DENUNCIA, ante la situación creada durante las maniobras militares en el Campo de tiro y maniobras de "El Teleno"

D. Manuel Martínez de la Iglesia,vecino de Tabuyo del Monte, actuando en nombre y representación de Ecologistas en Acción en la provincia de León ha presentado la siguiente DENUNCIA, acerca de la situación creada durante las maniobras militares con fuego real de la segunda, y especialmente la tercera semana de noviembre de 2009 en el Campo de tiro y maniobras de “El Teleno”.

En el caso de los días 16 al 20 de Noviembre se han realizado ejercicios con fuego real por varias unidades de artillería de todo el país. Esto ha supuesto para la comarca de Maragatería un fuerte impacto tanto ambiental como social.

Los días 17, 18 y 19 han sido especialmente activos por parte de las unidades militares, con tiro casi permanente durante todo el horario de fuego real, 19 horas diarias. Lo que ha supuesto para los que aquí habitamos, o al menos los más sensibles, una vuelta a la frenética actividad guerrera, una actividad rotunda, imparable, repulsiva y deshumanizada ya que incluso hemos tenido que enterrar algún vecino en estas condiciones.

El ruido y las vibraciones han sido enormes, lo mismo que ha ocurrido el 25 de este mismo mes, sobrepasando ampliamente los límites existentes en la Ley del Ruido de Castilla y León de 4 de julio de 2009.

Se ha tirado, al menos dos días desde Santiagomillas, lo que implica pasar los obuses por encima de infraestructuras y lugares de trabajo, fincas, colmenares, ect.., a través de un supuesto corredor donde se asientan pueblos como Villar de Golfea o Priaranza, que pueden estar en serio peligro si existen desvíos de trayectorias u otra contingencia.

El ser un campo de tiro discontinuo provoca numerosas molestias y perjurios a las personas que aquí vivimos. Se han registrado impactos en las carreteras de la comarca, con utilización masiva de estas por parte de vehículos militares lo que ha impedido el normal desplazamiento de los vecinos de la zona.

Se han intentado parar vehículos privados, en algunos casos lo han conseguido, por parte de personal militar armado, sin que estos tengan competencias para hacerlo.

El uso masivo de los caminos de concentración por parte de los vehículos militares en días de fuertes lluvias ha provocado rodadas que inhabilitan a estos. Derrochando el presupuesto para arreglos que ese Ministerio de Defensa había realizado.

Las zonas de transición con las carreteras se han visto fuertemente afectadas, provocando la extensión del barro a estas, dificultando la circulación y la adherencia pudiendo generar accidentes.

Desconocemos el real impacto ambiental que el uso de estos ingenios militares con obuses, lanzacohetes, misiles y otro armamento puede tener sobre el territorio en lo que se refiere a la contaminación química, pero es previsible que sea importante dada la gran cantidad de basura militar explosionada y los datos que se aportan desde la comunidad científica en otros campos de tiro de otros países.

Lo que si podemos confirmar es la emigración de diferentes especies animales que viven en el territorio de caída de proyectiles y que emigran hacia áreas circundantes y la fuerte presión sobre la vegetación, con destrucción de la cubierta vegetal en los lugares de impacto y rotura de árboles en la zona de caída así como la desaparición de la cubierta vegetal en los lugares de campamentos.

Estas maniobras junto con las reiterados impactos de 28 años de actividad militar afecta, especialmente a los restos arqueológicos de la minería romana, que por cierto, nadie quiere poner en valor, cuando es la mina más grade de todo el noroeste.

CONCLUSIÓN:

La utilización masiva de unidades militares en un campo discontinuo y poblado, especialmente en el entorno de la zona de caída de proyectiles es incompatible con la vida cotidiana y ambiental de la comarca de Maragatería.

La población más consciente nos sentimos engañados, porque después de decadas de lucha, el Ministerio de Defensa sigue apostando por un campo de tiro con intensa acción negativa sobre la comarca tanto desde el punto de vista social como ambiental, como cultural o arqueológico, ante la falta de respeto que manifiesta ese Ministerio hacia nuestros recursos y valores.

Estos efectos negativos, aunque menores en estos tres últimos años, se reabren cada vez que tenemos unas maniobras masivas como la de este mes.

Por todo ello, PEDIMOS:

a.- La desaparición de todo tipo de maniobras, y menos aún masivas, con fuego real de forma inmediata.

b.- El desmantelamiento del campo de tiro y su uso como parque arqueológico y ambiental incluyendo este territorio en la ZEPA Montes Aquilinos.

c.- Llevamos años soportando la imposición por parte del Estado de esta insultante militarización y sus visibles consecuencias, cuando el resto de la provincia de León no tiene este serio inconveniente, queremos tener igualdad de oportunidades para nuestro desarrollo autónomo, lejos de la intolerancia que genera esta instalación, así como el respeto y la conservación para nuestros recursos naturales, para nuestro rico patrimonio arquitectónico, cultural o arqueológico.



En Astorga a 27 de noviembre de 2009