, ciervos...¡Nos encantará sentirnos reyes generosos por un día, en estos meses de duro invierno que corren!"

" Al ser humano le pareció todo muy lógico, así que siguió muy contento esta sugerencia. A fin de cuentas, no sólo en el corazón del árbol, sino también en el del ser humano está la semilla del deseo de dar, y del disfrutar haciéndolo. Es por eso, y no por otra razón, que aun hoy los adultos siguen este impulso y, aunque no saben muy bien porqué, se disfrazan de Reyes y Papá-Noeles en Navidad. Es para dar algo, para regalar más que lo estrictamente necesario, para vivir el arder del corazón que producen tanta ilusión y regocijo"

" Hum...nos ha quedado un cuento un tanto duro...Pero tal vez no pudimos evitarlo, pues somos árboles y estamos en tiempos difíciles para nosotros como especie. Intentaremos equilibrarlo ahora...Hum...veamos...veamos...¡Ah, claro! ¿Cómo se nos olvidaba? ¡Qué cabeza la nuestra! Sí, hay un posible final feliz en este cuento, por lo menos para todos aquellos que así lo deseen vivir. Y, como no podía ser menos, puesto que estamos en Navidad, este final feliz gira en torno al Niño Jesús"

" ¿Qué, os sorprende? ¿Creíais que, como somos voces "paganas", no queríamos tener nada que ver con semejantes cosas? Ah, es que no nos conocéis...ni sabéis lo que pensamos. Porque vamos a ver, el Niño Jesús, ¿qué es? ¿No es alguien que reúne en su corazón a todos los seres? ¿No se dice que es el Amor Encarnado? ¡Ah, nosotros estamos seguros de que no fue casualidad que naciera en un pesebre, junto a unos animales! Segurísimo que también los apreciaba y los quería como compañeros de juegos. Es más, una vez creció, fue alguien que habló muy bien de los árboles, hasta el punto de que comparó al Reino de Dios con un árbol que crecía y que daba cobijo a muchos en sus ramas. ¡El Niño Jesús sí que nos conocía bien, vaya que sí! Por eso en su peor momento, cuando presentía su desagradable muerte, se refugió en un huerto de olivos...Ellos le ayudaron, dándole fuerzas. ¡Todos los seres de la creación le respaldaban y conocían, porque él los reconocía y apreciaba a todos!"

" Entonces, sí, sentimos este final tan poco afín a los gustos rebeldes de algunos, pero vamos a concluir este cuento diciendo que sólo el Niño Jesús nos puede salvar. Confiamos en él. Sí, estáis leyendo bien. Sólo el Niño Jesús nos puede salvar, por lo menos en estas tierras, porque sólo el nacimiento del Amor Encarnado, del Amor que reúne a TODOS los seres en el corazón, puede devolver al ser humano la cordura perdida. ¿Y dónde debe nacer este Niño? Bueno, esto se ha repetido mil veces, pero parece que no se entiende: en el corazón de los seres humanos, obviamente. Ha de surgir de ahí de nuevo la semilla del fuego que arde con la amistad hacia todo lo creado, y ha de volver a surgir el regocijo de la generosidad pura"

" Así pues, el día que muchos, incluso los que se llaman a sí mismos cristianos, vivan el nacimiento del Niño en sus corazones de verdad, nos empezarán a mirar a nosotros de otra manera, a los olvidados Señores Verdes, al resto de los maltratados hermanos del Bosque. Ese día el ser humano empezará a caminar en dirección a la perdida comunión con la naturaleza, y volverá a amarla y a cuidarla como su hogar. Quien piense que la ciencia, con sus avisos sobre cambios climáticos, posibles catástrofes y hambrunas, o la economía, con sus planes de optimización de recursos, van a poder parar la debacle natural, están equivocados. Nada puede parar la debacle salvo el retorno de la cordura del ser humano, y ésta precisa del corazón. La ciencia y la economía son cosas que ayudan y pueden ayudar más, pero sólo si están unidas y alineadas con un corazón despierto, un corazón que se siente y se sabe hernano del resto de los seres de la creación. De otro modo, es muy fácil empezar a "vender" al hermano, es demasiado fácil andar la senda del egoísimo y la traición, aunque uno se diga a sí mismo que no se trata de eso, sino de acciones (incluso) altruístas y buenas para todos. Con el corazón muerto o dormido, el ser humano es ciego"

" Algunos, a lo largo y ancho del planeta, han vivido el nacimiento del Niño-Amor en sus corazones, y han pasado a vivir en comunión con el resto allá donde fuera que estuvieran. Son personas que han cuidado de su entorno y de todos los seres vivos que les rodeaban con el mismo mimo con que cuidan a sus hermanos humanos. ¿Habrá más...? Somos viejos, conocemos lo que ha sucedido y notamos lo que está por germinar, por suceder. Sin embargo, no vamos a profetizar nada. No hace falta. Nos conformamos si, cuando miréis a un Arbol de Navidad, os paráis a considerar cómo eran las cosas en principio y lo muy absurdas que se han vuelto. En cuanto al Bosque, éste sigue ahí, al lado de vuestras ciudades y de vuestras casas...sigue siendo vuestro hogar ancestral abandonado. Podéis ir algún día a visitarlo, y, llamando a su puerta con respeto, pedir un reencuentro, una reconciliación. Muchos os estamos esperando, porque ¿no lo hemos dicho ya?, en el fondo de todos los fondos no podemos vivir los unos sin los otros"

¿Será posible de nuevo la hermandad entre árboles y humanos?...


FIN

...


¡Ups! Pues no pretendía yo escribir un cuento tan moralizante, pero qué le vamos a hacer, será que se me contagia el aire sermoneador por ser Navidad. En todo caso, ya lo dije: esto no es sino un sueño traído por el bosque. Y como estamos en las fechas de las antiguas "Fiestas del Dar", quiero recuperar algo del primitivo y genuino sentido de todo esto, y lo regalo a los lectores. No es algo imprescindible ni estrictamente necesario, no es una entrada con "información" como otras, ni que hable de cuestiones más palpables. Es, como todos los cuentos y los sueños, algo que puedes tomar o dejar, al gusto del consumidor. A quien le haga ilusión y le provoque un arder en el corazón, que se lo quede. A quien no, que tenga Felices Fiestas igualmente, y que cada cual que siga su camino en paz.

Eso sí, por aquí hemos tomado este cuento con gusto. Como niños grandes, hemos decidido ir al bosque, llamar a su puerta pidiendo la reconciliación y llevarle regalos como antaño. Así que, en algún rincón perdido, a salvo de miradas de cazadores curiosos, este año vuelve a haber en esta tierra algún Arbol de las Ofrendas, ricamente vestido de galletas, uvas y bizcochitos para los seres del bosque. Todo alrededor, mientras lo adornábamos, los arbustos brillaban con sus cientos de gotitas de escarcha y nieve derretida, lanzando destellos de color en todas las direcciones. Se hizo un silencio profundo en un momento dado, tanto que sólo oíamos el latido de nuestros corazones, que se alegraban. ¡Qué bonito es dar sin más, sobretodo a quien nadie más da nada, porque está olvidado...!

Y nos pareció que todo el bosque sonreía.

Feliz Navidad :-)

...
(1) Para curiosos que quieran saber más sobre el árbol de la pintura que encabeza esta entrada, dice la wikipedia:
"Este roble era un antiguo árbol sagrado para la tribu germánica de los chatti, ancestros de los habitantes de Hesse, y uno de los más importantes sitios sagrados de los paganos germánicos. Su tala en el año 723 marcó el comienzo de la cristianización (...) del norte de Alemania.
El árbol se encontraba ubicado en el poblado de Geismar (...), y era el punto principal de veneración de Thor, al cual las tribus germanas occidentales conocían como Donar.
(El obispo) Bonifacio llegó a la zona con el objetivo de convertir a las tribus germánicas del norte al cristianismo, usando como base el campamento fortificado franco de Büraburg en el lado opuesto del río Eder. Taló el roble venerado por los habitantes locales en un intento de convencer a la población de la superioridad del dios cristiano sobre Thor y así convencerlos de bautizarse y convertirse al cristianismo. Bonifacio utilizó la madera del roble para construir una capilla en Fritzlar, fundando un monasterio benedictino y estableciendo así la primera diócesis fuera de las fronteras del antiguo Imperio Romano"

viernes, 26 de diciembre de 2008

Felicitación Navideña desde el Ayuntamiento de Luyego

Desde el Ayuntamiento de Luyego, nos llega esta felicitación en forma de carta:

Para leerla, pulsa sobre la imágen y se abrirá a mayor tamaño.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Concierto de Navidad en Tabuyo

CORAL CIUDAD DE ASTORGA EXCELSIOR

Día: Viernes 26
a las 18:00

En la iglesia de La Piedad.

La Coral Excelsior "es una agrupación integrada por unas 50 voces mixtas, que fue fundada en 1980 por el profesor D. Ángel Pérez Rodríguez, profesional de piano por el Conservatorio de León y su primer director. Su creación está vinculada a la obra cultural de la Parroquia de nuestro barrio de Rectivía y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Astorga".

Imagen tomada de la página de Rectivía
http://www.rectivia.org/p3a1-30.html


La iglesia de la Piedad es la pequeña (en la plaza), así que ¡habrá que ir pronto para coger sitio!

Más muuúsicaa

Recuerda, la misma tarde, a las 20:00 en el Val, música popular maragata.

http://hijosdelteleno.blogspot.com/2008/12/msica-popular-maragata.html


miércoles, 24 de diciembre de 2008

El Fautista Maragato...Y cómo llegué hasta aquí

Esto es una historieta personal, al estilo de lo que contaría en cualquier filandón antiguo, si es que aún los hubiera, y va de cómo es que estoy aquí y no en otro sitio. Me ha venido a la mente a raíz de la entrada de Manuel Bonilla sobre la música maragata y, aunque no es un tema "tabuyano", sí tiene que ver con Hijos del Teleno que deambulan por el ancho mundo y las cosas tan raras que a veces les pasan y/o provocan a su paso.

Y esto sucedió una bonita y soleada mañana de sábado, hará unos 8 años, cuando una servidora se encontraba en su casa, en el muy bohemio barrio de Gracia (Barcelona), tumbada en la cama, y dándole vueltas al coco (para variar). ¿Y sobre qué asunto pensaba yo, si se puede saber? Pues andaba considerando la muy exótica idea, que me perseguía sin saber por qué desde hacía meses, de ir a andar el Camino de Santiago, o no.

Aquel sábado era, como todos los sábados en mi barrio, día de mercado. Hacía calor y tenía las ventanas abiertas de par en par (Barcelona es Barcelona). En aquel entonces yo vivía sola, y disfrutaba de un viejo pero alegre apartamento en aquel barrio tan vivo y cosmopolita, con muchas calles peatonales llenas de tiendas peculiares, bares y restaurantes de todas las nacionalidades del mundo, cines para el público más cool y entendido, etc. Mi calle era una de ésas, peatonal, y por esa razón, y aunque yo vivía en un tercer piso, podía oir perfectamente todo, hasta las conversaciones de la gente que se paraba a charlar unos metros más abajo.

Y andaba, ya lo digo, a vueltas con lo del Camino de Santiago. No tenía ni idea de cómo hacerlo, ni tan siquiera sabía si estaba bien indicado, si había albergues...Bueno, hace 8 años no tenía la publicidad que tiene hoy, aunque desde siempre me constaba que era posible realizarlo. Lo que no sabía era en qué condiciones. Por eso, y porque yo no estaba entrenada a caminar largas distancias en absoluto, me preguntaba si el extraño impulso que me invadía era una chifladura, una idea de bombero más entre tantas otras o, por el contrario, una buena ocurrencia.
Y tenía que decidirlo ya, porque corría el mes de mayo y sabía que la mejor época, por cuestión de clima, sería junio o, a más tardar, julio. Entonces, para organizar mi agenda y calcular cuestiones prácticas (básicamente, el dinero del que podría disponer) tenía que llegar a alguna conclusión pronto. Y es que llevaba desde Navidad con el gusanillo del Camino metido por ahí, sin decidirme.

De repente, sucedió lo inimaginable. Empecé a oir una tonadilla musical que yo conocía muy bien. Alguien tocaba en mi calle, y a los pies de mi edificio a juzgar por lo bien que lo estaba oyendo, una flauta...Y la melodía...¡vaya, no podía creerlo! De verdad que no daba crédito a lo que llegaba a mis oídos. La impresión fue tan fuerte que un escalofrío me recorrió el cuerpo, pues ¿no estaba tocando el misterioso flautista la canción maragata de La Peregrina?

Yo conocía esa música, y hasta la letra. Me la había aprendido de niña, escuchándola en un viejo casette en el que alguien había grabado a una tal Dolores, del Val de San Lorenzo, cantando esto:
Camino de Santiago,
con grande halago,
mi peregrina la encontré yo,
al mirar su belleza,
con gran presteza
mi peregrina se hizo al amor...

Este era el principio de una larga canción que me había parecido siempre muy poética y pegadiza y que, de algún modo, había llegado no solo a aprenderme, sino a conservarla en mi memoria en los largos años de "emigrada" en Barcelona. Es más, a veces, cuando iba por la calle y estaba contenta me daba por canturrearla para mí misma, en voz bajita. Me parecía que me unía a viejos paisajes lejanos y muy queridos, y que me traía el sabor de otros tiempos.

¿Y quién podía conocer esa canción en mi calle...o en todo mi barrio? ¿Y quién podía saber que el tema de esa canción era, nada más y nada menos, que una peregrina que iba a Santiago y a la cual le sucede un encuentro amoroso por los montes? No creía que nadie más que yo pudiera estar reconociendo la melodía, porque si ya es raro tener cierta afición a la música folklórica o tradicional, lo es más saberse la letra de una canción de un rincón perdido del mundo como es la maragatería.

Sí, no había ninguna duda: lo mirara como lo mirara, la canción PARECIA estar siendo tocada PARA MI, como si en aquel momento y lugar todo el universo se confabulara y me trajera un mensaje, una respuesta a mi dilema acerca de ir o no ir a hacer el Camino de Santiago. Y la respuesta venía en formato de música, una música sorprendente e inusual en aquel contexto porque, aunque en aquel barrio era normal que de vez en cuando viniera algún músico a tocar por las calles, era la primera vez que yo oía esa flauta. Y además, ¡parecía una flauta como las de los tamboriteros...!

Bueno, no pude quedarme de brazos cruzados. Me asomé a la ventana y miré a la calle, y allí ví a un chico rubio de pelos largos que, apoyado en una pared, tocaba con su flauta la canción. Me vestí y me calcé a toda prisa y bajé a la calle. ¡Tenía que hablar con él! Aunque sólo fuera para comprobar que no era una alucinación mía.

El chico, cuyo nombre no recuerdo, resultó ser un astorgano con ganas de conocer mundo que se ganaba unos dinerillos tocando la flauta y con eso viajaba por ahí. Le conté lo increíble que me parecía la casualidad: la única persona de todo aquel barrio que podía reconocer la tonadilla de La Peregrina era yo, y tal vez también fuera la única en Barcelona que consideraba esa canción como algo no sólo conocido, sino también especial. Para remate, yo estaba en ese preciso momento dudando si iba al Camino o no, y entonces aparece él, se pone justo enfrente de mi ventana ¡y hale!, a tocar La Peregrina.

El flautista sonrió, comprendiendo el asunto, y entonces me contó que tenía la impresión de que con aquella flauta le pasaban cosas raras. Que a veces se le acercaba gente y, como yo, le contaba cosas inusuales sobre los efectos de su música en sus ánimos o pensamientos. Yo no supe qué pensar, porque me parecía estar viviendo una película de esas de "realismo mágico" y creía que esas cosas sólo les pasaban a otros. Tampoco el chaval se atrevía a hacer interpretaciones de lo que yo acababa de experimentar. Sencillamente, la flauta le gustaba...y aprovechaba que hacía buen tiempo y se sacaba un dinerillo para hacer turismo.

Se lo agradecí, porque fuera como fuera ahora había salido de dudas. Lo que acababa de vivir me parecía tan poético que me daba igual si era una señal del destino o una tontería romántica mía: iba a hacer el Camino de Santiago. Ante la belleza de aquella posible "señal", la elegía entre todas las demás. Se puede elegir lo feo, o se puede elegir lo armónico, lo hermoso. Podía elegir ver las señales de prudencia y peligro del tipo "no tienes mucho dinero, sé sensata y ahorra en vez de irte a dar tumbos por ahí en solitario", o del tipo "ni siquiera tienes equipo, ni estás en forma. Vas a agobiarte o incluso puede que te pierdas"...o se puede elegir la señal simple de una melodía peregrina tocada frente a mi ventana por un astorgano con alma de trotamundos. Yo elegía lo último.

Y es que...¿quién puede resistirse a una bonita melodía surgida en el momento oportuno, y más cuando supone algo entrañable? Yo no, desde luego. Luego, el chico me contó que la flauta era como las que usaban los tamboriteros y que, de hecho, a él le fascinaba desde niño esa clase de música. Se quedaba como en trance escuchándola, y le gustaría enormemente aprender. Tal vez con el tiempo...de momento, se consideraba un simple bohemio aficionado. No tenía tamboril, y apenas sabía 3 ó 4 melodías, sólo una de las cuales era maragata. Mi sensación de estar viviendo una enorme casualidad creció. ¡Sé que ni siquiera en Astorga hay tanta gente que conozca la canción de La Peregrina! Yo la conocía, sí, pero esto era una rareza. ¿A cuántos de mi generación se les había ocurrido escuchar hasta memorizar la voz de Doña Dolores cantando La Peregrina...? Hoy en día empiezan a existir más grupos de música tradicional y se ven más en el mercado sus grabaciones, pero... ¿hace 20 o 30 años?.

Bueno. Dos meses después me lancé al Camino de Santiago sin saber apenas nada de él y después de haberme comprado, como todo equipo, un par de zapatillas deportivas de baratillo, un sombrero de paja, un pantalón militar de segunda mano, unos shorts y un par de camisetas. La mochila era vieja, por lo menos tenía 15 años y amenazaba ruina, pero me daba igual (de hecho, no sobrevivió a aquel Camino). Ni siquiera tenía una guía, sólo llevaba conmigo fotocopias de las etapas más importantes.

Empecé el Camino en León porque no tenía suificiente dinero como para hacerlo entero, pero aquello fue toda una experiencia. ¿Qué me sucedió el primer día? Bueno, pues que me surgió el "recuerdo" del que hablé hace unos días (en el capítulo de las "Lagrimillas en la Escuela de Tabuyo"). De repente sentí de nuevo los paisajes naturales, el campo abierto...y me dije: ¡Pero bueno! ¡Si yo pertenezco a esto! ¿Cómo puedo estar viviendo en Barcelona? ¿Se puede saber qué hago ahí...?¿Estoy tonta o qué?¡Ay, mi vida está toda equivocada, de los pies a la cabeza!

Crucé las etapas leonesas y maragatas emocionándome con cada trocito de paisaje, con cada cielo, campo, roble, encina...No son lugares espectaculares los que recorre el Camino a su paso por León y hasta llegar a Rabanal, pero para mí tenían un sabor entrañable y andar por ellos me produjo un efecto brutal e impactante, incluso físico. Sin estar entrenada, sentía como si tuviera alas en los pies, como si toda la energía del monte me impulsara, al mismo tiempo que me saludaba y me acogía: "¡Esta es tu casa! ¡Bienvenida de nuevo!" Me entró un impulso, un "subidón" tal, que tuve que forzarme a mí misma a parar, porque hubiera seguido andando sin parar hasta Santiago, como si manos invisibles me hubieran dado cuerda para meses. Luego las agujetas fueron de espanto, je, je.

Aquel fue mi primer Camino (pues repetí más veces) y fue algo muy especial. Anduve sin problemas hasta Santiago, viví momentos preciosos y además conocí a gente interesante y maravillosa con la que compartí algunas buenas etapas. Como no esperaba tanto de aquella experiencia, todo lo que me llegaba se me antojaba un regalo. Pero lo más fuerte sucedió a mi regreso a Barcelona. Algo me había pasado por dentro, algo que yo no sabía lo que era, ni sabía describirlo, pero el caso es que ahora sentía que ya no encajaba más en la ciudad. Se me hizo la cuesta arriba del mismísimo calvario tener que volver a "lo de siempre". De repente no me gustaba más ni mi trabajo, ni nada. Hasta el pisito de soltera y aspirante a superdiseñadora del que estaba tan orgullosa se me antojaba ahora un triste capricho tonto, algo insípido y cutre al lado de lo que había ahí...a tantos km de mi casa...Naturaleza. Otra manera de vivir. Libertad. No sé. ¡Ay...!

¡Menuda la hizo el músico maragato aquel! Como una especie de flautista de Hamelín, me sacó de mi ratonera urbanita y me lanzó al monte. Y una vez allí...¿qué? ¿Puede satisfacerse el alma que ha disfrutado del campo abierto y la naturaleza encogiéndose otra vez en una cajita gris? Además, yo había "recordado", y ese recuerdo me impedía hacer como si no hubiera pasado nada. No era sólo lo que había vivido en el Camino, sino lo que yo era de niña, y lo que en cierto modo era mi esencia verdadera. Muy pocos logran vivir de manera acorde a sus sueños infantiles, lo sé, pero yo me propuse hacer lo posible para ello.

Bueno, pasaron los años y aquí estoy. Han pasado mil cosas desde entonces. En el medio anduve oteando salidas a la ratonera de ciudad en diferentes provincias: Tarragona, Avila, Segovia, Madrid...No pretendía volver "a León" necesariamente, porque no buscaba volver al pasado, sino vivir algo nuevo, así que eso podía suceder en cualquier parte. Lo que quería era ir al campo. Ahora bien, si además resulta que era en León, pues mira qué bien, porque amo estas tierras. Y al final, ¿qué ha pasado? Pues que no sólo he logrado ir a parar en un lugar en plena naturaleza y de espacios abiertos, como soñaba siempre, sino que además estoy en León y además (¿casualidad?) es un lugar pegadito a aquel pueblo donde se canta:

Camino de Santiago,
con grande halago,
mi peregrina la encontré yo...

Y es un lugar donde se conocen los tamboriteros, y donde las flautas maragatas, encantadoras por lo hechizante de su sonido primitivo y repetitivo, se oyen en todas las fiestas. Aunque estrictamente hablando esto no es maragatería, casi que sí. Desde luego, es fronterizo. Y desde luego es zona "del Monte Teleno", lo mismo que Astorga, y el Val y el lugar donde fuera que aquel chico rubio de ojos soñadores aprendió a tocar "la Peregrina".

El, un Hijo del Teleno que vete a saber dónde andará, me atrajo a mí, una Hija del Teleno perdida, hacia las Tierras del "Gran Abuelo Montaña", a través del Camino de Santiago. Es un trayecto un tanto sinuoso, pero así fueron los hechos: si yo no hubiera decidido ir al Camino aquel día, no hubiera "recordado"...y si no hubiera recordado, no hubiera dejado de ser lo que era entonces, y si eso no hubiera sucedido, yo no estaría hoy aquí.

Y ¿quién sabe?, tal vez sólo podía "recordar" quién era yo de verdad volviendo a las tierras maragatas del Camino de Santiago, donde viví un puñado de años de mi infancia. Porque la energía de los lugares que nos vieron crecer siendo tan pequeños en cierto modo nos constituye, se nos mete adentro, y pasa a ser algo que siempre nos va a afectar de una manera más intensa que todo lo demás.

Por eso, aparte de hacerme eco aquí de los insospechados efectos de una flauta de tamboritero :-), quiero animar a todos los Hijos de estas tierras a que las visiten alguna vez, si acaso hace mucho que andan lejos, como yo en aquel tiempo. Puede que merezca la pena...

Pero, ¡cuidado!, que si el Abuelo Teleno considera que está en su destino ser atraídos de nuevo hacia la vieja Tierra-Hogar, puede que les envíe a un misterioso flautista, como hizo conmigo, para que toque junto a su puerta una melodía...y ...pian, pianito...no se sabe ni cómo, ¡ops!, ¡vaya!, aquí estamos, en una tierra donde uno puede considerarse como en su casa. No hay tantas, y para cada uno es diferente. ¿Quién sabe cuál será...? ¿Y si fuera ésta?

Gracias, música. Gracias, flautista. Gracias, Abuela Tierra de aquí. Gracias, Abuelo Teleno. Gracias Dios, por estar aquí, hoy, en vísperas de Navidad. Cantaré algo para celebrarlo...
...

martes, 23 de diciembre de 2008

Música popular maragata


Presentación del disco: "Al salir de la enramada"
a cargo de Maximiliano Arce y Mª José Cordero

Viernes 26 de Diciembre a las 22:00
Lugar: C.I.T. La comunal
Val de San Lorenzo


"Maxi" es un tamboritero conocido por todos en la región, siempre presente en cualquier fiesta maragata, que tiene un ritmo y una marcha apabullantes (el conejito de las pilas palidecería a su lado) y muy buen humor. Verle, escucharle y - los que saben - bailar al son de su música es algo que alegra el corazón.



Un artículo sobre Maxi publicado en el Diario de Leon.
(Imágen tomada de http://www.tamborileros.com)

Mª José es una cantante original del Val de San Lorenzo con una voz maravillosa, potente y sugerente que pone los pelos "como escarpias". Es la cantante del grupo Sirma de música sefardí, y directora del Conservatorio de Ponferrada.


Mª josé en un concierto del grupo Sirma.
Imágen tomada de la página de sirma en legados.net:
http://www.legados.net/sirma


He tenido el gusto de escucharles por separado y desde luego no me perderé esta oportunidad de catarlos juntos. Seguro que es una gozada.

¡Animáos los que no estéis resacosos el día 26!
Música, Múuuuusicaaa

lunes, 22 de diciembre de 2008

Un Manuel, otro Manolo


¡Hola!

Soy casi nuevo por Tabuyo (año y medio por estos lares) y nuevecito a estrenar en este Blog, así que lo primero es presentarse, o sea que esta entrada no será sobre Tabuyo, sino sobre uno que fué, que es, que ¡qué se yo!

Soy Manuel, Manolo, Bonilla... cada cual me va conociendo de una manera aquí en Tabuyo, donde ya había un Manuel, hijo de otro Manolo (Cacharra), vecino de otro Manolo (Muchacho)... y así con algunos más.
Menudos líos me armaba con esto aquí al principio.

Soy Manuel, sí, o Manolo, el mismo Manolo que Marta cita como amigo en alguna entrada del Blog. Pero no sé si soy el mismo Manolo, el mismo Bonilla o el mismo Boni (como mis amigos madrileños me suelen llamar) que una vez fuí: aquel al que le gustaba la ciudad, salir de noche a tomar cervezas con los amigos en bares tumultuosos, conversando entre humos y música hasta altas horas de la madrugada. Aquel que solía sentirse aburrido cuando no tenía "plan" y se quedaba en casa, viendo la televisión o navegando por internet sin rumbo fijo. Aquel que vivía como se suele vivir allí, medio arrastrado por el bullicio y las prisas, hiper-estimulado constantemente con tanta publicidad, con tanta distracción, con tanto Ruido.

Aquel Manolo acababa, al fin, sintiéndose extraño en ese entorno, como saturado e intoxicado y sintiendo la necesidad de espacios de sanación y silencio, de Naturaleza y naturalidad.

Y encontraba esos espacios en escapadas de fin de semana - de varios días cuando había suerte - a la Naturaleza, a montar en bicicleta o a caminar, sólo o con los amigos. Y entre semana los buscaba en las "zonas verdes" de la ciudad, en sus rincones favoritos del parque de su antiguo barrio, o bajo los maravillosos árboles del Buen Retiro, donde solía ir a practicar Taichi cada sábado por la mañana, sediento de calma y salud.

Y añoraba algo que desde niño intuía, que recordaba de cuando se sentaba en el campo del pueblo de su madre (Navalperal de Pinares, Ávila), sin tiempo, sin más motivo que el de contemplar, la tierra, las flores, los insectos, los pájaros.
Y añoraba también cosas que no podía definir, pero que sentía que le faltaban.

Y poco a poco se iba sintiento un extraño en la ciudad, en la que cada vez le parecía encontrar menos "realidad" entre tanto tufo artificial. Y soñaba con, "algún día, seguro, cuando sea mayor y me jubile" irse a vivir al campo, a un pueblo tranquilo, en contacto con la Naturaleza, junto a la montaña, con bosques llenos de animales, con arroyos de aguas cristalinas, y limpios cielos que por la noche le dejarían ver las estrellas, y donde se pudiese "escuchar el silencio", y...

Y...


Y aquí estoy. Y lo tengo, todo eso y más.

No tuve que esperar a jubilarme, tan sólo llegar al límite del aguante de lo que no me gustaba y dejarlo. "Escapé" primero a Barberá de la Conca, un pueblecito de Tarragona que en cierto modo fué como el "campamento base" de los alpinistas, en el que me aclimaté durante dos años y medio, sin brusquedad, para dar el salto a lo más natural.

Y lo más natural esta vez ha resultado ser Tabuyo.

Y cuando la gente me pregunta que porqué me vine...

Se me pone una sonrisa de oreja a oreja, miro a mi alrededor y señalo lo que me rodea.


Y en ese tiempo he dejado de ser ese Manolo. Y soy este Manuel, o este Bonilla, no sé. Pero eso es otro rollo y este ya se alargó demasiado. Ahora no sabéis aún quién soy, pero si algo sobre quién fuí. Sobre lo que ahora hago ya os contaré en otros mensajes. Bueno, eso si logro vencer la pereza que ahora me da escribir. Porque una de las cosas que han cambiado es que ya no me gusta tanto como antes estar frente al ordenador, ni mucho menos.


Gracias a tod@s l@s de por aquí por acogerme entre vosotr@s. Porque estar viviendo aquí es un sueño hecho realidad. Gracias, de corazón:

Manuel (o algo)

Unas Lagrimitas...En la Escuela de Tabuyo

(Los niños de la escuela de Tabuyo, grandes y pequeños, saliendo a saludar al final de la obra de teatro navideña. Nosotros no sacamos más fotos porque era difícil por la poca luz, y además no queríamos distraerles ni molestar con los flashes. De todos modos da igual, porque lo que voy a contar no lo puede expresar ninguna fotografía...)

Tabuyo tiene escuela, algo que ya no pueden decir todos los pueblos. Y no sólo tiene escuela, sino que además en ella se hacen actividades como obras de teatro navideñas. El capítulo de hoy va de cómo fui con mi pareja y mi amigo Manolo a ver la obra de teatro de este año, titulada "Un Mensaje para Todos", y de cómo salí con el corazón apretado y la lagrimilla a punto de caer.

Porque no la dejaba salir, no, que me conozco, y si se me cae una lágrima, la siguen otras y acabo montando el numerito. Cuando noté que se me hacía el característico nudo en la garganta y que el corazón se me esponjaba, como si le salieran alas y quisiera expresar algo muy grande, me dije a mi misma:
- Ay, lo que me pasa es que con esto del embarazo tengo las hormonas trastocadas. ¡Hay que ver, que sólo de ver niños actuando me pongo tonta!

Miré a Rubén, sentado a mi lado, y tuve la tentación de comentarle algo, pero me aguanté. Si le decía lo que me pasaba sería peor, acabaría llorando a moco tendido y, la verdad, me dio vergüenza. En décimas de segundo me imaginé las escenas subsiguientes: el medio pueblo (o todo) allí presente, abarrotando el salón de actos de la escuela, mirándome y sonriendo comprensivamente ante mi estado, dándose codazos y cuchicheando unos con otros:
- Uy, mira, Marta está llorando.
- Je, je, el embarazo la debe de poner algo tontina...

Total, que respiré hondo e hice un esfuerzo para no empezar a llorar...y pude sobreponerme, mientras la obra infantil continuaba. Y tuvimos la fiesta en paz. Eso sí, cuando llegué a casa me acabó saliendo la emoción contenida y ahí sí, lloré y me quedé a gusto.

Y se preguntarán algunos por qué...¿Acaso la obra de teatro era para llorar? ¿Tan emotivo era todo? Bueno, fue una confluencia de factores. La obra, de un argumento sencillo, hacía honor a su título y estaba cargada de "mensaje" dirigido al corazón de la gente. Los niños, la verdad, estaban muy salados metidos en sus personajes y actuaron no sólo con ilusión sino también con mucho desparpajo, muy bien. Luego estaba ahí medio pueblo, un público familiar y sonriente, igualmente ilusionado por ver actuar a sus niños. Además, se notaba la emoción tras el largo tiempo de preparación de la obra, el esfuerzo y sobretodo una enorme carga de lo que hoy llamarían "buen rollo" tanto en los niños (y la maestra, detrás del telón) como de los familiares y demás espectadores. Y yo, que soy muy sensible a eso, no pude menos que empatizar y sentirme sumergida en esa ola de buena voluntad, alegría y calor familiar, con lo cual ya tenía motivos más que suficientes para emocionarme.

Pero es que había algo más, y esto ya era un motivo personal. De repente experimenté un contraste brutal entre lo que habían sido mi entorno y mi vida durante las últimas décadas, y lo que estaba viviendo actualmente aquí. La experiencia de acudir a esa obra de teatro no sólo era algo bonito y emotivo (como sin duda lo fue para muchos), sino que además, para mí, era un símbolo de que mi vida, verdaderamente, ya era otra y nueva.

Hay quien dice que vivimos varias vidas, que el espíritu de la gente cuando se muere se reencarna de nuevo bajo otra forma y con otra personalidad. Yo eso no lo sé, y me parece mucho elucubrar. Pero sí se que es posible vivir varias vidas en una misma existencia, reencarnarse e iniciar un nuevo argumento vital después de haber "muerto" a una vida muy diferente. Y ése es mi caso. Si no lo veo, no lo creo. Hace 10 años, sin ir más lejos, yo estaba codeándome con un "ecosistema" humano en la ciudad que se parece tanto al tabuyano como un zapato se pueda parecer a un pez. O sea, nada. Mi vida se movía en ambientes frívolos y sofisticados, cargados de complicadas relaciones humanas donde, para entenderse bien y "triunfar", había que ser poco menos que psicólogo (o hasta psiquiatra). Mis expectativas eran intentar abrirme camino en un mundo mucho más feroz y desalmado que el que se dice que es el de los cazadores rurales (que aquí los hay), el mundillo del diseño de moda, uf. En realidad, yo no tenía verdadera vocación para perseverar en ese ambiente ni para llegar al éxito en esos negocios, pero no lo sabía, y estaba convencida de lo contrario. Lo que sucede es que a veces, para sobrevivir en una gran ciudad y em ambientes difíciles, te adaptas volviéndote como los demás, aunque sea superficialmente. Luego te lo crees y pasas a vivir en la impostura. En fin, es una larga historia que no merece que le dedique aquí más espacio.

Pero el asunto es que mi sueño, de niña, siempre fue vivir en el campo. Cuando, por obligaciones de la vida, mi familia tuvo que marchar a Barcelona desde León (y yo con ellos, claro está), me juré a mi misma acordarme de eso y hacer lo posible para regresar cuando fuera mayor de edad y tuviera un trabajo o una independencia económica que me lo permitiera. Luego, sucedió lo más normal: tuve que adaptarme y para no padecer nostalgia, me forcé a olvidar y a encontrarle el gusto a mi nuevo vida. Al parecer se me dio tan bien el intento y me sumergí tanto en la gran ciudad que le encontré el rostro de innegable atractivo que tiene, y olvidé todo lo anterior. Me convertí en sofisticada fashion-intelectual y hale, a correr millas...

Bueno. Al final todo lo auténtico asoma a la superficie otra vez, y el caso es que después de muchas historias que no vienen a cuento, me "acordé". Inmediatamente se me cayó el disfraz y al mismo tiempo abandoné todos mis vestidos, medias, zapatos de tacones...es decir, los sñimbolos de toda una manera de vivir. Le perdí el gusto a todo aquello, a la ciudad en sí misma, y sentí la vieja asfixia que noté cuando emigré desde entornos más pequeños, limpios y cercanos a la naturaleza. Necesitaba, como Heidi, volver al campo, a las montañas. Hoy, El Abuelo Teleno me cura de la "amnesia"...y parte de sus Hijos, estos niños inquietos, atrevidos y llenos de vitalidad que hay en Tabuyo, me terminan de recordar cuál era mi sueño desde siempre, y que hoy estoy alcanzando: una vida sencilla, donde haya espacio para las cosas básicas y naturales. Tener un hogar con fuego (calor), fundar una familia, tener un trabajo que deje tiempo para estar con los amigos, con la pareja, con los hijos y los vecinos, vivir en un entorno limpio y bello, proyectar un futuro pensando en nietos...

Bueno, sí, lo sé, ¡no es nada extraordinario! Estoy mencionando cosas simples que en teoría todo el mundo conoce, ¿no? Bueno, pues no, todo el mundo no. Yo vengo de un mundo donde eso no es tan normal, y donde además últimamente, por el encarecimiento de la vida en la ciudad, todas estas cosas se están convirtiendo en lujos que sólo unos pocos pueden disfrutar. Al margen de mi experiencia en los complejos mundos de la moda y los aspirantes al artisteo, la vida en las ciudades se ha convertido en algo difícil para muchos de mi generación (y posterior). Ya no estoy tan segura de que las grandes urbes sean la tierra prometida que fue para nuestros padres. Para nosotros, los hijos de las generaciones que emigraron desde los pueblos a la ciudad hace décadas, las cosas no parecen tan fáciles ahora allí. Ni la vivienda, ni el trabajo, ni nada. Pero, incapaces de imaginar un futuro diferente, porque han sido educados en la idea de que la ciudad es lo mejor y fuera de ella no hay manera de ganarse bien la vida, muchos permanecen allí, atrapados en un sueño que ya ha caducado, que ya no tiene la misma vigencia hoy que ayer. En fin, ese es otro largo tema...

Mi experiencia es algo atípica, sí, y no puede servir como ejemplo, pero he conocido a muchas personas allí que intentaban abrirse camino en trabajos menos sofisticados que el mío, y doy fe de lo difícil que ha resultado y resulta para muchos lograr un equilibrio mínimo entre el ganar y el gastar, un equilibrio que les permita cosas tan naturales como independizarse de sus padres, casarse y tener hijos. Lo último, muchos ni siquiera se lo plantean.

Y aquí enlazo con mis lagrimitas emocionadas del sábado: cuando, años atrás, me planteaba la posibilidad de tener algún hijo, siempre supe que en la ciudad difícilmente me vería con ánimos. Se me hacía una montaña pensar en todo lo que implica criar un hijo ahí...en un piso, entre calles ruidosas y peligrosas, sometida a la presión social de gastar mucho dinero en mil cosas innecesarias, seguramente obligada a trabajar todo el tiempo fuera de casa, dejando al bebé vete a saber con quién...respirando humo...Un mundo de máquinas, de pantallas y realidad virtual para distraer niños y que se callen y atonten mientras los padres no están en casa, un mundo de...Uf, no. Quita, quita. "Sólo tendría un hijo si viviera en el campo", terminaba pensando yo, agobiada.

Y en esas estamos, en camino de realizar no sólo el sueño de volver a la naturaleza, sino también otro. Heidi ha crecido, encontró a Pedro, que también andaba por la ciudad, perdido y nostálgico el pobre, se volvieron al monte con el Abuelo y resulta que ahora hasta van a tener un hijo. Sólo nos faltan las cabras...y oye, quién sabe si en el futuro...aunque a mí me tiran más las vacas :-) De hecho, para que Tabuyo sea perfecto para mi gusto sólo le faltan unas cuantas vacas felizmente pastando en sus prados. Sí, sé que para muchos este capítulo de hoy resultaría de una cursilería y de una blandenguez intolerable. ¡No he olvidado cómo piensa el sector de la sociedad del cual terminé huyendo! Je, je, si me vieran hoy, mis antiguos contactos de aquellos tiempos ni siquiera me reconocerían. Ya no tenemos nada que ver...

Pero aún se me hace extraño encontrar pueblos como éste, donde todos se reúnan en piña, todos risas y desenfado, para disfrutar de una obrita infantil en una sencilla escuela. Sin sofisticaciones, sin muchos medios (no había ni micrófono, ni hay aún calefacción en la sala de actos), pero con toneladas de esfuerzo, ilusión y buena voluntad, esta gente logró que yo volviera a experimentar algo que no recordaba desde mi más remota infancia: el espíritu navideño. El genuino, no ése pseudo espíritu navideño que es todo pose y consumismo, sino el que está hecho de cosas simples: la alegría de reunirse y de hacer algo alegre juntos. Ni más, ni menos.

Cuando volvíamos a casa, les comenté a Rubén y a Manolo que al principio de la obra, al ver salir a los niños con sus disfraces y su ilusión pintada en las caritas sonrientes, había estado a punto de llorar. Entonces, ellos me confesaron que también estuvieron con las lagrimillas a punto de caer, y con el corazón aleteando. Es más, me contaron que miraron por el rabillo del ojo a la gente de alrededor para asegurarse de que nadie les miraba y que entonces vieron, en los ojos de muchos (¡hasta en el de algunos muy rudos!), ese brillo emocionado, ese enrojecimiento característico, y el gesto de tensión que se hace al tragar saliva, intentando... "que no se me note, ¡mecagonendios! (1), a ver si me voy a poner aquí a hacer tontadas".

¡Así que no fui sólo yo...!
Eso significa que los niños lo hicieron bien, y que la obra sirvió para lo que tenía que servir: para ser un acto de reunión del pueblo alrededor del corazón, con la alegría de ver creciendo felices a los pequeños.

Gracias, Tabuyo, por ser como eres y no haber perdido el alma en los enredos de la superficialidad y complicaciones modernas. Los tabuyanos tendrán defectos (uy, sí), pero por lo menos conservan intacto cierto sentido de los valores eternos y auténticos. Y eso vale muchísimo.
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(1) Por cierto, que lo de "mecagoendios", que sale y saldrá en más entradas, espero que no resulte ofensivo para nadie. No es un invento mío, sino que me hago eco del taco más repetido por los hombres de Tabuyo... De hecho, lo intercalan tanto entre frase y frase como exclamación expresiva, que en casa ya hacemos bromas con eso. Pero lejos de esta gente querer faltarle el respeto...a nadie...Son cosas del hablar, de las bromas, de poner énfasis en lo que se dice, nada más.

sábado, 20 de diciembre de 2008

A ver si pica el pez...

(Rubén - de pie- y Rafa -subido a un árbol- liados con la caña de pescar, el hilo y la madre que lo parió. ¿Quién pesca a quién? El pez, perplejo, los mira desde el río...)

Bueno, hoy un toque humorístico. Los de ciudad nos reímos de nosotros mismos, así que con permiso de Rubén (mi pareja) y mis dos amigos Manolo y Rafa, (los 3 son también emigrados desde la ciudad hasta estos lares) pongo aquí las fotos, resultado de un día en que se les ocurrió ir a pescar. Y es que el río Duerna, que pasa por Priaranza, es claro, bello y limpísimo y apto para la pesca de, por ejemplo, truchas. Muchos vecinos de por aquí lo comprueban. Van al río o al embalse a pescar...y pescan.
Así que con toda la ilusión del mundo, Rafa y Manolo se sacaron su licencia de pesca, compraron una caña y se dispusieron a estrenarse en tan sutil arte...Vean, vean:


(Aquí el pez ya lo tiene más claro. Hoy es su día de suerte, no solo nadie lo va a pescar, sino que tiene espectáculo gratis a costa de unos pobres humanitos...)

(Y aquí Rafa, en plena pose MacGiver, haciendo gala de toda su seguridad en sí mismo e introduciendo una nueva modalidad de pesca (o intento de pesca): la pesca sin caña y desde árbol. El pez, aburrido, ya se marchó)

Bueno, esto sucedió hace meses y ha llovido mucho, ¿eh?, así que a ver si para la próxima temporada tienen más éxito. Eso sí, ese día se rieron mucho y se lo pasaron re bien.
Ah, las fotografías y sus retoques son cortesía de Manolo, o José Manuel Bonilla (su web: http://www.ebanoyacero.com ) , que espero que algún día de éstos participe en este blog, pues tiene cosas que contar.
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viernes, 19 de diciembre de 2008

Jornadas Gastronómicas en Tabuyo y Luyego

Noticia: hoy dan inicio las Jornadas Gastronómicas en Tabuyo y Luyego. El asunto consiste en la oportunidad de disfrutar de elaborados menús de degustación con productos locales en los siguientes restaurantes:
- Casa del Herrero y Comedor del Monte (en Tabuyo)
- Hostería Camino, Casa Kika; Molino del Arriero (en Luyego)

Las Jornadas son los días 19, 20, y 21 de diciembre, y 25, 26 y 27 de diciembre. Opino que son unas fechas inmejorables...¿quién no puede hacerse un hueco durante estos fines de semana para probar exquisiteces? Pero pongo aquí la noticia, tal cual ha salido hoy en el Diario de León, porque explica un poco más de qué va la cosa:

UNA TERNA DE RESTAURADORES PARA FOMENTAR EL TURISMO RURAL

Carlos Cidón, Eugenio Blanco y Jesús Prieto crean el menú que se ofrece desde hoy en Tabuyo del Monte y Luyego.

A.Domingo, Jiménez de Jamuz.- El menú que ofrecen cinco restaurantes de montañas del Teleno en las jornadas gastronómicas de la asociación lleva las firmas de Carlos Cidón, del Vivaldi (León), Jesús Prieto, del Serrano (Astorga), y Eugenio Blanco, del Alborada (León).

Cidón aporta una nueva forma de degustar la tradicional cecina. Propone una ensalada con base de escarola y tomate, acompañada de espárragos trigueros, además de un queso de pata de mulo gratinado sobre una base de pasta de membrillo y avellana. Prieto prepara los garbanzos, de la variedad pico pardal, con cantarelus tubiformes, una seta que considera poco aprovechada. Su brocheta de lechazo marinada. El bañezano Eugenio Blanco elabora el postre: mousse de chocolate con salsa de frambuesa.

El menú podrá degustarse, al precio de 35 euros, en los centros de turismo rural La Casa del Herrero y El Comedor del Monte, de Tabuyo, y Hostería Camino, Casa Kika y El Molino del Arriero, de Luyego de Somoza. Los platos se acompañarán con vino de la Denominación de Origen Tierras de León de la empresa Vinos Carro y la bodega Ribera del Ornia. Quienes deseen disfrutar de la propuesta lo podrán hacer este fin de semana, incluido hoy, y el próximo, al que también se suma el viernes.

Esto es una continuación de la jornadas de valorización de productos celebrada en Tabuyo del Monte. La gerente del grupo de acción local señaló que el presupuesto de las jornadas «no está cerrado».

Una guía de productos

La Asociación presentó ayer, además, una guía de productos de calidad que han participado en la promoción, de la que se han editado cinco mil ejemplares. En páginas desplegables, la publicación presenta la empresa y su actividad y añade una receta elaborada con el producto principal de la firma. Las empresas forman parte de la zona en la que trabaja Montañas del Teleno, que incluye municipios de los partidos judiciales de Astorga, La Bañeza y de la comarca del Bierzo.
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Teatro Infantil


el 20 de Diciembre
en las Escuelas de Tabuyo del Monte
a las 17:30 .

jueves, 18 de diciembre de 2008

La Que Comprende el Dolor, en Tabuyo

(Ntra. Sra. de las Angustias, en la ermita de Tabuyo)

Bueno, hoy voy a hablar de la Piedad o Virgen de las Angustias, cuya talla (del S.XVIII) se encuentra en el retablo principal de la ermita de Tabuyo. Y es que, tal vez debido a mi formación como estudiosa del arte y sus símbolos, no puedo evitar ver "significados" en todas partes, especialmente en un lugar como una iglesia, tanto si los hay como si no. Vicios de una, qué le haremos.

Y se me antoja que en la ermita de Tabuyo hay una especie de tríada de fuerzas principales actuando, simbolizadas en las imágenes de Nuestra Sra. de las Angustias (al frente y al fondo, como talla principal), y San Miguel y Santa Bárbara en los flancos laterales, uno a la derecha y otro a la izquierda. Sí, ya sé que en el retablo mayor, el que se ve al fondo de la iglesia, hay otras dos imágenes, la de Sta. Lucía y la de S. José, pero su fuerza dentro del conjunto es menor. Sin faltarles al respeto, diré que son acompañantes y colaboradores, pero no forman parte de los 3 ejes principales que, como las 3 patas de un taburete, sostienen la energía devocional originaria de la iglesia. Para eso S. Miguel y Sta. Bárbara tienen su propio retablo, y además son de la misma época, estilo, tamaño e importancia visual. Forman algo así como una singular pareja que está en pie firme, a lado y lado del personal cuando la gente va a misa. Y eso tiene su importancia.
(Interior de la ermita, con el retablo mayor al fondo y los dos retablos menores (aquí se ven a oscuras) de S. Miguel y Sta. Bárbara a los lados)

Y bueno, si alguien se pregunta por qué tanto empeño en hablar de simples imágenes religiosas de una pequeña iglesia de pueblo, imágenes a las que cada vez más pocos miran (y entienden), diré que es precisamente por eso. Porque ni se las ve ni se las entiende, y porque, como ya dije en el capítulo sobre San Miguel , creo que es interesante saber qué creencias y devociones hubo en la tierra que habitamos. ¡Aunque no hayan sido las únicas, ni mucho menos! Tal vez algún dia comente algo sobre los astures, indígenas anteriores de estas tierras, anteriores a la romanización y subsiguiente cristianización. En todo caso, su huella está hoy más lejana en el tiempo que la cristiana.

Pero seguro que ni muchos cristianos han sabido qué significa realmente la devoción a Nuestra Señora de las Angustias. A lo mejor ni siquiera se han planteado porqué hay tantas "vírgenes" diferentes, ni qué diferencias hay entre ellas, ni porqué, en cada pueblo, hay la que hay. Bueno, pues voy a dar pistas de esto. Haciendo un resumen súper grosero del asunto, todo explicado a mi manera y desde mi visión personal (o sea, que esto no lo saco de ningún libro ni "va a misa") diré que hay 3 tipos principales de imágenes de María, a saber:

1- Las Reinas y Señoras, que, como madres y consortes divinas, están sentadas en tronos (o de pie), llevando siempre corona y vestiduras ricas, y ¡cómo no! con un niño-rey en sus brazos. Suelen adoptar una pose solemne, sonriente, serena, y no parecen tener ningún tipo de problema en absoluto. Se las ve todo-maternidad feliz, plena, radiante. Son las imágenes típicas del románico y del gótico, o sea, para los que no entiendan de arte: las más antiguas y reviejas de todas. Sí, esas que a veces parecen tener hasta rasgos primitivos y estar como "medio mal hechas".

2- Las Dolorosas, o sea, las "Marías" que sufren y lloran, y que en lugar de parecer reinas en el momento de su coronación, sin problemas y con un destino glorioso por delante, parecen estar en el peor momento de sus vidas, descompuestas, a veces hasta pálidas, envejecidas...Y no es para menos, dado el motivo de su dolor. Todos asumimos más o menos que pueden morir nuestros padres, o amigos, o hermanos. Esto nos puede traumatizar o disgustar, pero termina pareciéndonos algo que forma parte de la vida. Sin embargo, ¿qué decir de la muerte de un hijo? Un padre o una madre no suele esperar, ni asumir, ni aceptar que su hijo muera primero que ellos. El dolor de esta muerte suele ser atroz, inenarrable. Y lo es más si, como en el caso de la Dolorosa, a tu hijo lo han matado torturándolo. Se dice pronto.

En definitiva, Nuestra Señora de las Angustias hace honor a su nombre y está viviendo uno de los hechos más duros que todo ser humano puede vivir, si no el que más. ¿Dónde está la majestad anterior de María? Ahora es como una reina cuyo reinado cayó, se rompió, fue arrasado. Todo aquello en lo que puso su esperanza, su hijo, ha sido destruído, pisoteado, despreciado. Esas imágenes de María, curiosamente, surgieron después de las del tipo anterior. Son propias del barroco en adelante, y, contrariamente a las primeras, intentan retratar el sufrimiento con todo lujo de detalles. Pueden llevar al hijo muerto en brazos o estar solas, pero en todas se pinta la viva imagen del dolor.

¿Qué pasó para que los artistas cambiaran de estilo y de tema? ¿Por qué de repente se puso "de moda" representar a María de esta manera, y (casi) se abandonó la costumbre de pintarla feliz con el niño? Bueno, creo que fue porque la mentalidad cristiana empezó de una manera y luego sufrió evoluciones. Para quien no lo sepa, en los 2 ó 3 primeros siglos de cristianismo NO había imágenes de María, y casi ninguna de Cristo. Después, de repente se introdujo la devoción a María, pero fue porque se la reconoció como MADRE del Señor. Es decir, si María subió a los altares de la iglesia, fue por su papel como madre de alguien muy especial, ni más ni menos. De ahí que las primeras imágenes de ella fueran imágenes de madre y reina, madre del "Rey del Universo".

Pero, ¡oh, vaya!, luego resulta que el hijo muere, y existe el sufrimiento...incluso para ella. Por muy excelsa que sea Nuestra Señora, y por infinito poder que tenga Jesucristo, el mundo sufre. Hay dolor. Pasan cosas horribles. Y, al margen de porqué sucede esto, hay que asumir que existe y ayudar a las gentes a superarlo. Entonces, la que empezó como un ideal a imitar por las madres, muestra su rostro más sufriente. ¿Para qué? Para dar a entender que en todas partes cuecen habas, que ni las mejores familias se libran de dramas, que el sufrimiento y la MUERTE, nos guste o no, forman parte del mundo, y que si María apoyó a la gente en el momento glorioso del NACIMIENTO y de la infancia radiante y prometedora, también lo hará en el momento del fin. Es como si, desde esas imágenes de dolor, ella dijera a los creyentes: "Mirad, soy como todos, sé de qué va la vida, os puedo comprender".

Si el primer tipo de "Marías" conocían el nacimiento, la realeza, los inicios gloriosos, el segundo tipo de "Marías" conoce lo que es la muerte, el final, la vejez, la decadencia. Y lo asume. Llora y le duele vivirlo, cómo no, pero se resigna. Por eso, en lugar de cerrar los ojos ante el cadáver de su hijo, o de negar esa realidad, lo abraza, lo acoge, y le da los últimos cuidados que como madre puede darle. No es un plato de gusto, pero, como dicen resignados los tabuyanos ante muchos contratiempos y fastidios: "Bueno, ¿y qué vamos a hacer?. Es lo que tiene que ser". Hay muchas cosas que ni se quieren vivir ni apetece pasar por ellas, y sin embargo suceden, y hay que afrontarlas. Entonces, esa "María" es MAESTRA en enseñar cómo superar lo que parece incluso insuperable. Es la compañera para los peores y más negros momentos, Señora de Luto que, a pesar de sentirse morir, saca fuerzas de ni se sabe dónde y hace lo que tiene que hacer. En este caso, abrazar y atender el cuerpo del muerto.

Bueno, después de esta perspectiva que acabo de dar, algunos pueden decir: "Uy, qué siniestra se puso hoy Marta. No sé si me gusta que la imagen principal que preside nuestra pequeña iglesia se refiera a esa clase de ominosos temas". Bueno pues ¿qué queréis?, es lo que hay.

Pero la razón de que sea ella la que está ahí, y no una "María feliz", es simple: es una cuestión de EPOCA. Cuando la iglesia fue construída, esa era la clase de devoción mariana que estaba más de moda. Quedaba atrás y lejos el tiempo de las Reinas Madres en plena gloria y serenidad, y estábamos en la época de los dolores. También en esa época fue cuando la devoción a los Cristos Crucificados fue mayor, y cuando se les pintó en imágenes con tantos signos de dolor que a veces casi da susto mirarlos, por lo magullados, pálidos (y hasta verdosos), por esas miradas con ojos en blanco, los dientes sobresaliendo, los músculos tensos...Precisamente la Iglesia Mayor de Tabuyo lleva el nombre de un Cristo de ese estilo (la Iglesia del Cristo, ni más ni menos), porque son más o menos de la misma época. Pero de la otra iglesia ya hablaré en otra ocasión.

Pero al margen de esta razón tan prosaica (la de que las Dolorosas estaban de moda sin más), yo quiero buscarle los tres pies al gato, como siempre, y añadir otra. Tal vez (y sólo tal vez) esto tenga que ver con el carácter realista y pragmático de los tabuyanos. Tal vez les parecía muy bonito lo de las "Marías" madres con niños felices, pero quisieron tener un apoyo para el dolor porque es muy fácil encontrar quien te acompañe cuando todo va bien, pero ¿quién sabe consolarte si todo se pone torcido que no veas? Sólo los que han sufrido saben entender y ayudar al que sufre. Así que, aunque en la iglesia mayor de Tabuyo sí hay algunas imágenes de "Marías felices" (hay que buscarlas un poco, pero están), no aparecen en un lugar principal como la de las Angustias. La importancia se la lleva ella, y no las demás.

Por supuesto, y como ya dije, esto es un resumen resumido, y no se puede tomar como pauta literal. En la época de las Dolorosas también había otras representaciones "felices" de María, sólo que no suelen tener tanto protagonismo o, en todo caso, no eran la novedad.

El asunto de la Dolorosa tiene además doble importancia en tierras leonesas, ya que se considera a la Virgen del Camino , una Dolorosa donde las haya, patrona de la provincia de León. Por algo será. Para mí, esto indica que en un nivel profundo del espíritu de este pueblo, hay un potencial ENORME para comprender y asumir el dolor y la muerte y, por lo tanto, ayudar a los que lo sufren. Pero ésto, por supuesto, es mi perspectiva personal, influenciada seguramente por mi vocación de "ayudadora" o terapeuta alternativa, y por lo tanto no tiene porqué ser un sentimiento compartido.

A mí me gusta que exista un reconocimiento de las Marías Dolorosas, las que acogen lo más desagradable y difícil de nuestras vidas, pues esto complementa y equilibra el papel de las otras, las que muestran la vida feliz en toda su plenitud, recién nacida, con todo el mundo por delante. Y que una imagen así esté en Tabuyo me parece que es y ha sido una ayuda para todas aquellas gentes que le rezaron o le rezan, porque para ellos ha significado recibir un apoyo en lo más duro. Además, se reconoce más la fuerza de una persona cuando las cosas van mal, así que la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias no es un símbolo de debilidad humana, sino al contrario: es una imagen de extrema FORTALEZA.

¡Ah...!, pero dije que había 3 tipos de "marías", y ya me iba a despedir sin comentar el último, qué cabeza la mía. Bueno, ahí va:

3- Estas son las "marías" que van solas. Sí, solas. Como si a través del tiempo el cristianismo hubiera ido ampliando su perspectiva de la mujer, al final ha reconocido que María, por sí misma, era alguien magnífico y digno de devoción. Ya no "necesita" llevar al hijo-bebé o al hijo adulto y muerto en brazos, ahora se la pinta sola, en actitudes de rezo, devoción íntima, o hasta en éxtasis, ascendiendo a los Cielos. Ahí están las Inmaculadas Concepciones, las Milagrosas, El Sagrado Corazón de María, las Asunciones, etc. Todas estas devociones a María reconocen a "la mujer excepcional" gracias a la cual alguien también excepcional pudo nacer. Sin María...¿por dónde nos hubiera llegado Cristo? Por supuesto, la Iglesia no olvida que María es madre, ni quiere que se la considere como otra clase de mujer, pero al final ha reconocido que ella, como persona, tuvo que ser alguien de gran valor y virtudes, incluso mucho ANTES de que su hijo estuviera en camino.

Eso sí, insisto en que en estas últimas devociones marianas en las que ella aparece sin el hijo, el papel maternal de María no ha desaparecido, ni mucho menos. Tan sólo se ha puntualizado su valor como persona, y también se ha matizado un aspecto de la maternidad de María. Ahora no se la considera sólo como "Madre de Cristo", sino como "Madre de Todos". De ahí que, en muchas imágenes de "marías" solitarias, ésta parezca mirarnos a nosotros...y acogermos o bendecirnos con sus brazos, o con su mirada compasiva.

Y esta evolución histórica en las imágenes y devociones tiene un sentido. Estas últimas "marías" son símbolos y representaciones del corazón que, después de haber vivido sucesivamente el amor, el nacimiento de los hijos, la felicidad de la familia, vive el dolor y la muerte. Y los supera. Al acoger el dolor e integrarlo como parte de toda la vida, el corazón ¿qué hace? Se abre y se vuelve compasivo. Comprende, conoce, acepta...y entonces ayuda a los demás. Ya no es más un corazón que sólo mira para los suyos, ni para su ombligo. Ahora ve en todas partes a "sus hijos", ahora abre su corazón a toda la humanidad. En esas imágenes María no se ve como reina atenta únicamente a su hijo y su territorio. Tampoco se la ve sumergida en su drama. Se la ve con ojos de comprensión hacia todos, con gesto consolador, con una mirada directa que parece acogerte, consolarte y decirte: "No te preocupes, yo te ayudaré. No tengas miedo..."

Estas 3 etapas: los felices inicios, el dolor y las contrariedades, y la superación de los mismos con la apertura del corazón compasivo son momentos sucesivos en la historia espiritual de muchas grandes personas que han sacado adelante iniciativas de todo tipo para mejorar las cosas, especialmente para los que sufren o viven situaciones más desfavorecidas. La historia de las imágenes religiosas cristianas, aunque no se trazado así deliberadamente, refleja esta realidad. Vivimos entre imágenes y éstas nos hablan de mucho, tan sólo nos hace falta entender de qué para sentir que todo a nuestro alrededor tiene un poco más de sentido.

Y en Tabuyo parece que lo tuvieron claro: S.Miguel, la Dolorosa y Sta. Bárbara, nada menos. Son tres rostros de la suma fortaleza y de ayuda en lo peorcito: Miguel, la fuerza contra el "mal" y el sentido de la defensa (espada en mano si hace falta); La Dolorosa, la fuerza capaz de afrontar la muerte (o el dolor y lo difícil) y sobreponerse a ello; y Sta. Bárbara...¡ah, Barbarita!...ése es otro plato de enjundia: la fuerza en la adversidad familiar, la resistencia frente a los malos tratos, la superación del estado de víctima. (Casi nada, ¡y un tema de plena actualidad!). Hum, pero de eso hablaré otro dia...
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P.D: La fiesta de Nuestra Señora de las Angustias se celebra el 15 de setiembre. Y para los curiosos o interesados forasteros :-) que no se hayan aturdido después de mi perorata de hoy y quieran visitar la ermita, diré que hay misa diaria a las 18:30 en invierno, y los domingos a las 13h. En verano, el horario de la misa diaria se retrasa. En todo caso el cura, Don Tomás, vive enfrente de la ermita y casi seguro que estará encantado de enseñar la iglesia a quien lo desee, siempre y cuando lo haga con el respeto debido.
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