jueves, 10 de febrero de 2011

Esto es como morir (un poco)

Cuando te das cuenta de que te quedan dos telediarios en el lugar donde vives, empieza un proceso que se parece a una muerte lúcida. Y no es que quiera ponerme fúnebre o siniestra, es una comparación que tiene cierto sentido. La realidad de los traslados, sobretodo cuando son hacia lugares lejanos, y de los finales de etapa (o cambios de vida) es que se termina lo que conocías y va a empezar algo que aún no sabes muy bien cómo será. También te entran ganas de despedirte de todo el mundo. O siquiera de ver por última vez a ciertas personas. Escribes cartas, comunicas a todos que te vas, vas a ver a este y aquel...y te cuesta decir que te vas casi como a un enfermo le cuesta decir a los demás que se va a ir.

Bueno, desde luego hay una diferencia entre morir físicamente y marchar, terminar una etapa, pero también hay una similitud. Se siente pena, te entra el último apretón de nostalgia, pensando cómo será despedirse de todos, no verlos más...al menos durante quién sabe cuánto tiempo (¿años?). También paseas por última vez por tus lugares favoritos, aquellos sitios donde viviste cosas especiales, y te da pena. Es natural.

Por otra parte, vives la resistencia hacia la muerte o el cambio radical que todos tenemos. Te das cuenta de que ni tú ni los demás queréis los cambios radicales, los finales totales o definitivos, excepto cuando hay un malestar insufrible (que no es el caso, sino al contrario) Así que las despedidas terminan convirtiéndose en un "bueno, pero espero volver" o en un "estaremos en contacto" Es un parelelismo con el "siempre te recordaremos" o el "siempre éstarás con nosotros" que se dedica a los muertos. Los que se van de un lugar en el cual se sentían bien, y en el cual existía un grupo de personas que les quería, son un poco como los que se mueren. De todos modos, cuando se va alguien así, también "mueren" un poquito los demás. Habrá un sentimiento de pérdida, un acordarse con pena en determinados momentos, y una obligación de asumir que, para determinadas cosas, o en determinados planes futuros que uno acariciaba, esa persona que se fue ya no estará más presente...sino lejos, en alguna otra parte.

Otra cosa que te pasa cuando afrontas un cambio de etapa radical como éste es revisar todo cuanto has vivido desde que viniste hasta que te vas. Es como ese fenómeno que dicen sentir algunos moribundos, o gente que sufre accidentes peligrosos, que les pasa por la mente la película de toda su vida, a gran velocidad. Es repasar la vida, revisar si te queda algo pendiente, aceptar que muchas cosas ya no tienen remedio, aunque fueran errores, otras se quedarán sin hacer porque tu tiempo aquí se terminó, y otras, sí, qué alegría, fueron fantásticas y dan sentido a tu vida.

Así, sin proponérmelo, llevo días repasando mi vida en Tabuyo desde que llegué hace cuatro años hasta ahora. Me he dado cuenta de unos cuantos errores, o cosas que ahora haría de una manera diferente. También he visto, con un poco de pena, cómo no podré realizar algún proyecto que acariciaba respecto aquí (por ejemplo, me quedo sin poder investigar más acerca del supuesto Camino de sanatiago por aquí, y he de asumir que este proyecto queda abandonado, por lo menos por mi parte, y al menos en mi próxima "vida" o etapa vital). Y finalmente, siento satisfacción por otras cosas que he vivido y gratitud tanto hacia el lugar como hacia las gentes gracias a las cuales todo fue posible.

Por eso quiero terminar esta entrada de hoy agradeciendo a todas las personas que nos han apoyado, bien-tratado y ayudado, aunque fuera en detalles que a veces ellos/ellas considerarán tontos, pero nosotros no. Todo cuenta. No voy a decir nombres. Ya me he dado cuenta de que en Tabuyo a la gente no le gusta hacer favores a la vista de los demás, por discreción. Pero las personas que nos han ayudado, ya sea puntualmernte con algún favor (desde cortarnos leña hasta regalarnos manzanas, etc, etc) o continuamente con su amistad, ya saben quiénes son. A ellas va mi/nuestro agradecimiento.

También quiero expresar mi agradecimiento a esta tierra magnífica, cuya riqueza y potencial tan enorme siempre me ha abrumado, por permitirnos vivir aquí tan a gusto y facilitar nuestra salud y prosperidad a nivel físico, mental y espiritual. No me cabe la menor duda de que, si las leyes económicas de nuestro mundo fueran otras, aquí habríamos podido prosperar simplemente abrazando la tierra, viviendo de ella...Si los astures levantaran la cabeza, dirían que vivimos en un mundo loco, porque se ponen tantas barreras entre el hombre y la naturaleza que hoy en día, hasta para tener animales o cultivar, tienes que complicarte mucho la vida y hasta pagar (y no siempre recuperas la inversión) Y sí, ya sé que es perfectamente posible salir adelante en un pueblo en el mundo actual, pero requiere mucha más planificación, inversión y estructuras complejas que hace siglos. Por otra parte, hoy se necesita dinero para casi todo. Cualquier dia nos harán pagar para respirar. Entonces, cuando partes de nada, a veces tienes que emigrar. Así es la vida.

En términos personales, sin embargo, no nos ha faltado cierta y real prosperidad: aquí he trabajado con gente estupenda, he iniciado una vida en pareja, he creado mi mini hogar, he gestado y parido a un hijo precioso, he convivido con paisanos entrañables, y he aprendido un montón de cosas, imposibles de resumir ni de explicar en tan poco espacio como es este blog. Todas estas cosas no las tenía antes, las tengo ahora. Es riqueza personal, riqueza humana, riqueza interior que nunca se perderá. Y es una realidad gracias a haber vivido aquí. Aún no hace mucho, este verano, cuando me reencontré con una amiga a la que hacía 4 años que no veía (desde que marché de Cataluña), me oía quejarme de la falta de perspectivas laborales, y me entendía, pero me dijo: Pero mira, Marta, ¡has salido ganando con el cambio!¡No hay más que verte y ver con quién vienes!

Bendita fertilidad la de esta tierra, bendita riqueza natural e interior que posee. Ojalá sean muchos los que puedan continuar viviendo en ella, amándola por lo que es, y continuen haciendo de este lugar un buen sitio para estar. Y ojalá otros, si acaso llegan como nosotros en su día, puedan hacerlo en mejores condiciones y así realizar el sueño que traigan, si es un bien para todos. Como ha de ser.

Finalmente, pido disculpas a quien hubiera podido molestar o decepcionar por mi manera de ser, de actuar o de expresarme en determinados momentos. Soy limitada, soy como soy, me doy cuenta de que no es posible agradar a todos, qué le haremos. Pero en todo caso, me disculpo porque realmente mi intención siempre ha sido la mejor.

Bueno, quería decir todo esto antes de irme. Así pasaré página de otra manera. Y cómo no, añadir que estoy segura de que vaya adonde vaya y pase el tiempo que pase, realmente os voy a recordar...La intención es venir alguna vez de visita, pero, como dije al principio de esta entrada, esto es como morirse un poco, ¿quién sabe lo que la vida futura nos deparará? ¿Cuánto tiempo pasará...? Que podamos verlo con salud y...hasta luego.
...

No hay comentarios: