domingo, 12 de mayo de 2013

La prueba de que aquí el aire es puro...

(Encinas cubiertas de líquenes cerca de Lagunas de Somoza)

La prueba de que aquí el aire es muy puro no es necesario buscarla con aparatos especiales, ni mediciones sofisticadas. Aunque todo eso está muy bien, tenemos al alcance de la mano algo en lo que la mayoría de la gente no repara: los líquenes.

Líquenes, sí. Esas cositas que, aquí, crecen prácticamente por todas partes: piedras, árboles...Los líquenes son unos "tipos" muy especiales, nada menos que una mezcla de hongo y alga. O sea, no son ni una cosa ni la otra: ni plantas, ni hongos, ni algas. Son...lo que son, una mezcla. Simbiosis, le llaman los científicos a eso, palabra que significa la unión "por intereses" de dos tipos de ser vivo. Yo te ayudo en esto, tú me ayudas en lo otro; lo que yo hago te interesa a tí, y lo que tú haces me interesa a mí; así que firmamos un contrato, nos fusionamos y a partir de ahora vamos juntos a todas partes y nos volvemos inseparables. Pues bien, "eso" son los líquenes.

(Abajo, líquenes en forma de trompetilla creciendo sobre el musgo)

Pero no sólo son especiales por ser maestros en simbiosis, sino que también interesan por otras razones. Los biólogos los utilizan para saber cuán contaminado está un lugar (bioindicadores, los llaman). No sólo analizándolos para ver si han absorbido componente tóxicos, sino simplemente viendo cuántos tipos de líquenes crecen en un lugar y de qué clase son. Para entendernos, hay 3 tipos principales de líquenes: los que crecen pegados a las piedras (las típicas manchitas negras, blancas o de colores, que aquí tanto se ven); los que tienen más relieve (como láminas o formas varias que crecen desde diversas superficies) y los que parecen pequeños arbustitos, mini escarolas o hasta masas peluditas agarradas por un punto a  las ramas y cortezas de los árboles.

Entonces, hay dos reglas que se cumplen:
1- Cuantos más tipos de líquenes exista en un paisaje, más puro será su aire.
2- Si existen muchos líquenes del tercer tipo (esos arbustitos o masas peludas, como barbas que salen en los árboles), significa que el aire es extra limpio, porque éstos son los líquenes más sensibles y delicados de todos, y por eso son los primeros que desaparecen de un paisaje cuando hay contaminación aérea. Los más resistentes, en cambio, son los de las piedras.
                
(En estas rocas cercanas a la presa de Tabuyo se aprecian líquenes de diferentes tipos (color blanco, negro, amarillo anaranjado, gris...), musgo y plantas. No queda casi superficie de la roca sin "habitar", lo cual es una pequeña muestra de la riqueza natural de estos lugares, y de su limpieza)

Así que la cosa es fácil: vivimos en un lugar con aire muy puro, y no hace falta más que ver los miles de líquenes barbudos que crecen en los árboles para saberlo. Además, si nos pusiéramos a intentar catalogar todos los demás...¡no acabaríamos pronto! Porque hay muchísimos. Y ya está dicho que cuantas más especies diferentes habiten un paisaje, mejor.

Desde niña me habían llamado la atención las "barbas" de los árboles de esta zona, con las cuales jugaba a las cocinitas (hacían el papel de verduras, lechugas, etc) De adulta, empezaron a fascinarme los líquenes de las piedras, por su forma y colorido. Pero ahora, que sé estas otras cosas, miro a los líquenes con más asombro y cariño. No son meros "hierbajos" sino cosas muy interesantes que merecen aprecio y respeto. El día que no crezcan líquenes en nuestro entorno, mal asunto. Pero confiemos en que ese día nunca llegue. Mientras tanto, no me surge de dentro otra cosa salvo admiración, pero tambien agradecimiento por poder vivir en un lugar así.

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