miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ecos de la Fiesta del Cristo

(Nada mejor que una buena jarrita de chocolate para empezar el día. Sin quererlo ni buscarlo, me apareció en la mesa :-) ¡Estaba riquísimo!)

Donde dije digo, digo Diego. Ya sé que en la última entrada desestimé comentar más aspectos de la fiesta que no viviera yo directamente, pero al final los ecos de la fiesta me llegaron, de manera que aunque no estuve “a todas”, sí me salpicó la alegría ajena, y hasta tuve regalo sin haberlo.

Chocolate. Cuando llegué al bar Codes por la mañana, (recién abierto) también llegaba Andrés con unas jarras sobrantes de la chocolatada matinal. Aún estaban humeantes. Y es que después de la fiesta nocturna hay una tradición que manda, primero, remojarse en la fuente mutuamente (a calderazos si es preciso, o hasta arrojándose al pilón a las bravas). Una vez despejados de esta manera, se trata de desayunar sopas de trucha y chocolate, que no es poco. Y con eso ya se le entona a uno el cuerpo y es capaz de aguantar hasta el mediodía, hora de la misa solemne del Cristo.

Bueno, yo no trasnoché (¿o habría que decir que incluso se tras-madruga?), ni asistí al repartimento de sopas de trucha y/o chocolate caliente, pero fui agraciada en el bar con chocolate. Mónica hizo otro tanto, y así empezó el día tan ricamente, una vez más agradeciendo la generosidad tabuyana y esos pequeños gestos que hacen que te sientas como en casa. Al ir a marchar, llegaba un grupo de jóvenes recién remojados (y desayunados), y se sentaron en la terraza para tomarse algo mientras se secaban al sol. Fue entonces que se me ocurrió que aquí, en este blog, siempre pongo fotos de gente mayor, pero casi nunca de gente joven. Les pregunté si se dejaban fotografiar para que quedara testimonio de que también hay juventud en Tabuyo y aceptaron encantados…

Más tarde quise asistir a la procesión del Cristo, y ahí tuve que asombrarme y comprobar que todito Tabuyo, o casi, estaba en la calle. ¡Esto sí que fue multitudinario! Parece que el Cristo sigue siendo un motivo suficiente como para poner al pueblo en pleno en pie de fiesta. Esta vez hasta sacaron el pendón.
Y es que, además de celebrar el Cristo, se iba a hacer una despedida por todo lo alto (con homenaje inclusive) a Don Tomás, el cura que durante 31 años ha acompañado a este pueblo, compartiendo penas y alegrías por aquí. De paso, se daba la bienvenida al nuevo cura, Don Ignacio, quien continuará la labor que deja Don Tomás. Con todo esto, se reunieron gentes no sólo de aquí, sino de los pueblos y parroquias de alrededor que también estaban implicados en este relevo sacerdotal.
(La Procesión, camino a la iglesia mayor. Isidro y Ascensión vestidos de Maragatos. A su lado, Maxi tocando la flauta y el tamoril. Detrás, las imágenes del Cristo y La Virgen. Esta fotografía me la cedió Isidro)

No me quedé a la misa, porque no cabía ni un alfiler y una servidora no se vio capaz de aguantar de pie y fuera de las puertas todo el rato. Pero, aparte de ver por mí misma que el templo estaba engalanado y lucía como nunca, algo me dijeron acerca de lo que pasó allí dentro. O sea que esto siguen siendo ecos de la fiesta. Porque un eco, ¿qué es, sino lo que a uno le llega de manera indirecta? No es una crónica personal, pues, sino que retransmito lo que me contaron. Parece que se leyeron discursos, se recordaron buenas cosas, y Don Tomás se emocionó. Por lo visto todo el mundo le manifestó su aprecio, y pudo sentir que tal vez tantos años pasados aquí no estaban nada mal empleados, ¿no?
(Don Tomás, reflexivo y silencioso, entre la Virgen y el Cristo. Esta fotografía es de Isidro)

Isidro me hizo llegar días después el discurso que leyó él, así como unos versos que cantaron, compuestos por Aurelia Fernández Cordero. Unos eran para despedir a Don Tomás, otros para dar la bienvenida a Don Ignacio. Los de Don Tomás dicen así:

Hoy 14 de setiembre
es un día señalado
porque la Fiesta del Cristo
en Tabuyo celebramos.

La Fiesta es alegría
pero hoy tenemos pena,
Don Tomás se va de aquí,
Tabuyo triste se queda.

Estas velas encendidas
junto al vino y el pan
es la ofrenda que le hacemos
al Cristo por Don Tomás.

Don Tomás toda la vida
la ha dedicado a la Iglesia
y entre nosotros él
31 años ya lleva.

A los jóvenes del pueblo
él los ha bautizado,
les ha dado la comunión
y algunos, ha casado.

El se marcha satisfecho
con su deber cumplido
de Tabuyo hasta Palacios
con el calor y el frío.

Que los santos de los pueblos
donde él dice la misa
lo protejan todos juntos
lo que le queda de vida.

Aquí está el nendito Cristo,
en Torneros la Asunción,
San Antonio en Quintanilla,
y en Palacios el Patrón.

A Don Tomás no lo olvido
al igual que a Don Gregorio,
son los dos sacerdotes
que en el pueblo he conocido.

Que el Cristo nos dé salud
a los que estamos aquí
y también a los enfermos
que no han podido venir.

Don Tomás se va a su pueblo
con sus seres más queridos
para poder descansar,
lo tiene bien merecido.

Os doy a todos las gracias
por venir a acompañarnos,
a Don Tomás todos juntos
la despedida le damos.
¡Viva Don Tomás!

Y los versos de bienvenida a Don Ignacio fueron así:

En este templo sagrado
del Cristo con alegría,
hoy al nuevo sacerdote
le damos la bienvenida.

Ya que a visitarnos viene,
con gran honor lo tomamos.
En nombre de todo el pueblo
con gozo lo saludamos.

Que el Cristo de los milagros
le dé a ud. mucha salud
para conservar el trono
del rebaño de Jesús.

La Virgen de la Piedad,
es la que está en la ermita,
lo proteja con su manto
a lo largo de la vida.

(Aurelia Fernández Cordero)

En cuanto a las palabras que le dedicó Isidro, las pongo aquí tal como él me las hizo llegar:

“Isabel ha hecho un pequeño desglose de su trayectoria profesional y de su estancia entre nosotros. Yo también quiero decirle algo, porque de bien nacido es ser agradecido, más con alguien que ha dedicado toda su vida profesional al servicio de los demás.

Le conocimos tal día como hoy, 14 de setiembre, hace 31 años. Casualidades de la vida hacen que coincida la fecha de bienvenida con la de despedida. Aquel 14 de setiembre de 1978, todo el pueblo rebosaba de alegría, ¡teníamos un nuevo sacerdote! Tuvo una gran acogida entre nosotros porque a parte de ser de un pueblo de la zona, tenía vínculos con algunas familias del pueblo, por lo que su estancia aquí le resultaría más agradable. Dado su deseo de residir en Tabuyo, se construyó una nueva casa sacerdotal, en lo cual participó mucha gente voluntaria y él dedicó horas y horas de trabajo.

Con este hombre de carácter especial y con el que he pasado muchos ratos, dada nuestra vecindad, hemos hablado de muchos temas. Y os puedo asegurar que empezó a trabajar en estas parroquias que le fueron asignadas con muchísima ilusión y ganas de hacer grandes cosas a favor de todos estos pueblos.

Hizo cantidad de cosas buenas y con estas nos debemos quedar al tiempo de recordarle. Ha tenido que aguantar carros y carretas cantidad de veces. En sus sermones intentaba transmitir sus inquietudes de cómo veía él el futuro de estos pueblos y lo que más le preocupaba eran los jóvenes. Lo dijo cientos de veces, por eso hacía tanta referencia al comportamiento de los padres para con los hijos, y de éstos para con sus padres. Se esforzaba día a día para que éstos captaran sus mensajes, sufría mucho porque no veía nada claro, decía verdades como este templo de grandes. Yo siempre le decía: “¡Tranquilo, Don Tomás, siga insistiendo, que el tiempo pone a cada uno en su sitio y es el mejor testigo, el que quita o da razones!” Y así es. Váyase orgulloso y satisfecho, con la cabeza bien alta, porque sus mensajes sí han calado en la mayoría de nosotros. Por eso hoy le decimos, ¡qué razón tenía ud., Don Tomás!

Gracias, muchas gracias Don Tomás, por todo lo bueno que ha hecho por las gentes de estas parroquias. Que el Santo Cristo le de salud y fuerza para disfrutar del descanso que tiene bien merecido. Muchas gracias.

(Tabuyo, 14-9-2009. Isidro Fernández Cordero)

Bueno, sé que hubo otras sabias y buenas palabras, pero no las tengo aquí para retransmitirlas. Con lo multitudinario de la celebración, me imagino que lo esencial y más adecuado de cada discurso estará en la memoria de las gentes, y eso es lo que importa.

Terminó la misa, hubo música con Maxi, el tamboritero, quien horas después aún volvió a tocar en la plaza. Era ya el atardecer y de repente había llegado un frío inesperado y fuerte para las fechas en que estábamos. A pesar de todo, hubo quien se animó a bailar con esta música tradicional de la cual espero hablar algún día con más tiempo y atención. (Unos jóvenes, marcándose una zapateta delante de Maxi, el tamboritero)

Y es que la magia de la flauta y el tamboril tienen su miga, pero es que además merece la pena detenerse a escuchar a alguien que, como Maxi, lleva media vida tocando en las fiestas. Y lo suyo no es lo moderno, en escenario y con altavoces, separado del público por toda la parafernalia tecnológica, sino estar de pie y sumergido entre todos, como uno más, sólo que llenándonos el cuerpo de ese ritmoy cadencia particulares, moviéndonos hacia el baile.
(Una imagen del inicio del baile en la plaza, delante del Bar El Pinar. La imagen no es muy buena porque ya anochecía.Luego se juntaron más personas, pero las fotografías ya no salieron de calidad, apenas se ve por la falta de luz, así que...)

Y este baile tampoco es el moderno, en el que cada uno va a lo suyo y se mueve a su manera, o como máximo va en pareja, sino que es el baile antiguo, en el cual la gente se mueve en grupo. ¿Y cómo podía ser de otro modo, en un tiempo que todo se hacía en comunidad? Las modas en la música y las danzas reflejan muy bien cómo siente y vive la gente. Cuando dejan de surgir de manera espontánea los “corros” o las largas hileras de parejas moviéndose al compás, significa que la gente tiende a vivir por separado también otras facetas de la vida. Y es que cuando sientes la comunidad, te apetece expresar la alegría con todos, dando las manos a todos. Y cuando no, no, agarras únicamente la mano de una persona, o de ninguna (qué agobio, tíos, que nadie me toque), y celebras a tu aire la fiesta, sumergido en tu visión
particular de la vida…

¡Pero ya me estoy enrollando con un tema que dije que quedaba para otro día, y para tratarlo aparte! Lo mío no tiene arreglo. Corto ya, que con esto, para hoy, es suficiente :-)
...

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