jueves, 24 de diciembre de 2009

Fotos invernales 1

(o un episodio de Dr. en Alaska en diferido).
Por  Manuel Bonilla



NOTA INTRODUCTORIA:

La nieve nos ha tenido recogiditos en el pueblo durante unos días, así que se me han ido acumulando las entradas "invernales" que prometía a algunas personas para que pudiesen ver cómo estaba todo esto de bonito.
Hoy, aprovechando que la carretera estaba un poco mejor, he venido con Rafa a Astorga, y desde un bar que tiene wifi, y con bastante estrés por el ruido que me rodea después de tanta calma, aprovecho para subir las imágenes y los textos que tenía medio preparados. Perdonad el carácter "telegramático" de estas entradas, pero las circunstacias son así. Las he numerado por orden cronológico, y al final tenéis un enlace con muchas más fotos.

Espero que os gusten:

Manuel

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Hace un par de semanas subí al blog unas fotos otoñales para que vierais los que estáis fuera cómo estaba todo, y hablé de las lluvias, las setas y demás cosas típicas de la estación. Pues bien: casi de golpe se fue,  el otoño marchó y llegaron las nieves y el frío.

Estoy escribiendo estas palabras a las 12:30 de la noche (del sábado 19), en lo que se acaba de hacer la comida de mañana, y lo hago en lo recogido y calentito de la cocina, al amor de la lumbre de su “bilbaína” y al aroma del caldito que se prepara con paciencia. Y a estas horas la temperatura fuera es de 9 grados... ¡bajo cero!

Todo está precioso, aunque a algunos no les haga ninguna gracia el tema de las nieves, y no sin razón, ya que tanto el caminar como el ir en coche se vuelven tareas bastante peliagudas. Aunque a mí me gusta muchísimo pasear y disfrutar de tan hermoso regalo del Cielo, ¡hasta el punto de que  incluso he llegado a salir ayer por la noche para poder ver cómo estaba todo de bonito!.
 



Esta noche ha tenido su gracia: después de trabajar un rato en mi tallercito fui con un una olla llena de palomitas recién hechas a casa de mis vecinos Rafa y Bego a ver un episodio de “Doctor en Alaska” aquella serie que tanto me enganchó hace años en la TV (y que sigue pareciéndome genial). Para los que no conozcan la serie comento que transcurre en un pequeño y recóndito pueblecito de Alaska, y el frío y la nieve son parte constante del escenario. Y como aquel Dr. Fleishman, su peculiar protagonista, con un gorro calado hasta las orejas y los guantes puestos, camino intentando no resbalar por sobre la nieve, ahora helada, que cubre las calles (aunque por la cuestión de las palomitas y las películas quizá me parecería hoy más a Ed, el indio cinéfilo :-))



El camino de mi casa a la de Rafa no estaba tan “virgen” hoy, sino muy pisado y lleno de peligroso hielo.

Los dos primeros días de nevada intentamos echar una guerra de nieve Rafa, Bego, Francisco y yo en un todos contra todos, pero la nieve era puro polvo, finísimo, y no había manera de compactarla en buenas bolas.

Y en cuanto a la temperatura y a los familiares preocupados por el frío que debemos estar pasando: los 9 bajo cero, como hablábamos antes Rafa y yo, no nos parecen para tanto... ¡mientras tengamos leña en casa! Aunque si esa es la temperatura que tenemos ahora, quién sabe qué  marcarán los termómetros por la mañana temprano.


Comentaban esta tarde Antonio Berciano y su hermano Saúl que quizá se esté helando la cascada de Agua Alta... Hummm eso merecería la pena verlo ¿verdad?




La nieve sobre las ramas de los árboles... ¿no es algo precioso?

Bueno, me pongo a pensar en la nieve y los paisajes blancos y es mucho más lo que se me ocurre, pero soy muy perezoso y por otro lado el guisote ya parece estar a punto y se va apagando el fuego en la cocina.

Buenas noches. Saludos fresquitos desde Priaranza:

Manuel

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