miércoles, 12 de mayo de 2010

Educar para vivir en el campo

(Vestirse para pasear por el Paseo de Gracia...o para ir a descañar ramas, una diferencia que va mucho más allá de la ropa en cuestión)

Este mes se cumplen 3 años de mi llegada a Tabuyo, y 6 de que me fui de la gran ciudad para vivir en pueblos. Así que me ha dado por recapitular un poco acerca de mi experiencia como "neo-rural" (los entendidos nos llaman así a los que vamos a vivir a pueblos por primera vez, trasladándonos desde las ciudades)

Y voy a compartir algo de eso aquí, porque sé que este blog lo leen no sólo gente de Tabuyo, Teleno y alrededores, sino también personas que están en la misma situación que yo hace 7 años: pensando en irse de la ciudad, cómo hacerlo, y qué clase de vida encontrarán en un pueblo, etc.

Y se puede resmir toda mi conclusión en una frase: en general la dificultad de trasladarse desde la ciudad al campo no es material, sino mental. Es decir, está más en la cabeza de la gente que en la realidad. No hay tanta dificultad, salvo en lo que cuesta cambiar de hábitos, en la pereza y el miedo mentales que dan desmontar toda la vida que uno lleva en la ciudad para reorganizar una nueva y diferente en el campo.

Me explico: Se dice, por ejemplo, que en los pueblos no hay de qué vivir, cuando en las ciudades, hoy en día, tampoco está garantizado el trabajo para todos, ni muchísimo menos. Además, los gastos básicos en una ciudad son generalmente más elevados que los que hay en un pueblo. ¿Hay poco trabajo en los pueblos? Sí, pero también hay poca gente disponible para los puestos de trabajo, con lo cual no es tan imposible trabajar en ellos. Por otro lado, si uno tiene la posibilidad de auto emplearse (creando una pequeña empresa, o trabajando por su cuenta, que es lo ideal si uno va a un pueblo muy pequeño), los gastos fijos siguen siendo menores en un pueblo, con lo cual el trabajo parece que sale más a cuenta.

También se dice que en el pueblo existe el riesgo de la soledad, o de vivir demasiado encerrado en ambientes pequeños donde siempre se ven las mismas personas, pero en realidad la soledad es igual, o más grande, en las ciudades. Que te cruces por la calle con miles de personas no significa que sean ni siquiera conocidas, ni que puedas entablar una relación con ellas. En cuanto a lo de los ambientes pequeños y cerrados, es cierto que sucede, pero también en las ciudades. Por lo general, el ser humano tiende a moverse en círculos pequeños, repitiendo lugares, ambientes, personas. Es una cuestión de inercias, como decía, más mentales quie materiales. Hay ambientes asfixiantes también en la ciudad (si no, que se lo pregunten a los alumnos de instituto que sufren acoso, por ejemplo)La diferencia es que en la ciudad, si uno quiere, es más fácil encontrar otros ambientes. Pero para hacer eso uno debe "moverse". Y hoy en día en un pueblo también es posible "moverse". Las cosas ya no son como antes: existen transportes y medios de comunicación mediante los cuales uno puede vivir en un pueblo pequeño y estar en contacto habitual no sólo con los vecinos de las calles, sino también con personas de sitios muy lejanos.

Eso sí: si uno pretende ir a vivir a un pueblo y encontrar justo allí, a pie de calle, todas las comodidades de una ciudad, o su abastecimiento, pues va a ser que no. Pero entonces, para eso están los transportes, para desplazarse a la población grande más próxima, que a lo mejor está sólo a media hora de distancia (como aquí Astorga o La Bañeza). ¡Y en Madrid o Barcelona tardas exactamente lo mismo, o incluso más, en ir de punta a punta de la ciudad! Y a veces tienes que hacerlo te guste o no te guste, porque tu trabajo está allí...

Pero ¿de qué me doy cuenta viviendo en un pueblo? Pues de que los urbanitas de toda la vida, es decir, los que nacimos en ciudades y los pueblos sólo los conocimos como lugares de veraneo (si teníamos abuelos o casa allí, que si no, ni eso), estamos como "programados" mentalmente para pensar que la vida sólo puede funcionar en ambientes como el de las ciudades. "Tiene que" haber no sé cuántas tiendas. "Tiene que" haber un hospital, y trescientos médicos. "Tiene que" haber esto y aquello...Cuando en realidad realmente no hace falta tener todo eso ahí, a pie de calle. ¡En la ciudad raramente lo tienes! Puede ue en ciudades pequeñas de provincias sí, pero en la gran ciudad (de donde vengo), no.

Allí, para muchas cosas, la mayoría, hay que coger el taxi, el metro, el autobús o lo que es peor, el propio coche (sacarlo del carísimo parquing, enfadarse en cada semáforo, pasarse media hora buscando otro aparcamiento, etc) Muchos niños, en la ciudad, tampoco pueden ir al colegio andando, porque está tan lejos de su casa como Tabuyo de Priaranza, o incluso como hasta Luyego o Astorga. ¿Cuál es la diferencia? Pues que en la gran ciudad "te parece" que lo tienes todo, porque ese "todo" está junto y revuelto en la misma masa de calles y casas, sin separación. Y aquí te parece que está todo lejos, aunque no haya tantos km, porque hay "separaciones" entre masas pequeñas de casitas, campos y paisajes entre los pueblos.

Hay muchas, muchas cosas en las que he notado en mí misma esta especie de programación mental según la cual la vida tiene que seguir el patrón urbanita, o sería tan horrible que echa para atrás. Es como si, desde niños, de tanto ver solamente la manera de vivir de la gente de ciudad, no supiéramos siquiera imaginarnos cómo es otra cosa. Sí, muchos tuvimos abuelos que vivieron toda su vida en un pueblo, y les fue la mar de bien, pero una cosa es verlos en vacaciones, y otra cosa es estar todo el año en el pueblo y pasar a hacer, tú misma, como hacían ellos. Ahí te das cuenta de que antes no te enterabas de gran cosa. Verlo desde fuera es una cosa, estar ahí formando parte del pueblo es otra.

Acerca del tema del trabajo, que es uno de los que más preocupa a la gente que quiere volverse "neo rural". ¿De qué me he dado cuenta? Pues de que, ya desde el colegio, con sus libros de texto, y hasta en las series de televisión (que forman las mentes infantiles, nos guste o no), se impone un modelo de vida familiar casi exclusivamente urbano. Hay una madre y un padre que trabajan en cosas "de ciudad", y unos hijos que viven en ciudades, pasando prácticamente toda su vida en ambientes artificiales (salvo cuando "salen", y es la excepción).

De esto resulta que cuando eres niño/a e intentas imaginar cómo será tu vida de adulto, ni de lejos te imaginas yéndote a un pueblo y organizando, qué se yo, una plantación de frutales. Salvo que nazcas y seas niño de pueblo, esas cosas no entran en tu cabeza, como si no existieran otros medios para ganarse las vida que los que pueden hacerse en la ciudad, o basándose en la ciudad. Tampoco nadie te enseña a idear otras maneras para salir adelante en un medio natural, diferente al urbano. ¿Qué clase de trabajo "real" y económicamente rentable podría uno realizar en un pueblo, si quisiera irse allí?

Y claro, ¿qué pasa? Pues que luego, aunque casualmente se te ocurra la idea de irte al campo cuando ya eres mayor, lo cual ya es casi increíble, una osadía, te va a costar muchísimo realizarla. Y es que partes no sólo del no saber, sino de la barrera mental imprimida durante años de educación urbanita y civilizada, que te dice: "¡¡¡No irás a vivir a un pueblo...que eso es retroceder en la historia, volver al atraso!!!"

Como bien saben los psicólogos, el ser humano necesita modelos, ideales a los que imitar. Entonces, en una sociedad donde no hay modelos ideales visibles para "ser de pueblo y tener éxito en la vida", difícilmente la gente va a tirar por ahí. ¿Cómo se extrañan, entonces, de que la despoblación en medio rural sea feroz? Ya no sólo es que casi no vayan nuevos pobladores, o no suficientes, o que no se sepa bien cómo atraer a neo rurales. ¡Es que desde hace décadas, mucha gente de la que vivía en el pueblo se marcha! ¿Y por qué? Pues sobretodo buscando trabajo. Buscando "salidas".

¿Y por qué hay menos salidas en el pueblo? ¿Qué diferencia a un pueblo de un barrio de gran ciudad donde sí hay trabajo? Solo se trata de un grupo de gente reunida, es lo mismo. Pero claro, las mentes directores de empresas, muchos de los que crean empleo, no suelen apostar por los pueblos. No conciben esa idea, piensan que será todo más difícil, o imposible...cuando tal vez no sea así. Tal vez sólo esté en su mente la costumbre de aglomerarse, tal vez les falte imaginación. (Como a mí, todavía)

Hay problemas en los pueblos, pero también en las ciudades. Salir adelante, encontrar un edio adecuado para vivir, cuesta por lo general a todos. Lo que traba a los pueblos, lo que los empequeñece y va matando lentamente ya no es, hoy en día, la famosa "falta de oportunidades" Existen transportes. Existen medios de comunicación (teléfono, internet, etc) Existen maneras de moverse y de salir adelante. Lo que cuesta es verlas, y lograr idear un proyecto de vida o encontrar, también, justo el pueblo adecuado donde uno pueda trabajar en algo para lo que allí estén necesitando gente.

Entonces, mi conclusión es que lo que va borrando pueblos del mapa, o los va despoblando, es la mentalidad colectiva dominante, que sigue dictando normas de vida únicamente urbanas, propias y adecuadas para ciudades, y olvida todo lo demás. Como si no existiera. O como si el campo sólo tuviera que ser, como mucho, un lugar de descanso para fines de semana, una extensión hotelera donde "servidores" rurales consuelen a los ricos urbanitas de su dura existencia. Como si la gente de pueblo no necesitara también descansar y no tuviera sus durezas. Como si sólo tuvieran derecho a ganar dinero dependiendo de si a los urbanitas les da por viajar allí, o no. Y como si el único sentido de existir de los pueblos fuera ser un lugar de paso, de fin de semana como mucho.

No, no me parece mal el turismo rural, no me quejo de que exista. Es una suerte, de hecho, y se le debe mucho. Pero sí me parece mal la mentalidad de fondo de algunos poderosos, que sólo se acuerdan de los pueblos cuando uieren ir a comer cocido o a dormir a pierna suelta donde nadie les moleste. Luego, les importa un comino que otra gente que vivía en aquel mismo pueblo, y que hubiera querido quedarse allí, no haya podido hacerlo porque diversas políticas mal enfocadas han asfixiado los medios de vida tradicionales, haciéndolos inviables económicamente hablando. Y me quejo de que el turismo rural sea casi lo único que se le ocurre hoy en día a mucha gente para sobrevivir, porque tiene un riesgo. Los pueblos, poco a poco, no sólo pierden gente, sino también parte de la independencia y autosuficiencia que antes tenían. Hoy en día, si un pueblo no logra hacerse ver en las grandes ciudades, parece como que no exista, o no tenga futuro. Es duro, pero así es...

Y quién sabe, tal vez haya otra manera de enfocar la cosa y mejorar la perspectiva de vida de las gentes rurales. Lo que pasa es que no la vemos porque estamos "mentalizados" para ver todo según dictan los "cerebros" de la gran ciudad.

Y en eso ando pensando...porque claro, pertenezco al grupo de "neo rurales", pero sigo en parte bastante atascada mentalmente con el asunto laboral, entre otras cosas. Digamos que no he solucionado mi vida. Ni siquiera he salido aún, del todo, de la manera de pensar típica de ciudad. De hecho, creo que ése es mi principal problema, que me cuesta (como a todo el mundo) cambiar todos los parámetros mentales según los cuales organizar la vida.

La verdad, hoy en día no tengo una perspectiva nada clara de cómo salir adelante, económicamente hablando, en el futuro. Quiero decir, de manera que se pueda sostener con una mínima estabilidad la familia. Pero tal vez hable más acerca del trabajo en otra entrada, porque es la principal preocupación de los que quieren irse de la gran ciudad al campo, y mi experiencia tal vez les sirva para contrastar impresiones y tomar nota...
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