viernes, 11 de febrero de 2011

¿Y qué pasa con el blog?

Si ya es difícil dejar a un lado los proyectos o ideas que no hubo ocasión o modo de vivir aquí, para alguien como yo, que tiene la cabeza llena de historias por contar, es aún más difícil aceptar que ya no voy a poder escribir en el blog todas las cosas que tenía pensadas. O por lo menos, no en "esta vida", porque me voy, y (ya lo dije) eso es como morirse. Vete a saber si volveré a escribir aquí, y si lo hago, a saber cuándo y acerca de qué escribiré.

Porque yo tenía una lista muuuuy larga de temas para entradas del blog. Me hubiera hecho ilusión hablar con unas cuantas personas más, "entrevistar" a gente...fotografiar lugares, personas, rincones, momentos.
Y todo esto estaba gestándose dentro de mí, como le sucede a cualquier escritor (aunque sea solo un aficionado, como una servidora). Tenía "en la punta de la lengua" muchas cosas. Sólo me faltaba (sobretodo últimamente) tiempo. Tiempo de tranquilidad, para poder concentrarme y escribir, tiempo de silencio, de recogerme y no pensar en nada más.

Tiempo. Siguiendo con la metáfora de la muerte que inicié en la entrada anterior, tiempo es eso que notas que se te acaba cuando estás a las puertas de un gran cambio. Estoy como quien oye pitar al árbitro de un partido, y sabe que se acabó, pero aún hubiera querido chutar la pelota algunas veces más. Mecachis. Es difícil, muy difícil, renunciar a escribir lo que quería llegar a escribir, eso que estaba justo ahí, dando vueltas en mi mente, esperando que le dedicara horas para ser escrito. El vicio de la escritura es insaciable, nunca tienes bastante. Pero es que además, sentía que sólo había empezado. La riqueza humana y natural de este lugar (ya lo he dicho muchas veces) es inmensa y daría para un libro.

Bueno. No podrá ser. Aunque quisiera, aunque lo intentara, a distancia no es posible escribir lo que yo hubiera querido. Porque se trataba de escribir desde el "estar aquí" y desde el diálogo con personas de aquí. A distancia es fácil hablar de muchas cosas, pero no con certeza, ni con profundidad. Es otra cosa. Por eso...quedará para otra vez, o para "otra vida" dentro de esta, si acaso la hay, si acaso regreso (y si además lo hago con tiempo suficiente). No puedo aferrarme a esa idea porque no conozco el destino, pero tampoco voy a negarme. Si sucede, sucederá. Si no...pues amén. Como dicen muchos tabuyanos "será lo que tenga que ser".


En fin. Con lo cual, se preguntarán algunos: ¿suenan las campanas del funeral de este blog? Bueno, sí y no. Sí, porque yo me retiro del escenario. Dejaré de ser la administradora y permaneceré sólo como escritora invitada. Y, salvo que súbitamente sienta la imperiosa necesidad de contaros algo desde tierras lejanas (que nunca se sabe) no creo que escriba mucho. Ya últimamente lo hacía a cuentagotas (la crianza es absorbente y no deja muchas neuronas libres para divagar) Pero estando lejos, y metida en vete a saber qué otros temas...pues...

Pero el blog no morirá, porque no pienso borrarlo, ni hacerlo desaparecer. Y además, tal y como hacen los que se mueren, lo dejo en herencia a los demás y/o a quienes quieran recogerlo y aprovecharlo para lo que sea. A fin de cuentas, inicié el blog con el deseo de que fuera un espacio de todos y para todos. Aunque nunca lo dije aquí públicamente, llegué a escribir emails a diferentes personas de otras localidades de la zona del Teleno, invitándolas a participar. No quería que esto fuera "mi" blog...sólo deseaba crear un espacio donde algunas personas pudiéramos crear "nuestro" blog. Luego, pasó lo que pasó, algo que debí imaginar: que como me gusta mucho escribir, escribí y escribí...mientras esperaba que otros se sumaran al asunto...y finalmente la gente fue sintiendo que este era mi blog, y que cómo iban a escribir ellos nada, que yo ya lo hacía suficientemente. Y como yo lo que quería finalmente era mantener vivo este espacio en la red y dar a conocer las bondades de estos lugares, pues asumí que la realidad no iba a ser como yo pensé al principio, y seguí adelante.

Pero en fin, como "me muero", dejo en herencia el blog y me desprendo de él. Dejo completa libertad a los demás y/o a quienes quisieran utilizar este espacio, siempre y cuando sea, claro está, algo hecho con una finalidad útil a "los Hijos del Teleno" y, porqué no, al mismo Teleno y alrededores. Tal vez alguien quiera mantenerlo vivo subiendo noticias del pueblo. Tal vez quieran reconvertirlo en un blog más tipo "foro", un sitio para dejar mensajes. Tal vez...bien, me parece bien. Yo ya no estaré más, salvo como colaboradora ocasional, queda con entera libertad quien quiera utilizar este espacio, si es que quiere hacerlo. Es como cuando fulanito se muere y deja libre su jardín, su huerta o su casa. Habrá quien quiera aprovechar ese espacio, habrá quien no. A mí me parece bien todo.

Eso sí, creo que es bueno dejarlo en la red porque constantemente hay personas que encuentran esta página y les agrada. A veces me llega algún email de algún desconocido, agradeciendo las fotografías, los textos, la divulgación de noticias de estos lugares. Así que creo que finalmente el blog, aunque se quede muy corto para lo que yo soñaba que podía llegar a ser, sirve para lo que se creó, y realiza un bien no sólo para estos lugares (promocionándolos) sino también para personas que buscan un poco más allá de sus fronteras otros modelos de vida y relatos con el sabor de las experiencias vividas.

Pues nada más. Este era otro tema del que quería hablar antes de marchar, para aclarar dudas. Que me desprendo del blog pero lo mantengo en la red. Que dejo libertad completa a quien quiera utilizarlo, pero si nadie lo desea, tampoco lo tocaré, y estará bien así. Y que honestamente no puedo prometer escribir aquí como lo hacía hasta ahora, pero no descarto enviar alguna vez un saludo de los míos, es decir, con mucha letra, je, je. Quién sabe.

A todos los lectores y seguidores que me habéis animado a escribir, a todos los que me habéis parado en la calle para apoyarme o agradecerme que hubiera escrito sobre algún tema, gracias a vosotros. No sé si sabéis que un escritor toma su aliento, en parte, de la atención que le prestan sus lectores, del mismo modo que un cuentacuentos no sería lo que es si nadie se sentara a escuchar lo que tiene que decir. Y también, cómo no, gracias a todos los Hijos del Teleno que se han prestado generosamente a contestar a mis preguntas, a contarme alguna historia, se han dejado fotografiar y han aceptado que lo suyo fuera subido a internet. Aún recuerdo la expresión de un vecino, cuando, después de que sus familiares lejanos lo hubieran visto en internet, me dijo (contento) : "¡Nos has mandado al mundo!"

Y iba a decir "colorín colorado", pero...si me da tiempo (un último minuto aún, antes de irme) todavía escribiré algo más antes de irme. O sea que hasta luego.

...

1 comentario:

Juanjo dijo...

Que pena...

Solo quería darte las gracias por todas las entradas del blog, que me han hecho estar más cerca de esa añorada tierra, y desearte toda la suerte del mundo en la nueva etapa de tu vida.

Un abrazo y gracias, de corazón.